Varios países van camino a caer en una ‘estanflación’
Para bajar poco a poco las importaciones de diésel, el Gobierno construye varias plantas de biodiésel, la primera de ellas estará lista a fin de año. Está en Santa Cruz.
Todos los países del mundo se encuentran en este momento buscando las mejores formas para hacer frente a la gran inflación que se presenta, producto de la guerra entre Rusia y Ucrania que ya lleva más de un año.
La mayoría aplica las recetas tradicionales que dictan los organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y están imponiendo medidas como el incremento en las tasas de interés de sus sistemas financieros, lo que en teoría debería frenar el proceso inflacionario.
“Pero nada de eso está pasando, al contrario, todos estos países están cayendo en lo que se conoce como la ‘estanflación’, que es el estancamiento con inflación”, señaló el ministro de economía, Marcelo Montengro, en entrevista con La Razón.
Explicó que estos países, aparte de tener una alta inflación, tampoco están creciendo, producto de estas medidas que están aplicando sus gobiernos.
Aparte de subir las tasas de interés, otros países también optaron por devaluar sus monedas y no tienen opciones para frenar el incremento en los precios de los principales alimentos.
Al contrario, “en Bolivia no estamos ni vamos a asumir este tipo de medidas, porque el modelo económico que tenemos nos permite dar estabilidad a la población aún en crisis”, señaló.
El Gobierno, al igual que la gran mayoría de la población, está consciente de la forma en la que está creciendo la importación de carburantes y el costo que ello implica, pero entiende que es lo mejor para mantener la estabilidad de precios y, por tanto, dar seguridad a la población.
Lo propio ocurre con el cambio y la circulación del dólar, que en los últimos días se vio afectado producto de los rumores y una especulación en el mercado. “No hay ningún motivo par tocar el tipo de cambio”, afirmó.
Montenegro explicó que estas medidas son las que justamente permiten al país enfrentar la crisis mundial producto de la guerra entre Rusia y Ucrania. Y, al contrario de los países que tienen “estanflación”, es decir, inflación con estancamiento, Bolivia no tiene inflación alta y sí tiene niveles importantes de crecimiento.
Hasta septiembre de 2022, el crecimiento económico del país llegó a 4,3%, según el INE, y se espera terminar esa gestión con una cifra parecida o cercana.
El índice calculado para esta gestión es de 4,8%, según las proyecciones del Gobierno y del Banco Central de Bolivia (BCB).
Fuente: LA RAZÓN