Farfán, el narco que tomó todo el norte argentino
Vivía en Santa Cruz antes de ser detenido. Llevaba droga por la vía aérea y terrestre hasta ciudades del norte argentino
José Miguel Farfán era el narco más buscado en el norte de Argentina y en tres ocasiones logró salir de prisión: todas pagando a jueces y fiscales para obtener libertad. En la cuarta oportunidad no pudo. Desde 2019 está preso en su país por llevar cocaína en diferentes modalidades desde Bolivia. Para no ser detenido, intentó cambiar de rostro en Santa Cruz y hasta cambió de identidad.
Farfán tenía una identidad falsa en Bolivia. Vivía en Santa Cruz de la Sierra con el nombre de Miguel Ángel Salazar Yavi. Es argentino y se ganó un apodo cinematográfico: el “Chapo Guzmán del Cono Sur”. Durante más de dos décadas fue uno de los proveedores más importantes de cocaína en el norte y centro de Argentina. La droga que producía en Santa Cruz y el Chaco boliviano servía para abastecer los espacios rojos de Rosario, o la villa 1-11-14 del Bajo Flores, en la capital argentina, o Córdoba.
Para dominar la provisión de cocaína en el centro y norte argentino, Farfán contó con la ayuda de varios jueces federales, a los que pagó sobornos. Dos de ellos son Raúl Reynoso y José Antonio Solá Torino. El primero está preso –ahora con detención domiciliaria- y el segundo se suicidó hace dos años luego de que se dejó firme su condena en 2018 y tenía que retornar a la cárcel.
Farfán está detenido en el penal de Ezeiza -en la provincia de Buenos Aires- desde febrero de 2019, cuando Bolivia lo expulsó tras atraparlo en una mansión en Santa Cruz de la Sierra. “Se había cambiado el rostro con cirugías estéticas porque usaba un nombre falso”, reveló Carlos Amad, fiscal federal de Salta.
Bombardeos de cocaína
Farfán manejaba los llamados bombardeos de cocaína en el norte argentino. Esta droga que caía del cielo se fabricaba en Bolivia. Él manejaba el negocio, algo que lo convirtió en un magnate, que se movía con una Hummer amarilla en Santa Cruz de la Sierra, según datos de la Fiscalía de Salta.
“Se estaba cambiando su cara con cirugías estéticas. Ya se había operado. Cuando lo detuvieron en Santa Cruz de la Sierra se lo expulsó del país, porque era argentino. Cruzó por Salvador Mazza y la Gendarmería lo detuvo. Fue juzgado y condenado a 15 años y está preso actualmente en el penal de Ezeiza”, detalló Amad.
Farfán fue expulsado por el Gobierno boliviano.
Nació en Jujuy el 6 de mayo de 1960 y tenía propiedades en varias provincias, como por ejemplo: campos en Tucumán y en Salta, como en las poblaciones de Apolinario Saravia y Las Lajitas, donde las avionetas arrojaban las bolsas llenas de cocaína.
Su droga llevaba el sello W, según la Fiscalía de Salta. Es que en un inicio trabajaba con Wilson Maldonado Balderrama, un narco que tenía como fachada ser empresario boliviano. Él fue acusado de ser uno de los proveedores de cocaína más grandes de la región y le decían el “magnate de la cocaína”. Su sede de operaciones era Santa Cruz de la Sierra.
El viernes, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, respaldó la política antidroga del Gobierno y aseguró que hay más mafias desarticuladas.