Pilcomayo: Weenhayeks ven escueto el estudio del Sedes
Los indígenas de la nación Weenhayek, representados por la Orkaweta, están dispuestos a realizarse análisis de sangre para desvirtuar cualquier daño a la salud causado por el consumo del pescado.
El informe del Servicio Departamental de Salud (Salud) sobre el hallazgo de plomo y mercurio en la carne del pescado del río Pilcomayo ha generado una serie de reacciones. Entre el pueblo Weenhayek, que tiene en este afluente su principal fuente de vida, hay una mezcla de preocupación, enojo y resignación, porque, aseguran, no fueron parte de este estudio y los resultados les llegó como “balde de agua fría”.
Pablo Rivero Fernández, presidente regional de la Organización de Capitanías Weenhayek (Orkaweta), reconocido por la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), calificó de compleja la situación del río Pilcomayo, la principal fuente de vida de esta nación indígena.
Rivero no quiso referirse ni a favor ni en contra de los análisis expuestos por el Sedes, realizados por el Instituto Nacional de Salud Ocupacional (INSO). “Por supuesto que hay preocupación enorme, que el río esté contaminado es un atentado contra la vida misma”, recalcó.
Sin embargo, considera que el estudio realizado por el Sedes es muy escueto. Lamentó que los resultados hayan sido “sectorializados” sólo a la actividad pesquera.
“Para nosotros la contaminación es un tema integral, eso quiere decir que afecta a moros y cristianos, o sea afecta a todos. Pero aquí se pretende mostrar al país que sólo afecta a la vida piscícola, pero no así a la actividad pecuaria, a la actividad agrícola o a la apicultura, cuando hasta los animales del campo igual consumen el agua del Pilcomayo”, indicó.
Observaciones
Según la Gobernación y el Sedes, para realizar el análisis del pescado del río Pilcomayo se tomaron muestras de cinco puntos estratégicos para la pesca: Rancho Viejo, Central El Pibe, Puente Capitán Ustares, Peña Colorada y Puente Ferroviario. Los resultaron mostraron altos niveles de mercurio y plomo, por lo que se recomendó no consumir la carne de pescado.
El ejecutivo de la Orkaweta, sin desmerecer el trabajo realizado por los técnicos y profesionales, recalcó que existen observaciones. Por ejemplo, que no se socializó previamente la realización del estudio.
“El Sedes vino a Villa Montes, hizo la toma de muestra y luego publicó los resultados como si fueran absolutos”. Rivero aseguró que desde el Gobierno municipal admitieron que no hubo coordinación, por lo que también pusieron en duda los resultados.
Incluso la Red de Salud consideró que son resultados preliminares, basados en estudios que deben ser complementados.
Por ello la Orkaweta, a través de una nota, solicitó a la Gobernación reconsiderar la información que dio y no generar alarma en la población, sin embargo, Rivero recalca que el daño “ya está hecho”.
“El golpe ya no los dieron, y aunque se retracten o disculpen, ya nos han afectado”, dijo Rivero resignado. Sin embargo, a través de El País, no quiso dejar pasar la oportunidad de solicitar al Sedes que se desplace nuevamente a Villa Montes, esta vez de manera más coordinada y consensuada, para realizar un nuevo estudio, con profesionales “independientes y sin ningún tipo de intereses”.
“Porque el problema del Pilcomayo es social, porque no solo están siendo afectados los pueblos indígenas del Chaco, sino que se ve afectado el sector turismo, de gastronomía, los comercializadores, el transporte, y todo por un estudio preliminar. Ojalá que detrás de esto no haya una intención politizada”, dijo.
Fuente: Gran Chaco