La primera «Feria del Contrabando» de Cochabamba es móvil y evade controles

Un operativo de la guardia edil en la Feria del Contrabando de la Llajta. Foto: Intendencia Municipal Cochabamba

La feria, que inicialmente se armaba por las noches, se volvió diurna e itinerante. Reúne a más de 2.000 vendedores que se enfrentan a la guardia edil. El intendente cochabambino pide acciones conjuntas.

Es  itinerante y exhibe abiertamente la naturaleza ilícita de los productos que se comercializan. La denominada “Feria del Contrabando” de Cochabamba opera desde hace dos meses y se consolida evadiendo los controles tanto de Alcaldía de Cercado como de la Aduana Nacional.

“Esto es argentino, caserita. Es más barato y rendidor”, asegura una comerciante que intenta convencer a una señora para que compre la lavandina que ofrece. Evidentemente, hay una diferencia de precios: el bote de cinco litros de la marca extranjera está a 30 bolivianos, mientras que el producto nacional cuesta 40 bolivianos. No fue difícil la elección: el limpiador económico ganó.

Esa lavandina y diversos productos de limpieza, bebidas, alimentos, además de  prendas de vestir de contrabando, se ofrecen en la feria móvil que ha ganado popularidad en Cochabamba.

Los productos son ofertados por comerciantes que ingresan mercadería de manera ilegal por las fronteras de los países vecinos, como Brasil, Argentina y Perú, principalmente. Llegan a Bolivia después de evadir los controles nacionales -como de la Aduana Nacional y su brazo operativo, el Centro de Operaciones Aduaneras- y de esquivar las inspecciones de las gobernaciones y alcaldías.

“Si la Aduana, con todo el equipo y medios que tiene, no puede parar esto (el contrabando), menos podemos nosotros (los guardias municipales). Tan solo tenemos un pito para controlar el tráfico y a los comerciantes”, asegura a Página Siete el intendente municipal de  Cochabamba, Enrique Navia.

Itinerantes y diurnas

Desde hace meses, camionetas y vagonetas cargadas de cajas con mercadería recorren diferentes puntos de la ciudad de Cochabamba ofreciendo variedad de productos de contrabando: alimentos, golosinas, bebidas, productos de limpieza, aseo personal y otros a precios económicos, pero sin registro sanitario.

En febrero este grupo ilegal de comerciantes ambulantes empezó a asentarse por las noches  en la avenida Luis Uriona, cerca del Complejo ex-Toyocar, de la zona Sur, ofreciendo su mercadería de contrabando.  Los precios económicos de los productos que no pagan impuestos fueron su principal gancho. Pronto ya no precisaron ir en busca de compradores, pues éstos acudían a la feria, que fue ganando popularidad también por la amplia variedad de productos que se ofrecen.

Pocas semanas después los comerciantes fueron desalojados del lugar donde se habían instalado por la Intendencia Municipal de Cochabamba. El argumento fue que además de comercializar mercadería importada ilegalmente, no tenían permiso municipal para instalar una feria en espacio público.

Pero la medida duro poco. Los feriantes  decidieron trasladarse a la avenida 6 de Agosto y Mama Ocllo, de donde también fueron expulsados por los gendarmes municipales. Luego, para evadir los controles, se instalaron alternativamente  en diferentes sectores de la Llajta: en las avenidas Beijing, Patria, Reconstrucción Nacional y  Costanera; además de mercados y barrios.

La feria que inicialmente se armaba en las noches, aprovechando la oscuridad y el escaso control municipal, se volvió paulatinamente diurna. Y actualmente se instala a plena luz del día en diversas zonas.

“Las ferias del contrabando ahora son itinerantes. Un día aparecen en un lugar y al día siguiente, en otro. Están saliendo de noche y de día, calculamos que como mínimo son unas 2.000 personas que se dedican a este negocio ilegal”, dice el intendente Navia.

La feria de productos de 
contrabando ya se instala a
plena luz del día.
Foto: Intendencia Municipal Cochabamba

Los comerciantes

“No vendemos en grandes cantidades. Vendemos a gente que necesita comprar productos  económicos porque la pandemia ha afectado a todos”, argumenta el feriante Adalid S.  para justificar su negocio ilegal.

“Yo tenía una empresa y he quebrado porque tenía que seguir pagando impuestos y sueldos. Entonces, he preferido dejar mi empresa. Si la Alcaldía está dispuesta a hablar con nosotros o a darnos un espacio propio, estamos dispuestos a hablar, no somos un problema, queremos soluciones”, afirma el comerciante Marcelo H.

Hasta 2020, cuenta, era propietario de un pequeño emprendimiento legalmente establecido, pero cuando llegó  la pandemia de coronavirus se vio obligado a cerrar su empresa debido a que no podía cumplir con las obligaciones impositivas y laborales que exige la ley.

Marcelo ahora se dedica a contrabandear alimentos, productos de limpieza y bebidas alcohólicas. Como tenía un vehículo grande, ideal para transportar la mercadería, solo necesitó un  capital para emprender su nuevo negocio. No quiere hablar de la ruta que utiliza para ingresar estos productos, pero asegura que cada viaje “es peligroso”.

La Intendencia realiza operativos que no paran la actividad.
Foto: Intendencia

El flagelo del contrabando

Según datos de Fundempresa, en 2021 se cerraron más de 5.000 empresas en Bolivia “golpeadas”, principalmente por los efectos del pandemia. Desde la Federación de Empresa Privados y la Cámara de Industria de Cochabamba apuntaron a la “escasa reactivación económica y el contrabando” como las principales causas.

Según estudios del analista económico Jaime Dunn, el contrabando  genera unos 3.200 millones de dólares y el Estado deja de percibir al menos 650 millones  cada año por la evasión  de impuestos y aranceles.

El 7 de abril, la Cámara Nacional de Industrias (CNI) presentó  a la Cámara de Senadores un proyecto de ley que plantea reducir de 200.000 a 10.000 UFV el valor de los tributos omitidos para luchar contra el contrabando. “El contrabando se constituye en una amenaza contra el tejido productivo y el empleo formal”, justificó el presidente de CNI, Ibo Blazicevic.

Los riesgos

Si bien hay grandes diferencias de precios entre los productos de contrabando que se venden en la feria y los legales, los que los adquieren se exponen a riesgos por falta de garantías, ello sumado a que se convierten en parte de la cadena del delito.

Claudia López, mamá de un bebé, cuenta que cada semana compra de la farmacia una lata de leche de 800 gramos de la marca Nutrilón 1 Premium a  180 bolivianos con factura. Cada mes paga al menos 700 bolivianos.

Hace una semana se topó casualmente con la feria donde un puesto exhibía latas y cajas de Nutrilón. La lata costaba 120 bolivianos, 60 menos que en el comercio legal. El vendedor -sin miedo alguno- le explicó que la variación de precios se debe a que su producto es de contrabando, pero que es “original” traído del mismo fabricante, “solo” que evadió los controles, los registros e intermediarios.

Claudia decidió no comprar la fórmula sin antes consultar con el pediatra de su bebé. Luego, el profesional le explicó que posiblemente esas latas de leche sean “originales”, que pudieron salir directo de la fábrica, pero debido a que no cumplieron con las normas de importación no hay garantías en su transporte y manipulación, lo que baja la calidad del producto.

“Quizás cuando estaban trayendo la leche a Bolivia se les pudo caer o  le llegó la lluvia o el sol. No sabemos cómo fueron manipulados. Así que, aunque pague  más, decidí seguir comprando de farmacia porque tengo la garantía de que no le hará mal a mi bebé”, afirma ahora Claudia.

El intendente Navia coincide con  los riesgos de consumir productos de contrabando. “Primeramente, no tienen el registro del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag),  no se sabe cómo fue elaborado o si es apto para el consumo. Tampoco se sabe la calidad del producto, porque no se le hizo controles alimentarios y nadie puede garantizar si está bien”, advierte.

Igualmente, el Servicio Departamental de Salud y el Senasag, por separado, alertan sobre los riesgos para la salud el uso y consumo de alimentos y productos de dudosa procedencia.

La feria que crece

Pese a los intentos de control de la guardia municipal, la Feria del Contrabando se consolida en Cochabamba.

La semana pasada un grupo de vendedores se enfrentó a gendarmes ediles que llegaron hasta la avenida Beijing,  donde se estaba armando uno de los mercados ilícitos.

Los gendarmes fueron recibidos por los comerciantes con insultos e, incluso, algunos guardias recibieron golpes y empujones en su tarea de control.

 


Comisaron Bs 10 MM en alimentos de contrabando
Del 1 de enero al 10 de abril de este año, la Aduana Nacional decomisó alimentos de contrabando por un valor superior a los 10 millones de bolivianos.   Tarija y Santa Cruz son los departamentos que registran mayores montos por  las incautaciones: 3,5 millones de bolivianos y 3,3 millones de bolivianos, respectivamente.

“En lo que va del año, la Aduana incautó mercadería ilegal mediante 2.687 operativos estratégicos y 22 allanamientos. Se han comisado 765 vehículos; electrodomésticos valorados en casi Bs 12 millones; ropa nueva y calzados equivalentes a Bs 7,6 millones; ropa usada valuada en Bs 5,6 millones; bebidas alcohólicas valuadas en 4,5 millones de bolivianos y alimentos en más de  10 millones de bolivianos”,  informó  la institución aduanera.

La cerveza es uno de los productos más contrabandeados. Solo en Santa Cruz se destruyeron 1.900 paquetes por un valor de 180 mil bolivianos; en Tarija se incautaron 54 toneladas de bebidas ilegales que valen más de 426 mil bolivianos.

La diferencia entre una lata de cerveza de producción nacional y otra de contrabando es notoria. Una lata ilegal se vende a 3 bolivianos, en cambio una nacional  cuesta 5 bolivianos. También se identificaron otras bebidas alcohólicas como Fernet, singani, wiski, ron y otros a bajos precios, pero sin registro sanitario.

El intendente municipal de la Alcaldía de Cochabamba, Enrique Navia, destaca la importancia del trabajo conjunto entre la Aduana, las gobernaciones y municipios para luchar contra el contrabando. Caso contrario, advierte , estos productos seguirán ingresando al país y  causando severos daños a la economía formal.

“Aduana debe cumplir su función. Nosotros tenemos notas que enviamos a través de la Cámara de Industria y hemos tenido reuniones con el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, pero si no participan todos esta actividad que quita fuentes de trabajo, va a continuar”, lamenta Navia.
El número de feriantes se ha incrementado en 2 meses
Foto: Intendencia Municipal Cochabamba

 

 

Si la Aduana, con  el equipo que tiene, no puede parar el contrabando, menos podemos los gendarmes

Fuente: Página 7