Reducción de peces en el Pilcomayo preocupa a Weenhayeks
La pesca en el Chaco se redujo abruptamente en las últimas dos semanas, afectando de gran manera la economía del pueblo Weenhayek y de la población que se dedica a la pesca, comercio y transporte de peces.
Pescadores, comerciantes y transportistas que viven de la actividad piscola en el río Pilcomayo, en Villa Montes – Tarija, se encuentran sumamente preocupados por la paralización de la pesca que se viene registrando en las últimas semanas en este afluente, debido a la baja cantidad de peces que pasan por la zona.
El responsable de la Dirección de Biodiversidad Conservación y Desarrollo de la Fauna (Codefauna) dependiente de la Gobernación, Evelio Tellez, informó a El País que las concesiones han reportado que, desde hace aproximadamente un mes se ha reducido abruptamente la pesca en el río Pilcomayo y en las últimas dos semanas con mayor intensidad, debido a la ausencia de peces de la especie sábalo.
“Actualmente no hay sábalo en el Pilcomayo, los transportistas y muchas movilidades están paradas, si hay movilidades pequeñas de la parte de O´Connor, pero las concesiones, transportistas, Codefauna regional están preocupados debido a que el sábalo mueve la economía tanto en Villa Montes, en Tarija y nivel nacional”, dijo Tellez.
El capitán grande del pueblo indígena Weenhayek, Pablo Perez Saqueo, en entrevista con El País, ha confirmado la crítica situación. “Estamos bien fregados porque no hay (peces) por acá, se está sacando en poca cantidad y para el comercio local”, dijo a tiempo de advertir que las concesiones y sectores pesqueros aguardan con ansias la llegada de una nueva ola de cardumen.
Se estima que la reducción de peces se debe a que en la temporada de frío el pescado se asienta en el agua. En los próximos días Codefauna realizará el correspondiente monitoreo para confirmar que ocurre río abajo.
De acuerdo a Pérez, algunos pescadores estarían sacando de 2 a 5 pescados al día, cuando en temporada alta sacaban 2, 5 y 7mil pescados, una situación que perjudica de gran manera al pueblo Weenhayek, cuya economía depende fundamentalmente de la pesca que se realiza entre los meses de mayo y septiembre.
Ante la situación, algunos pescadores de Dorbigny y Esmeralda se estarían trasladando hacia otros sectores del río a pescar, sin embargo, preocupa que puedan llegar a zonas de desove en la parte de O´Connor.
“Se debe controlar para que la gente no pesque en zonas reproductoras y así se pueda garantizar que se conviertan en alevines y miguen a alimentarse al Bañado las Estrellas en Paraguay para que luego migren río arriba y haya pescado en Tarija los siguientes años”, mencionó Téllez.
Consumidores y comercializadores han reportado que los peces que llegaron a Tarija en la presente gestión han sido en mayor cantidad y de mayor tamaño que en gestiones pasadas y se espera que fenómenos del niño (como la sequía) no afecten con su reproducción.
El crecimiento y migración de la especie del sábalo depende de la cantidad de lluvia anual que se presenta en el Chaco boliviano y que produce inundaciones en el Pilcomayo.
Se aproxima una oleada de cardumen
Un reporte de la aproximación de una nueva oleada de cardumen ha devuelto las esperanzas a los pescadores, concesiones pesqueras, comerciantes y transportistas que, desde el mes de abril, cuando se levantó la veda, se han apostado en los márgenes del río Pilcomayo.
De acuerdo a Codefauna, se estima que esta nueva oleada de cardumen en la que se encuentran la boga, el dorado, el sábalo y otras especies, llegue a territorio boliviano en las próximas dos semanas. Quienes se dedican a la actividad piscola podrán aprovechar de estos cardúmenes hasta que se vuelva a declarar veda, que busca garantizar que año a año haya peces en el Pilcomayo.
La pesca sustenta a 7.300 familias weenhayeks
La actividad pesquera comercial en el río Pilcomayo, en la región del Chaco, representa el sustento de más de 7.300 familias weenhayeks del departamento de Tarija.
Las familias están organizadas en grupos, entre cargueros, pescadores con redes y a pie, de acuerdo a las concesiones autorizadas.
De acuerdo a la Resolución Administrativa se prohíbe la pesca y comercialización de sábalo que tenga menos de 35 centímetros de longitud, el surubí de 6 kilos, el dorado de 3 kilos y 60 centímetros de largo, la boga de 35 centímetros.
Fuente: El País