Ranking de la Unesco: Bolivia ocupa últimos lugares en educación en América Latina
Entre 16 naciones evaluadas, Bolivia se ubica en el sitial 16 en calidad educativa. Chile y Costa Rica lideran el recuento.
Bolivia ocupa uno de los últimos lugares de América Latina en cuanto a desempeño educativo, según se desprende de un ranking internacional realizado por la Unesco en la región. Considerando el promedio de las notas obtenidas, el país ocupa el puesto número 13 entre 16 naciones analizadas en el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce). Chile y Costa Rica lideran el recuento.
Ello implica también que más de la mitad de los estudiantes escolares bolivianos del tercer y sexto grados se encuentran rezagados respecto del desempeño que deberían tener en diferentes áreas de conocimiento.
El estudio Terce está conformado por exámenes de lectura y matemáticas para el tercer grado (niños y niñas de ocho años) y lectura, matemáticas y ciencias naturales para sexto grado (alumnos de 11 años).
En el ranking internacional, si se toma el promedio de esos exámenes, los estudiantes de Bolivia logran un resultado de 662 puntos sobre 1.150 (cuadro 1 del documento adjunto). Solo superan a Nicaragua, Paraguay y República Dominicana. Los estudiantes de Chile obtuvieron 758,2 puntos y los de Costa Rica, 749.
El estudio Terce fue realizado en la región por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (Llece), de la Unesco-Santiago en 2013 y publicado en 2016. Bolivia se negó a participar en ese estudio y se sumó recién en 2017 de manera individual. Brújula Digital unió ambos estudios (el internacional, que contiene los resultados de 15 países, y el de Bolivia), para establecer los cuadros adjuntos.
Los datos sobre Bolivia acaban de ser publicados por la Unesco. Unos 12.000 alumnos de los nueve departamentos participaron en los exámenes en 2017, en coordinación entre la Unesco y el Ministerio de Educación. Extrañamente, el Ministerio de Educación no ha divulgado las conclusiones del estudio, aparentemente porque el país ocupa una posición baja.
El peor desempeño obtenido por Bolivia (puesto 14 de 16 naciones) se da en los casos de lectura y ciencias naturales para sexto de primaria (cuadros 3 y 8) y en escritura de tercer y sexto, en los que también está en el puesto 14. En ambos casos, los alumnos bolivianos obtuvieron menos de tres puntos sobre cuatro (cuadros 6 y 7).
En contrapartida, un leve mejor rendimiento se da en matemáticas. Los alumnos del tercer grado alcanzan el puesto 12 de los 16 países que participan del estudio. Los de sexto ocupan el puesto 11 (cuadros 4 y 5).
Otros países
Chile consigue los primeros puestos en todas las categorías, ocupando también los mejores lugares países como Costa Rica, Uruguay y México. Los últimos puestos se registran en países centroamericanos, como Honduras, Guatemala y Nicaragua. En posiciones intermedias están países como Brasil, Colombia, Perú y Argentina. Venezuela y El Salvador no participaron del estudio.
El estudio de la Unesco divide a los estudiantes en cuatro niveles. Los I y II son los estudiantes que no tienen los conocimientos y habilidades que se esperaría para su edad y asignatura. Lamentablemente, en el caso boliviano, más de la mitad de los estudiantes están en esos dos niveles. Solo un pequeño porcentaje se ubica en los niveles III y IV.
Según el estudio, en el país también se da una marcada diferencia entre el desempeño de establecimientos privados, que obtienen mejores calificaciones, y públicos. También los logros de estudiantes indígenas y de áreas rurales son más bajos que los de alumnos no indígenas y de ciudades.
Reformas necesarias
Sin una educación más competente, el país no podrá salir de los grados de subdesarrollo que mantiene. En los últimos años, el gobierno del MAS hizo grandes esfuerzos en cuanto a mejoras en los índices de escolaridad y en la construcción de escuelas, pero no en la calidad de la educación.
Brújula Digital entrevistó a dos especialistas en el tema, Edgar Cadima y Willy Chambi, que explicaron qué se puede hacer para empezar a cambiar esta situación. Ambos coincidieron que tener a un sindicato tan fuerte como el Magisterio es un escollo para cualquier reforma educativa, ya que éste es reacio a los cambios. Sin embargo, también coincidieron en que no es posible una reforma educativa sin la participación de los maestros.
Chambi, que tiene una maestría en Educación en la Universidad de Illinois, Estados Unidos, dijo que se requieren hacer reformas en tres áreas principales. Una de ellas es en la formación de maestros. Los futuros profesores son los que podrán, con una formación adecuada, poder formar a su vez a los alumnos. Por lo tanto se necesita un cambio importante en la manera cómo son administrados los institutos normales superiores y cómo son admitidos los alumnos que luego serán maestros.
El segundo punto mencionado por Chambi es el curriculum, es decir qué se enseña a los alumnos. Chambi expresa que más que “entregar conocimientos” se debería procurar “ensenar a los estudiantes a pensar y razonar”. “Queremos que los chicos y chicas sepan cosas, pero no que reflexionen”. En tiempos de pandemia de coronavirus, como tercer elemento, Chambi dijo que las familias no tienen las herramientas para la educación online ni los maestros las habilidades para desarrollarla.
Por su parte, Cadima, uno de los más citados especialistas en educación del país, expresó que las dificultades generadas por la pandemia del coronavirus podría ser una oportunidad para iniciar algunos cambios importantes.
En ese sentido dijo que es necesario rediseñar el currículo, por ejemplo disminuyendo y/o juntando asignaturas, dosificando y adecuando contenidos de acuerdo a las tres modalidades establecidas por el gobierno: presencial, semipresencial y a distancia.
Cadima dijo también que se requiere actualizar a los docentes, ya que los procesos de educación virtual, semipresencial y a distancia son objeto de rápidos y novedosos cambios que exigen una permanente actualización, y a la vez dotar de condiciones de conectividad y equipos a maestros y estudiantes a fin de permitir una igualdad de condiciones en los procesos educativos.
Finalmente, expresó, es importante adecuar la infraestructura, mobiliario y equipos, dotarlos de condiciones de bioseguridad y readecuarlas para la combinación de modalidades de educación.
Fuente: Brújula Digital