Oscar Montes como gobernador de Tarija tiene la obligación de resolver el conflicto con el sector salud

El jueves cinco trabajadores de salud de Tarija han tomado la drástica medida de crucificarse en las ventanas del edificio de la Gobernación, exigiendo la renuncia del director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), el asesor legal y la responsable de recursos humanos. 

Esta acción extrema evidencia la gravedad de un conflicto que ha escalado progresivamente y que pone en jaque la gobernabilidad y la atención en salud en el departamento, pero también afecta a imagen del departamento y el clima al interior del mismo.

El Gobernador Óscar Montes debe asumir su responsabilidad para evitar que el conflicto se polarice aún más. La situación ya ha alcanzado niveles de tensión inéditos, y mantener esta postura solo agrava un problema que requiere soluciones inmediatas. 

Montes debe demostrar su capacidad para resolver conflictos y propiciar el diálogo con el sector de salud, dejando de lado actitudes que los trabajadores califican de soberbia y descalificación. De no hacerlo, el sector no descarta medidas de mayor presión, como huelgas de hambre.

El conflicto, que suma varios paros escalados de 24, 48, 72 y ahora 96 horas, con bloqueos en las instalaciones del Sedes, está previsto culminar el viernes 15 de noviembre. Según el ejecutivo del Sindicato de Trabajadores en Salud, Omar Velásquez, el futuro de las medidas será definido de manera orgánica, mientras que el sector advierte con intensificar las movilizaciones si el director del Sedes, Oscar Camacho, no es removido y el gobernador no establece un canal de diálogo, tienn la obligación de resolver el problema.