Propuestas de Desarrollo
Nuevo desafío de Tarija, multiplicar las empresas
Publicado en Tarija200|Mayo-Julio 2016|Edición N° 4
¿Terminó la bonanza económica en Tarija? ¿Estamos en situación de iliquidez?¿Cuál es la base económica productiva que dejaron los más de 24 mil millones de bolivianos invertidos en los últimos nueve años?son preguntas que por la coyuntura económica y el cambio de autoridades previsto para este 2015, han comenzado a tomar mayor fuerza.
Pero a estas interrogantes, se suman otras que incluyen a uno de los sectores que ha sido considerado, en varios estudios por diversos analistas y los empresarios, como uno de los principales factores para consolidar el desarrollo productivo de una región. ¿Cuál fue el nivel del desarrollo de la base empresarial de Tarija durante este periodo? ¿Fueron las políticas públicas un aliciente para multiplicar la base empresarial?
A esto, cada vez son más las voces que apoyadas en los datos sobre la situación actual y los desempeños de la economía de Tarija, reclaman la necesidad de sembrar el gas, pero contrariamente, el desarrollo departamental sigue dependiendo de la renta petrolera, en un escenario dominado por el rentismo y sus derivaciones.
Según revelan las estadísticas de Fundempresa, Tarija ocupa el quinto lugar a nivel nacional en cuanto a número de empresas se refiere, y el análisis de los resultados de estos cuadros evidencia que durante estos años, la administración pública no ha impulsado la participación y crecimiento del sector empresarial.
El departamento de Tarija ha manejado durante los últimos cinco años un presupuesto público promedio de 4 mil millones de bolivianos por año, cifra que es hasta tres veces mayor a la que manejaron departamentos como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz (considerados el eje central del país); sin embargo, si se habla de crecimiento empresarial, estos tres departamentos tienen hasta cinco veces más empresas que esta región sur del país.
Según Fundempresa a febrero de 2015, La Paz tiene registradas 42.821 empresas, seguida por Santa Cruz que tiene 41.707 empresas, después está Cochabamba con 26.343 empresas y muy por debajo están Oruro con 9.206 y Tarija con 8.771 empresas. (Ver cuadro N°1).
Pero los datos de Fundempresa no se quedan ahí, la base empresarial activa por actividad económica 2010 – feb 2015 revela también la composición del tejido empresarial y las actividades a las que se están dedicando las personas que realizan emprendimientos. De esta manera, muestra que el comercio es la principal actividad económica del departamento; pero a la vez refleja que el desarrollo de industrias y de actividades que generen valor agregado es inferior (Ver cuadro N° 2).
El año 2010 en el departamento de Tarija, 862 empresas de la Base Empresarial Activa se dedicaban a la venta por mayor y menor; el 2014, 3.598 empresas y a febrero de 20153.656 empresas.
El año 2010, 549 empresas se dedicaban a la construcción; el 2014, 1.281 empresas ya febrero de 2015, 1.322 empresas.
Las empresas de la industria manufacturera para el año 2010 eran 142 empresas; el 2014, 655 empresas y a febrero de 2015, 687 empresas.
La cuarta actividad que concentra mayor número de empresas, son las de servicios profesionales y técnicos, puesto que para la gestión 2010, 282 empresas se dedicaban a este sector, el 2014,666 empresas y hasta febrero de 2015, 683 empresas.
Entonces, a febrero de 2015, del total de la Base Empresarial Activa el 41,68% se dedicabana la venta por mayor y menor o lo que es igual, al comercio, mientras que a la construcción se dedicaban el 15,07%. Con esto, si se suma lo que representan las empresas que hay dentro de estos dos rubros, se concluye que ambas representan más de la mitad de las empresas formales registradas en Fundempresa.
La base de Fundempresa contempla también actividades de alojamiento y servicios de comida; de información y comunicaciones; de transporte y almacenamiento, las actividades de servicio administrativo y de apoyo, entre otras.
En cuanto a la inscripción de nuevas empresas, durante el año 2010, el departamento registró 328 empresas inscritas que se dedicaban a la venta por mayor y menor (comercio); el 2011, 217 empresas; el 2014, 1.151 empresas y de enero a febrero de 2015, 57 empresas. Con relación al rubro de la construcción, durante el 2010, se registraron un total de 146 empresas; el 2014, 336 empresas y de enero a febrero de 2015, 20 empresas. Ver cuadro Nº3.
Reflejado esto en porcentajes, se muestra que durante el año 2010 las empresas inscritas y dedicadas a la venta por mayor y menor era de un 45,64%, pero a febrero de 2015 disminuyeron al 44,19%. En cuanto a la construcción, en 2010 éstas representaban un 20,31% y al 2015 también disminuyeron hasta un 15,50%.
Con relación a la inscripción de empresas dedicadas a la industria manufacturera, se nota un leve crecimiento, pues en 2010 representaban un 6,12% de las empresas inscritas y para 2015 subieron a un 10,08%.
Pasando a un análisis más regional, la tendencia continúa en la provincia Cercado. Datos del padrón municipal de la Alcaldía de Tarija muestran que durante la gestión 2014 se inscribieron 898 nuevos emprendimientos, mismos que básicamente están centrados en el micro comercio.
En el padrón municipal, el rubro de “otras actividades menores” representa un 61.42% y está relacionado al micro comercio, como ser: tiendas de barrio, comerciantes minoristas de mercado, el comercio por menor, los comerciantes minoristas en mercados privados y así sucesivamente.
El padrón municipal tiene 19.809 actividades registradas y el rubro industrias representa sólo el 1,53%, con 304 empresas registradas.
Desarrollo productivo en un contexto de condiciones adversas
Con todo este panorama el desafío es grande, si se pretende cambiar la matriz productiva de Tarija y ampliar la base empresarial; pues las empresas son, en gran medida, las unidades productivas que generan las nuevas oportunidades, dan valor agregado a la producción y crean las fuentes de empleo sostenible y de calidad. Además son las que generan ingresos y excedentes en las familias.
Un informe sobre el escenario actual de Tarija que fue presentado el año 2014 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), muestra el crecimiento de una cultura cada vez más rentista y que tiende a dar lugar a una descomposición del tejido social, expresada en un creciente clientelismo y corporativización de la sociedad, en el intento de captar una mayor proporción de la renta hidrocarburífera.
Pero a la vez, no sólo el informe del PNUD muestra esta tendencia, puesto que los cuadros presentados por Fundempresa y los informes publicados en esta revista, sostienen los mismos, lo que hace, cada vez más difícil la planificación a largo plazo como resultado de la presión social.
De acuerdo al Instituto de Gobernabilidad, no se podrá salir del rentismo y sus catastróficas derivaciones sí es que la base empresarial de Tarija no se multiplica de manera importante en el próximo quinquenio, con actividades productivas de industrias y servicios.
De la misma manera, asegura que uno de los requisitos para que la autonomía departamental tenga éxito está directamente vinculado a la ampliación de la base empresarial y la producción, debido que los empleos sostenibles y de calidad vendrán del sector privado y de las actividades productivas que generen valor agregado.
Informes del Instituto de Gobernabilidad muestran que justamente éste fue un principio básico cuando se emprendió la lucha por la autonomía departamental;sin embargo aseguran que con lo hecho hasta ahora desde la administración pública departamental, este principio quedó en el olvido.
Programas incentivados desde la Gobernación como el Plan de Empleo Urgente Productivo (PEUP), el Programa Solidario Comunal (PROSOL) o el de las Brigadas Barriales han significado durante los últimos años el gasto de millonarias cantidades de recursos, sin lograr los resultados esperados.
Los beneficiarios de los programas como el ejecutivo de la Federación de campesinos, Pánfilo Guzmán o el dirigente del PEUP, el diputado Norman Lazarte, reconocieron que los resultados no han sido los esperados, pero insisten en mantenerlos.
Por ejemplo, la Gobernación destina cada año más de 200 millones de bolivianos para la ejecución del PROSOL, mientras que para el programa de los Brigadistas Barriales la inversión supera los 12 millones de bolivianos. En el caso del PEUP se requiere cada año más de 30 millones de bolivianos, este dinero es programado sólo para funcionamiento, sin contar con los presupuestos que se asignan a la ejecución de los proyectos.
Con todo esto, el Instituto de Gobernabilidad indica que hasta ahora ningún país, región o ciudad se ha desarrollado de manera sostenible sin una cantidad importante de empresas o de emprendimientos, pero, para que esto suceda recomiendan generar las condiciones necesarias; empero afirman, que esto no se ha visto hasta el momento en el departamento.
“Aquellos que se animan a emprender tienen grandes dificultades emergentes de las condiciones y restricciones legales, esto sumado a la inercia de buena parte del sector público que no ha sabido orientar adecuadamente la inversión de los recursos y generar políticas públicas importantes y las condiciones favorables”, dijo el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Tarija, Álvaro Baldivieso.
ENTREVISTA
"El rentismo dura mientras dura la vigencia del producto que mantiene esa renta”
Tal como ha sido identificado por analistas y empresarios de Tarija, uno de los principales problemas que atravesó la administración departamental en los últimos años y que impidió encontrar el rumbo para el desarrollo e industrialización, sin depender del gas, es la falta de una estrategia de desarrollo productivo, así como la aplicación de programas considerados rentistas.
Por todo esto Tarija 200 entrevistó al economista, experto en temas de planificación y desarrollo, con maestrías en planificación regional y modernización del Estado y desarrollo rural; Diego Ávila, quien dio un análisis profundo sobre el tema del rentismo y su implicancia en el departamento.
Tarija 200.- ¿Cuál será el futuro de Tarija si no cambia la matriz productiva y seguimos profundizando el rentismo?
Diego Ávila.- Está demostrado por la experiencia histórica que el rentismo dura mientras dura la vigencia del producto que puede mantener esa renta, el valor del activo que genera en este caso el gas y obviamente no solo por el hecho de la entrada de dinero, sino también por las condiciones que va generando, tanto en lo que hace el incremento de la demanda como el desincentivo a la inversión en temas productivos.
La referencia histórica ha mostrado claramente que el rentismo es absolutamente perjudicial para las economías en muchos casos, un caso típico es el problema que hubo con la enfermedad holandesa que ha ocurrido en muchos lugares, tenemos aquí cerca el caso de Potosí para ver qué paso en la poca de la plata y del estaño en el país.
Entonces, de esa manera vemos que el rentismo no es ninguna alternativa de desarrollo económico si en las rentas que produce no se utilizan para ampliar la base productiva y generar una economía que sea sostenible en el tiempo.
En ese sentido está claro que el futuro de Tarija sería negro si es que no podemos ampliar las perspectivas económicas y con suerte, generar una base de sustentación de la economía que sea reproducible en el tiempo y que sea además sostenible en cuanto a la utilización de los recursos naturales.
Tarija 200.- En este sentido ¿Usted considera que para cambiar de matriz productiva es necesario multiplicar la cantidad de empresas existentes en el departamento?
Diego Ávila.- Claro que sí, el futuro económico de cualquier región está centrado en la capacidad de generar actividad productiva, y con ello también la actividad que acompaña a la producción que es la de servicios; ambas actividades generan economía, movimiento, circulación de bienes y servicios y también la posibilidad de mejorar las condiciones de vida de manera sostenible.
Está claro que el desarrollo del sector industrial es uno de los sectores claves para empezar a desarrollar las otras actividades como la de servicios. Los servicios por sí mismos no se generan si no tienen en su entorno una actividad de desarrollo productivo, una base material que son las que permiten ampliar la generación de servicios.
Estos son los sectores que en la actualidad están generando más riquezas en diferentes regiones, siempre y cuando haya una demanda que hace este tipo de servicios como investigación, desarrollo y eso generalmente lo hacen las empresas, por lo tanto cualquier proceso de desarrollo no puede obviar la parte del desarrollo industrial o vincularse a sectores y/o regiones donde proveen servicios a sectores o regiones que ya están demandando el progreso industrial. Por consiguiente está muy clara la necesidad de ampliar exponencialmente la base empresarial en esta línea.
En otro sentido habría que tener una estrategia múltiple que permita, por un lado avanzar en la prestación de servicios pero también generar la posibilidad de empresas que nos permitan alcanzar mayor riqueza, reproducir la riqueza y hacerla de manera sostenible.
¿Que se necesita para crear más empresas?
Para entender lo que se necesita para crear más empresas, es necesario saber lo que impide este desarrollo, y del tema nadie sabe más que los mismos empresarios, por esta razón Tarija 200 habló con el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Tarija, Álvaro Baldivieso, quien identificó varios aspectos. Entre ellos:
- Hay excesivos trámites para la apertura de las empresas; pues según relató, el constituir una empresa en Tarija demanda al menos unos 40 días, lo que según él, es un tiempo “largo”.
- Las cargas impositivas y laborales para el sector formal de la economía son muy exigentes. En cambio, en el sector informalmanifestó que pasa todo lo contrario. Según refirió, “no existen esas presiones, acoso y coacción del sector formal que es muy fuerte”.
- Existe una competencia desleal del sector informal, pues dijo que esto es un fuerte desincentivo que hace cuesta arriba para cualquier empresario.
- La normativa de contrataciones del Estado, que a su entender no incentiva las compras de la empresas locales.
De la misma forma, el presidente de la Cámara de la Construcción en Tarija, Julio AlemánLa Fuente, identificó otros elementos que juegan en contra del sector empresarial en el departamento, como ser:
- La inseguridad jurídica, según refirió“la normativa actual deja mucho que desear para lograr realizar cualquier emprendimiento privado” y para generar empresa.
- Las altas tasas de interés que se cobran en los bancos, sumado a la dificultad para acceder a créditos empresariales y de otro tipo, se suman también a la lista de problemas de los empresarios. Es sabido que para el micro crédito hay grandes facilidades pero no es lo mismo para emprendimientos de mayor dimensión.
- El manejo político de la administración pública,que según dijo,se ha convertido en una piedra para los privados. Según Alemán, la relación entre el sector empresarial con las contrataciones estatales, ha sido muy complicada en los últimos años. “En el pasado se ha visto que los damnificados son los empresarios privados, ellos terminan con los platos rotos de ineficiencia e inclusive pueden ir a la cárcel”, expresó.
- Es difícil realizar contrataciones de largo plazo con el sector público, las situaciones son muy cambiantes.
- Urge un gran cambio en la normativa de contrataciones.
Ambos dirigentes coincidieronen la necesidad de generar las condiciones para estimular el desarrollo empresarial y productivo, que pasa por un acuerdo departamental respecto a la estrategia de desarrollo de Tarija y la utilización estratégica de los recursos económicos disponibles de la región.