Universidades estatales se reinventan tras dos años de la pandemia

Personas cumpliendo con el uso del barbijo en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS). | Carlos López

La pandemia que inició en el 2020 por el Covid-19 hizo que la población encuentre nuevas formas para realizar sus tareas cotidianas desde casa para evitar contagios. 

La educación universitaria fue uno de los sectores que encontró una alternativa en la virtualidad y, solo ahora, después de dos años, autoridades y estudiantes afirman haber encontrado el equilibrio.

“Se han utilizado todas las herramientas informáticas habituales. El Meet, Zoom,WhatsApp. Mientras hemos ido desarrollando proyectos con empresas proveedoras para facilitar el acceso a internet”, informó el vicerrector de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Gerardo Carvajal.

“La universidad y la educación han cambiado”, dice Max Mendoza, presidente de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB).

“Hay docentes que tratan de innovar y otros que mantienen su forma tradicional de dar clases. Eso a nuestro criterio ha generado que no sigamos avanzando”, dijo. 

Esta institución también se adaptó de manera favorable al panorama actual e hizo una sistematización de los trámites que lleva a cabo.

“Legalizaciones, convalidaciones, revalidaciones y entrega de certificados de legal funcionamiento para todos aquellos que salen de Bolivia a estudiar al exterior ya pueden hacerse en línea o los imprimen desde su casa”, indicó Mendoza.

“Los trámites de revalidación eran una tortura. Tardaban mucho tiempo, antes eran tres años y la eternidad. Ahora nosotros tardamos 30 días si es que se realiza el trámite correctamente, caso contrario serían 90 días”, añadió.

Pese a estas mejoras, el presidente del CUB aseguró que la pandemia excluye a los estudiantes de escasos recursos o de áreas rurales que no tienen internet. 

Sin embargo, Gerardo Carvajal afirmó que “más bien parece que les hemos aliviado. La tecnología ha resultado no ser una complicación”.

Señaló que a los estudiantes les resulta más fácil acceder a clases virtuales que pagar alquiler en el centro de la ciudad y gastar en transporte. 

“Muchos compañeros tienen familia que deben mantener y necesitan trabajar. Las clases virtuales les permiten hacer las dos cosas: acomodar mejor sus horarios de trabajo y seguir estudiando”, aseguró José Antonio Cruz, ejecutivo de la Federación Universitaria Local (FUL).

Deserción 

Aún se desconoce la cifra exacta de estudiantes que abandonaron la universidad, debido a que, como en la UMSS, algunas facultades continúan sus labores. Según autoridades y proyecciones del 2021, se pronostica una recuperación en el estudiantado y titulados, que en 2020 se redujo.

Las estadísticas del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) muestran que la cantidad de titulados en Bolivia se redujo de 30.868 en el 2019 a 21.365 en 2020, es decir, bajó en un 30%.

“La pandemia nos agarró de golpe. En grupos masivos, por ejemplo, los docentes solo tenían el Zoom gratuito y eso no cubre la capacidad porque limita el número de participantes y el tiempo de clases”, explicó el presidente de la CUB.

El portal estadístico San Simón (UMSS STAT) muestra que en 2020 la población estudiantil pasó de 82.825 alumnos en 2019 a 78.052, la cifra más baja desde 2016. Aunque el estimado de 2021 fue de 80.868 estudiantes. 

Sin embargo, se desconocen las cifras exactas. El vicerrector de la UMSS dijo que “muchos alumnos se han enfermado y han pedido que no se les tome en cuenta”.

A pesar de haberse adaptado a la virtualidad tanto estudiantes como autoridades reconocen que volver a la presencialidad es importante para la formación.

UMSS Ranking

La universidad estatal de cochabamba ocupa el segundo puesto a nivel nacional en el ranking web de universidades.

UNIVERSIDADES EXIGIRÁN CARNET

De acuerdo con el decreto supremo 4640 para acceder a entidades públicas y privadas con aglomeración de personas, se exigirá el carnet de vacunación o en su defecto una prueba PCR negativa emitidas 48 horas antes.

“Las universidades estatales tienen autonomía, pero eso no quiere decir que sean un país dentro de otro país, por lo que deben respetar el decreto”, dijo Max Mendoza. 

“Las vacunas no son obligatorias pero es un menester para precautelar la salud pública” aseguró.

La Universidad Mayor de San Simón no es la excepción y tanto el Vicerrector como los miembros de la FUL apoyan la medida impuesta por el gobierno y exhortan a estudiantes y a docentes tomar los recaudos necesarios para ingresar con normalidad a sus instalaciones.

El Gobierno suspendió la exigencia de presentación de carnet de vacunación hasta el 26 de enero,  luego de una reunión del Consejo Nacional Estratégico para Emergencias Sanitarias.

La cuarta ola de contagios que atraviesa el país obliga a las universidades a fijar medidas de bioseguridad, así como genera la duda si las clases continuarán siendo virtuales, debido al riesgo que supone la presencialidad. 

La Confederación Universitaria Boliviana (CUB) recomienda que para la gestión 2022 se retorne a las clases presenciales o en su defecto que se use el formato semipresencial. 

Esta institución propone: “Deberíamos ver un aforo al 50% de nuestras aulas (...)Tenemos que aplicar stream, por que el docente va a estar presente y debe grabarse para que los demás estudiantes desde su casa puedan seguir la materia”.

En el marco de esta medida también recomienda que para las clases presenciales se dé preferencia a los alumnos de escasos recursos y que no tengan acceso a internet.

Por su parte, el vicerrector de la UMSS aseguró: “Todo depende del informe técnico del Ministerio de Salud, pero estamos tomando previsiones para continuar con la virtualidad; salvo en prácticas de las carreras”

Desde el inicio de la pandemia, 49 docentes y personal administrativo fallecieron a causa del coronavirus en la UMSS. Para la próxima gestión la estudios superiores ya tomó los recaudos necesarios.

“Hemos comprado equipos para purificar el aire de nuestros ambientes. Estamos haciendo un control de los sistemas de bioseguridad, fumigaciones permanentes cada semana, estamos exigiendo el uso del alcohol, barbijos y todo lo necesario para poder realizar sus prácticas con seguridad para proteger a docentes y estudiantes” explicó.

Otro de los retos es mejorar las condiciones para que los bachilleres ingresen a la universidad, para lo cual ya programan cursos propedéuticos.

Finalmente, el inicio de las clases en la UMSS dependen de las facultades pero se calcula que comenzarán a finales de febrero o inicios de marzo.

Fuente: Los Tiempos