YPFB enfrenta “condiciones críticas” por falta de dólares, alerta el Gobierno

El ministro de Hidrocarburos advierte que YPFB opera al límite por la escasez de divisas, afectando el abastecimiento de diésel y gasolina en Bolivia.
Escasez de dólares complica la operación de YPFB
El ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, reconoció este miércoles que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) está operando en “condiciones críticas constantes” debido a la falta de dólares para sostener las importaciones de combustibles, una situación que ya genera impactos en la economía productiva y en la vida cotidiana de los bolivianos.
“En el tema de diésel, YPFB opera en condiciones críticas constantes porque no puede contar con los stocks suficientes para garantizar la continuidad ante cualquier contingencia”, explicó Gallardo.
Demandas internas sin cobertura total
A pesar de los esfuerzos de la estatal para entregar el 100% de la demanda programada de diésel y gasolina, el ministro admitió que la falta de divisas impide responder con solvencia a los picos de sobredemanda. Esto mantiene largas filas en estaciones de servicio y perjudica a transportistas y sectores productivos.
“Si bien existen algunos picos por sobredemandas, de alguna manera se está dando la continuidad del volumen que se requiere para la distribución”, afirmó.
Freno a créditos agrava la crisis de importación
El presidente Luis Arce también apuntó que el problema se agrava por el bloqueo en la Asamblea Legislativa que frena la aprobación de créditos externos necesarios para financiar las importaciones. Esto deja al Gobierno sin margen para aumentar la disponibilidad de dólares y reforzar el abastecimiento.
Según el propio Arce, mientras no se destrabe el financiamiento, “no se pueden garantizar los recursos para importar combustibles y acabar con las filas”.
Combate a la especulación y mercados paralelos
El ministro Gallardo añadió que, además de la falta de divisas, persiste el problema de clanes dedicados a la reventa de combustibles a precios especulativos, que golpean al consumidor final. La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y otras instancias mantienen operativos para desarticular estas redes, aunque sin erradicar completamente el fenómeno.