La pandemia sacó la faceta descarnada de la educación

“La pandemia sí mostró la realidad descarnada de la educación, pero (a diferencia del sistema hospitalario) nadie muere por recibir una educación tan deficiente. Lo que a los padres les gusta es que su hijo pase de curso para que entre a la universidad y saque una carrera”, ilustró Saúl Azcárraga, ex ejecutivo de la Federación Departamental de Maestros Urbanos de Santa Cruz, sobre la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje en el país.

Con la irrupción del covid-19 hubo una educación que marchó a tropiezos, pero más de un año después, lo que fue un problema estructural y sigue siéndolo.

Para Azcárraga, el tema de fondo no tiene que ver con los errores ortográficos en las cartillas, ni con los contenidos fuera del contexto donde se reparten. Dice que existen aspectos más relevantes que merecen análisis, los de fondo.

“Hay algo que necesita Bolivia, que está escrito en la norma y que no se está cumpliendo. Sin embargo, a veces nos perdemos en el tema de las clases virtuales, absolutizamos el tema de la complejidad cultural boliviana, pero más allá de todo eso, el punto, que está escrito en la Constitución Política del Estado (CPE)”, dijo.

Cree que lo importante es encontrar la actividad preferida de los estudiantes y lograr que esa actividad preferida, que se manifiesta como juegos de niñez, se convierta en su razón de ser. Es lo que se llama educación inicial en familia, comunitaria vocacional -dijo-, “y no la están administrando bien, ni el Estado ni los profesores”, cuestionó.

Para él, ahora, la atención se ha desviado con la educación virtual, cree que todo mundo se ha perdido en ese debate y solo está viendo cómo se conectan los chicos. Mientras tanto, en el caso de secundaria, el bachillerato técnico, que tiene la denominación de educación comunitaria técnica humanística, no germina porque no hay laboratorios de físico-química, “peor todavía de música, danza o centros de deportes”, aseveró.

Los materiales educativos

La plataforma educativa digital, si bien es una herramienta muy útil para el proceso de enseñanza-aprendizaje, no logra ser utilizada de manera uniforme. Las zonas rurales del país tienen desventaja.

En comunidades como San José de Campamento, en la Chiquitania, tienen que conformarse con el uso de las cartillas. La misma situación ocurre en La Senda, comunidad de San Javier, donde los profesores elaboran cartillas para todo un ciclo, ya que hay un educador para la diversidad de materias y cursos dentro de ese ciclo, reconoció Marlene Colque, maestra de la zona.

Hoy, ella pasa clases presenciales por el tema de internet, pero cuando hubo la cuarentena rígida, se vio en figurillas, igual que sus otros colegas.

En San José de Chiquitos, la directora distrital, Denisse Chávez Virguet, reconoció que ocurre lo mismo en su municipio.

“La plataforma no llega a las comunidades pequeñas, y del Tupac Katari no sabemos nada porque no nos tocan ese tema”, respondió a la pregunta sobre el satélite y su alcance en los puntos más alejados.

En Porvenir, en la TCO Bajo Paraguá, el costo de internet es mucho más alto que en la ciudad. La instalación estaba cerca de los Bs 3.000, mientras que el costo mensual por encima de los Bs 300, inalcanzable para las familias de recursos escasos en las zonas rurales del país.

Las cartillas

En algún momento se generaron críticas a estos materiales del Ministerio de Educación, en redes sociales, por la escasa calidad y por algunos textos a los que sindicaban algún tipo de adoctrinamiento. Pero más que eso, las cartillas revisadas por EL DEBER en algunas comunidades de la Chiquitania, lo que muestran es que poco o nada tienen que ver con la cultura de la zona.

Enseñan desde cuentos ayoreos hasta recetas y cosmovisión andina a una cultura con mucha fragilidad, pues solo los ancianos, en la mayoría de los casos, celebran las fiestas ancestrales y hablan la lengua bésiro.

Tarcila Nogales, cacique de Educación de la Organización Indígena Chiquitana (OICH), aseguró que cada cartilla está adecuada al lugar, a los municipios y provincias. “Por ejemplo en la Chiquitania es de los chiquitanos”, aseguró, aunque no pudo responder concretamente a la consulta sobre si alguna vez revisó el material educativo de forma detallada. Y lo mismo sucedió con los padres de familia reunidos en un cabildo en San José de Campamento, desconocían las cartillas en detalle.

Eso sí, está llegando nuevo material, especialmente de primaria. El de secundaria tiene bastante retraso.

Eliseo Huaynalli, director departamental de Educación, dijo que es probable que los textos que fueron impresos puedan tener situaciones de falencia o debilidades, como que no estén en el contexto correspondiente, pero dijo que “paulatinamente deben mejorarse para que sean acordes a la realidad correspondiente y que respondan a una formación con calidad”.

Para él, es importante que los actores del ámbito educativo, de manera conjunta, hagan las mejores orientaciones para que todo tenga un excelente avance, “siempre pensando en los estudiantes”.

Según él, se dan ciertas situaciones porque son trabajos realizados por docentes y que, en cierto modo, el Ministerio sistematiza y publica.

La entrega de estas cartillas también marcha a tropezones, las que mejor funcionan son las de primaria, pero en algunos puntos del departamento entregaron por demás y en otros faltaron. Las de secundaria, aún no se reparten.”

Debemos considerar que Santa Cruz es un departamento con crecimiento vertiginoso en la población estudiantil, los datos van cambiando de forma rápida, por eso tenemos desfase; en algunos niveles nos sobró material y en otros faltó. Estamos haciendo la representación ante el Ministerio para equilibrar y subsanar”, respondió Huaynalli sobre el retraso.

La autoridad departamental dice que los materiales de secundaria serán entregados recién a partir del segundo trimestre. “El primer trimestre es exclusivamente para la nivelación, segundo y tercero son de avance en la gestión 2021”, justificó.

Para Azcárraga, el tema de las cartillas tiene varias observaciones. Dice que son documentos improvisados y que solo funcionan como material de apoyo en el nivel inicial y primario, esa es la cualidad positiva, y que no son el elemento central, sino complementario para hacer actividades, ejemplos o algunas pequeñas aplicaciones.

Sin embargo, en las comunidades alejadas no se ven los mismos textos que circulan en la ciudad, a pesar de que se supone que hay una uniformidad en el material.

Diversidad cultural

Para Azcárraga, es correcto cuestionar el discurso indigenista porque desde el punto de vista de la Constitución Política del Estado Bolivia es un país diverso y plurinacional. Por esa razón cree que siempre estará presente este debate.

“Si ven las clases que dan en canal 7, para inicial y primaria tienen el mismo enfoque, es parecido. Los que salen ahí son de Cochabamba, de La Paz y muy pocos de Santa Cruz. Lo mismo, las concepciones que tenemos en Santa Cruz van a chocar con las concepciones que tengan en Cochabamba, en La Paz, y de a poco se tiene que ir precisando la documentación, el discurso, lo pedagógico, para tratar de reflejar la realidad diversa, que tiene que expresarse en los documentos y las planificaciones, en este caso de las cartillas”, reflexionó.

También dijo que hay que entender que existen dos cartillas, unas hechas por el Ministerio, con textos mínimos complementarios de actividades, y otras cartillas, las que se hacen para cada materia, que elige el profesor de manera continua.

Para el tema de las cartillas, Azcárraga explica que el Ministerio tomó criterios generales y que a veces, al elegir esos criterios generales, regiones como Santa Cruz, Beni, Pando, sienten la diferencia. A veces el Ministerio de Educación da más prioridad a la concepción aymara y quechua de las otras regiones del país.

“Y puede pasar que la concepción de guaraníes, chiquitanos, mojeños y todo lo demás entre en menor cantidad porque el equipo que hizo esas cartillas está conformado, a menudo, por profesores de Cochabamba, La Paz, Oruro. Entonces ahí hay mayor exageración con contenido orientado a la cultura andina, de los valles, etc., pero esas cartillas además llegaron tarde”, dijo.

Científica y pedagógicamente, dijo que tiene que priorizarse la currícula regionalizada, y en ese caso el elemento central para el Oriente es la cultura guaraní, que se va complementando con las distintas culturas del Oriente boliviano.

“Desde el punto de vista pedagógico tendría que respetarse eso de tomar los valores y la cosmovisión regional del Oriente boliviano. Y eso establece en el diseño curricular cuando se elaboran los textos, los temas, las investigaciones, que hay un currículo general a nivel nacional, y ese currículo general debe adecuarse a las características socioculturales de cada una de las macrorregiones, el Oriente, el valle y el occidente”, aclaró.

En lo que respecta a las críticas viralizadas en algún momento por un supuesto adoctrinamiento, Azcárraga cree que son infundadas porque hay tal cultura de liberalización de la expresión de los estudiantes, que quien lidera la concepción, la ideología, los valores, es el celular.

“Es la cultura que se elabora en las grandes cadenas de las redes sociales, Google, etc. Entonces el liderazgo y el adoctrinamiento del profesor hace mucho tiempo que ya ha sido superado”, dijo, pero omitió que esa libertad de navegar no tiene en el campo la misma intensidad de las áreas urbanas.

Rol del Estado

“Lo hicimos mal, pésimo fue el año pasado, pésimo fue clausurar el año escolar y se demostró que este año casi estamos en las mismas condiciones”, criticó Azcárraga. Para él, no debió irse de manera plena a las clases virtuales o a distancia.

Cuestionó la mentalidad de construir en educación, aunque adentro los lugares estén sin laboratorios y equipos adecuados, que siga la deuda histórica de los ítems y un presupuesto que no alcanza para superar la precariedad del sistema.




Foto: Jorge Ibáñez

ANUNCIAN LA ENTREGA DE COMPUTADORAS EN LOS PRÓXIMOS DÍAS

El ministro de Educación, Adrián Quelca, anunció que la entrega de las computadoras Kuaa se hará efectiva en los próximos días.

Son 36.924 equipos que estarán destinados a estudiantes de los municipios con mayor vulnerabilidad. “Las computadoras serán para estudiantes de municipios de situación de pobreza y vulnerabilidad. Estamos generando ya el reglamento (para la entrega). Vamos a transferirlas de manera gratuita para que las autoridades municipales y los directores distritales y de unidades educativas otorguen en comodato a los estudiantes”, precisó Quelca.

Para la entrega de estos equipos se aprobó el Decreto Supremo 4483, y se tiene prevista una inversión de más de Bs 77 millones.

La distribución se hará en tres ocasiones este año. “En total serán cerca de 256.000 computadoras Kuaa que se distribuirán por todo el país para que los estudiantes puedan acompañarnos en la educación a distancia”, señaló.

En el 2014 el Gobierno entregó por primera vez computadoras, solo para bachilleres y su uso era solo en el establecimiento.

Fuente: EL DEBER