ASFI rechaza evaluación de Felaban y asegura que el sistema financiero es solvente y está en buena situación
La entidad reguladora aseguró que bancos y otras entidades financieras cumplen una función social en el marco de la Constitución.
La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) rechazó las declaraciones del secretario general de la Federación Latinoamericana de bancos (Felaban), Giorgio Trettenero, sobre la situación de la banca boliviana y ratificó que los bancos y demás entidades financieras del país son solventes y están en una buena situación.
“El señor Trettenero, en un total desconocimiento de la realidad económica de Bolivia, del sistema financiero y, principalmente, de la orientación del modelo económico social comunitario productivo, emite criterios absolutamente tergiversados, con una óptica liberalista, sin considerar que el sistema financiero da estricto cumplimiento de la función social, en el marco de lo previsto en la Ley de Servicios Financieros bajo los fundamentos de la Constitución”, indicó la reguladora en un comunicado enviado a este medio.
En una entrevista con EL DEBER, el secretario general de Felaban afirmó que en Bolivia “hay poca rentabilidad y mucho riesgo para el inversor”, debido al porcentaje de impuestos y a los recursos que el sector debe destinar de manera obligatoria a fondos de garantía, entre otros.
La ASFI sostiene que esta perspectiva es “limitada”, ya que estos más de 16 años, el modelo implementado por la administración del Movimiento al Socialismo (MAS) y el papel del sistema financiero han posibilitado que la pobreza se reduzca del 65% a fines de los años 90 al 36% en 2021; y que la pobreza extrema caiga del 41 al 11% en ese mismo periodo.
Otros logros de esta coordinación, según el regulador, es que en el periodo 2005-2021 los créditos y depósitos con respecto al PIB aumentaron del 38 al 76% y del 35 al 71%, respectivamente; que la cobertura de servicios financieros en los municipios pasó del 50 al 82%; y que de 17 puntos de atención financiera por cada 100.000 habitantes se pasó a 68. Asimismo, el número de cuentas de depósito se incrementó de 1,9 millones en 2005 a más de 14,4 millones a julio de 2022, mientras que el número de prestatarios se elevó de 0,5 millones a 1,8 millones.
“Cerca al 50% de los depósitos se encuentran en la modalidad de plazo fijo, con permanencia mayor a un año, lo que denota no solo una alta capacidad de ahorro de los hogares sino una elevada confianza en la economía boliviana y el sistema financiero en términos de su estabilidad y solidez”, consideró la ASFI.
Con respecto a las declaraciones sobre la rentabilidad en Bolivia, que según Trettenero es la más baja de América Latina, la reguladora sostuvo que en la región no solo “existen sistemas financieros con mucho menores indicadores de rentabilidad”, sino que no se consideraron aspectos propios del sistema financiero boliviano, como el que ese sector económico es uno de los que más utilidades percibió en 2021.
“En términos acumulados, durante los tres quinquenios de aplicación del modelo económico social productivo, las utilidades superan con creces las logradas en la época neoliberal”, observó la institución.
Por otra parte, la fijación de topes para las tasas de interés de los créditos productivos y de vivienda social, y el establecimiento de niveles mínimos de colocación de cartera, viabilizaron “indicadores de crecimiento financiero jamás vistos en el país”, que han permitido el acceso al crédito de miles de hogares y empresas que antes estaban marginados del sistema financiero.
Estos resultados se alcanzaron también con la creación de los fondos de garantía para los créditos para el sector productivo, vivienda social, capital semilla y el sector gremial. "Estos fondos, constituidos con el 6% de las utilidades anuales de la banca como parte de su función social, contribuyen a dinamizar el aparato económico nacional, con efectos muy positivos sobre el desempeño del sector financiero", indicó la reguladora, que continuó dando otros indicadores de solvencia y salud del sistema.
"En consecuencia, la buena situación del sistema financiero es el resultado de la aplicación coordinada de las políticas financieras y regulatorias direccionadas desde las autoridades de Gobierno y las estrategias comerciales de parte de las entidades, pero, sobre todo, del gran esfuerzo que realizan las familias bolivianas y las unidades empresariales para reactivar sus economías y cumplir oportunamente con sus obligaciones financieras", finalizó la ASFI en su carta enviada a EL DEBER.