Revelan que la ABT autorizó a 10 empresas carboneras para talar el Bosque Chaqueño en Yacuiba y Villa Montes

Efraín Rivera, secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Tarija, informo sobre la seria preocupación que existe ante la actividad industrial ilegal de deforestación en el Chaco, especialmente vinculada a la producción de carbón.

Rivera explicó que, como autoridad ambiental, la Gobernación ha estado coordinando con la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) para abordar la problemática. Durante una visita a la región, se identificaron diez concesionarios involucrados en actividades de deforestación para la producción de carbón, seis en Yacuíba y cuatro en Villamontes, que cuentan con permisos de la ABT, pero se detectó que no cumplen con las autorizaciones necesarias a través de un plan de manejo.

El secretario destacó que a pesar de haber empresas autorizadas hay muchas empresas que estan trabajando de manera ilegal en el Chaco y esto no solo está afectando el entorno natural, sino que también tiene impactos socioeconómicos.

La venta de carbón a precios significativamente bajos, verificándose la comercialización de una bolsa por tan solo 30 bolivianos, ha generado una competencia desleal y distorsiones en el mercado local. Además, parte de este carbón se está exportando a Perú, donde alcanza un precio de alrededor de 300 bolivianos por bolsa

Esta creciente industria está generando graves problemas de deforestación en el Chaco, poniendo en peligro especies de maderas valiosas como el Cedro, Quina, Cuchic y Orundel. «Hasta el momento, tenemos en peligro el Cedro, una madera de alto valor en este momento prácticamente ya no la tenemos», lamentó Rivera. Además de afectar la biodiversidad, estas actividades ilegales están generando un grave impacto en la fauna silvestre, con olas de calor intensas y escasez de lluvias que modifican los hábitats naturales.

Rivera subrayó la importancia de un plan de uso y manejo del suelo, conocido como «plus», que actualmente no se está implementando de manera adecuada. La falta de este plan permite la actividad ilegal y amenaza la fuente de agua para el río Pilcomayo.

La Gobernación de Tarija está tomando medidas para abordar esta situación crítica, realizando relevamientos y coordinando esfuerzos para proteger la biodiversidad y la sustentabilidad del Chaco. La preocupación de Rivera se centra no solo en los impactos ambientales sino también en la amenaza a la vida de las comunidades que dependen de estos recursos naturales.

Rivera enfatizó la necesidad de una gestión responsable del medio ambiente por parte de la ABT y la importancia de involucrar a las comunidades locales en la preservación de sus recursos.

La actividad ilegal de deforestación no solo afecta el entorno natural, sino que también compromete la calidad de vida de las personas que dependen de estos bosques para su sustento.

Fuente: El Andaluz