Los clanes de narcos se infiltran en los bagayeros

Grandes cantidades de droga pasan en los bultos que cargan los bagayeros desde el lado boliviano a Argentina.

Acá gano en un día lo que saco en una semana en la cosecha”, dice un bagayero boliviano que cruza el río entre Bermejo y la localidad argentina de Aguas Blancas como si fuera de la cama a su sala. Junto a él están cargando la mercadería otros 100 o 200 hombres. Algunos, desde unos gomones que llegaron del lado boliviano, otros a pie y con el agua a la cintura. Ahora, en esos enormes paquetes que transportan comienzan a aparecer cargamentos de cocaína y pasta base que, en menos de un mes, tienen que estar a la venta en las lujosas calles de Madrid, Lisboa o París.

“Nosotros no sabemos lo que hay adentro de las bolsas. Apenas las cruzamos. Nosotros no podemos decir al dueño de la mercadería que habrá todas sus cajas para verificar qué hay ahí dentro, nosotros no somos policías. Pero sabemos también que entre nosotros hay malos bagayeros que llevan droga, que saben que llevan droga y que trabajan directamente con las mafias de la frontera”, relató Rubén, un bagayero de la zona de Bermejo.

Hace unas semanas, Adelaida Castillo, una argentina conocida como la “Reina Titi”, ingresó a una cárcel argentina por ser considerada una de las figuras pesadas del narcotráfico en ese país. Castillo tenía una estrecha relación con un grupo de bagayeros en Yacuiba y Salvador Mazza para que pasen la droga boliviana al norte argentino.

La “Reina Titi”

La “Reina Titi” manejaba los bagayeros en la frontera caliente en Salvador Mazza, Argentina, y Yacuiba, Bolivia. Tenía todo el control de todo lo que pasaba en las espaldas de los bagayeros. Muchos de esos bultos tenían kilos y kilos de cocaína y pasta base.

Los expertos aseguran que las grandes organizaciones colombianas, bolivianas, peruanas y mexicanas se están infiltrando entre los bagayeros y que muchos de éstos caen en redadas sin saber que están cargando en sus espaldas y por cobrar unos pesos más.

“Hemos detectado narcotraficantes de 40 nacionalidades diferentes. Y se meten por todos lados. Pero lo que traen son cargas de no más de 50 kilos de droga. Lo otro, lo grande va por el cielo”, comentó el juez federal de Orán, Raúl Reynoso.

En la ruta principal del norte argentino aparecen unos tinglados improvisados y una entrada a una tierra que dice pertenecer a una cooperativa aymara. Allí paran todos los autos repletos de bolsas para reiniciar el rito de los bagayeros que cargarán los bultos por casi tres kilómetros por un camino polvoriento y bajo 40 grados de calor con la intención de pasar el control aduanero.

En el norte argentino se concentra más del 60% de las causas judiciales por narcotráfico de toda Argentina. Muchos de los detenidos son bagayeros, pero salen libres porque demuestran que no sabían que llevaban droga.

Los bagayeros descargan los bultos que llegan en gomones desde el lado boliviano. Otros pasan a pie.