Toneladas de coca con el sello Coca-Cola

La empresa que suministra a Coca-Cola un ingrediente "decocainizado"

Una compañía química con sede en Nueva Jersey lleva décadas importando hojas de coca para producir uno de los ingredientes del popular refresco y vendiendo sus derivados, una pasta de coca, para anestesia a clínicas dentales

Durante años nadie tuvo una idea clara de lo que pasaba dentro de esa fábrica de Nueva Jersey. Los vecinos de Maywood, un barrio tranquilo a unos 15 kilómetros al este de Manhattan, veían con frecuencia un coche de policía aparcado frente a la entrada, custodiando las instalaciones, y el humo blanco saliendo por las chimeneas industriales temprano en la mañana y durante ciertas noches. Asumían que era una más, sin sospechar que se trata del único lugar de Estados Unidos donde se producen toneladas de cocaína pura cada año de forma legal, valoradas en unos 2.000 millones de dólares. Y no sólo eso. Es el proveedor exclusivo de Coca-Cola del extracto de coca.

La multinacional del rojo irresistible de sus latas y las curvas seductoras de su botella original consigue su adictivo sabor gracias, en parte, al suministro de esa compañía química con permiso de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) para importar hojas de coca desde Bolivia y Perú.

Las hojas se usan para producir un ingrediente "decocainizado" para el popular refresco y el resto del subproducto de la cocaína se vende a un peso pesado de los opiáceos que a su vez lo despacha como anestesia para consultas de dentistas, de acuerdo al diario británico Daily Mail.

La fábrica, originalmente en manos de un empresario alemán y después adquirida por la firma Stepan, lleva procesando hojas de coca para la más reconocible de las multinacionales estadounidenses desde hace más de un siglo, usando su relación con el gigante de las bebidas carbonatadas para renovar su licencia especial con la DEA e importar hasta 500 toneladas métricas de coca al año.

Ni Coca-Cola ni Stepan ni la DEA han querido comentar sobre la discreta fábrica de Nueva Jersey, pero el acuerdo existe desde hace décadas y es un secreto a voces. De hecho, el diario The New York Times se hizo eco de ello en 1988 a través de una serie de entrevistas entre miembros del gobierno de EEUU -Ronald Reagan, protagonista de una cruzada antidroga durante su mandato, era el presidente entonces- y científicos involucrados con programas de investigación sobre narcóticos. Explicaron que Stepan eran el importador de hojas de coca que usaban para su bebida más vendida a través de su sede en Maywood, NJ.

Uno de los portavoces del gigante con sede en Atlanta, Randy Donaldson, admitió en esa ocasión que "se usan ingredientes de la hoja de coca, pero no hay cocaína en la bebida y es regulado de forma estricta por las autoridades". Existen reportes, además, sobre la importación de 175.000 kilos de coca para Coca-Cola durante 2003 y de la actividad de la fábrica al menos desde los años 80.

Stepan, cuya sede central está en Illinois, opera desde Nueva Jersey con dos licencias, una para importar las hojas de coca y la otra para "otras sustancias controladas" con las que "se esfuerza por proporcionar soluciones químicas innovadoras para un mundo más limpio, más saludable y con mayor eficiencia energética", de acuerdo a su página web.

Tiene, además, relación con Mallinckrodt, el gigante farmacéutico que figura como la única entidad en EEUU con permiso para recibir cocaína de Stepan y purificar el extracto para convertirlo en clorhidrato de cocaína de grado farmacéutico, utilizado como anestésico local por uso médico, incluyendo en ojos, oídos y nariz, además de las prácticas dentales.

La relación de la cocaína con la Coca-Cola es casi tan antigua como la bebida en sí. El narcótico formó parte de su lista de ingredientes hasta 1903, cuando la presión social y la de la prensa de la época empujó a la compañía a dejar de usarla. De hecho, el único cargo criminal contra la entidad fue en 1911 por parte del Departamento de Agricultura por la comercialización y venta de "una bebida adulterada que era nociva para la salud porque contenía un ingrediente nocivo: la cafeína", de acuerdo al entonces Buró de Química del país.

Pero Coca-Cola no dejó de usar la hoja de coca en la fórmula secreta para darle sabor a su refresco, obligado a lidiar con la ley federal de 1914 que comenzó a regular la importación de hoja de coca. Dos compañías resultaron favorecidas por el gobierno: la alemana Merck, por un lado, y la Maywood Chemical Works -también propiedad de un alemán- que acabaría adquiriendo la Sherman que hoy produce las dos toneladas de cocaína al año para la multinacional.

A Merck le permitieron seguir importando el producto de Perú e Indonesia para la producción de analgésicos y a Maywood para extraer y destruir el alcaloide de la cocaína con el que fabrica la llamada Fórmula #5, el ingrediente aromatizante a base de hoja de coca que todavía se usa en la Coca-Cola en la actualidad.

La bebida ya era inmensamente popular en los años 30 y eso ayudó a que el gobierno les allanara el camino. Harry Anslinger, ex jefe del Buró Federal de Narcóticos en Estados Unidos, contribuyó en gran medida al éxito de la compañía de refrescos al bloquear el acceso de otras empresas al producto de Maywood. Hoy sigue siendo coto privado de Coca-Cola, en una relación centenaria que se antoja indivisible.

Fuente: El Mundo