La COP16 llega a Colombia: claves de la Cumbre de la Biodiversidad
En los últimos años, algunos conceptos han tomado una fuerza especial en todo el mundo, pero especialmente en las zonas que albergan la mayor biodiversidad de nuestro planeta se ha encumbrado la discusión sobre la protección del medio ambiente, sus ecosistemas y la lucha contra la crisis climática, la cual amenaza con consecuencias que, según advierte la comunidad científica, llevarían a la Tierra a un punto de no retorno (con aumento de temperaturas, aumento del nivel del mar y catástrofes naturales, entre otros).
América Latina es una de las zonas con más bosques húmedos del mundo y, por eso, en la región la protección del medio ambiente es un tema que está cobrando cada vez más importancia.
"La naturaleza es nuestra vida, debemos protegerla", reza una de las frases del pueblo kichwa, presente en Ecuador, Perú y Colombia.
Y es que la región cuenta con algunos de los territorios más biodiversos del mundo, es decir, con más variedad de especies de seres vivos. Y estos no se limitan a la Amazonía -uno de los ecosistemas más importantes del mundo-, sino que van desde el Pantanal en Brasil, la Patagonia compartida por Argentina y Chile o la selva del Darién, que separa a Colombia de Panamá. Y esos son solo algunos de los ejemplos de la abundante biodiversidad de América Latina.
Las amenazas y necesidad de protección de estos tesoros naturales megadiversos han convertido su protección en un tema político. Cada vez hay más interés en su preservación y se exigen más acciones de los Gobiernos.
Por eso, ahora la protección del medio ambiente está en las agendas políticas de la mayoría de las Administraciones regionales: hay ministerios de Medio Ambiente en casi todos los países, se lanzan promesas electorales sobre la protección de la biodiversidad y los pueblos originarios -clave para la preservación de los ecosistemas- y se promueven conferencias nacionales e internacionales para abordar e intentar resolver las problemáticas ambientales -como es el caso de la COP16-.
Un claro cambio de paradigma respecto al siglo pasado, cuando el medio ambiente era un tema más que secundario frente a otros asuntos políticos, como las relaciones internacionales o la economía. Pero ahora la premisa es otra: 'salvar el planeta para las generaciones futuras'.
“Probaremos una vez más que es posible generar riqueza sin destruir el medioambiente”, sostuvo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el 31 de octubre de 2022, en su primer discurso después de ganar las elecciones por tercera vez en el país.
El mandatario brasileño es uno de los líderes regionales que defiende este cambio de discurso respecto a la protección del medio ambiente, ya que cuando fue elegido presidente por primera vez, en 2002, la protección del medio ambiente no figuraba entre sus promesas electorales, ni fue una de sus prioridades durante sus dos primeros gobiernos.
Y no es el único que ha incluido la protección medioambiental en su agenda política.
"La ciencia dice que si se quema la selva amazónica no hay retorno posible, porque el cambio del clima será de tal fortaleza que las cadenas naturales y de la vida, desde lo más pequeño hasta nosotros los seres humanos, nos acabaremos", afirmó Gustavo Petro, presidente de Colombia, el 14 de septiembre, desde la región colombiana del Guaviare, una de las puertas de entrada a la Amazonía.
Petro es uno de los dirigentes de izquierda que ha prometido cuidar de los ecosistemas de su país y no en vano: Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, después de Brasil, un hecho especialmente impactante si se tiene en cuenta su tamaño (1.142 millones km²), bastante reducido comparado con otros de la región.
Y ese es justo uno de los motivos por los que el país ha sido seleccionado como anfitrión de la COP16, que se celebrará del 21 de octubre al 1 de noviembre, un espacio para debatir sobre las posibles medidas para proteger la biodiversidad de la región y el mundo entero.
¿Qué es y para qué sirve la COP16?
La COP16, que por sus siglas en inglés significa "Conferencia de las Partes", es una reunión organizada por Naciones Unidas que acoge a Estados y organizaciones regionales gubernamentales y no gubernamentales, junto a otros actores como grupos de la sociedad civil.
"La COP16 tiene como objetivo principal detener la pérdida de biodiversidad global, impulsando estrategias para su conservación y restauración. Entre sus metas específicas se incluyen la adopción de un nuevo Marco Global de Biodiversidad para 2030, el establecimiento de áreas protegidas, la reducción de la contaminación y la promoción de la justicia ecológica, especialmente para pueblos originarios y comunidades rurales", explica Fernando Cortés Vivanco, politólogo, activista ambiental y cofundador de Tandari Asamblea de Jóvenes por la Sostenibilidad, una organización con sede en Ecuador.
Es fundamental la distinción entre las COP dedicadas fundamentalmente a la crisis climáticas, con una edición anual desde 1994 -la próxima edición, la COP29, se celebrará en Azerbaiyán- y las de biodiversidad. No obstante, están estrechamente vinculadas.
De una de estas reuniones sobre la crisis climática nació el Acuerdo de París, firmado durante la COP21 en la capital francesa, en el que los países miembros de Naciones Unidas se comprometieron cumplir con una serie de objetivos para luchar contra el aumento de la temperatura mundial en comparación con los niveles preindustriales -con el objetivo de que este no supere los 1,5 grados centígrados-.
Por otra parte, la cumbre que albergará Cali, como las demás cumbres por la biodiversidad, más allá de la crisis climática, se centrará en combatir la pérdida acelerada de biodiversidad en el mundo.
La COP16 representa al máximo órgano del Convenio sobre la Diversidad Biológica, firmado durante una cumbre en Río de Janeiro, Brasil, en 1992 -y ratificado por todos los países miembros de la ONU menos EE. UU. y El Vaticano- y se celebra cada dos años. Se espera que la edición de este 2024 reúna en torno a 12.000 asistentes.
Este encuentro tiene tres objetivos principales: la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos naturales -algunos ejemplos son materias primas como la madera o el caucho o la caza y pesca de animales- y un reparto justo de los beneficios generados por este uso sostenible de los recursos.
FUENTE: FRANCE24