Longaric: Se usó al Silala y el mar “para manipular” al pueblo

El expresidente Evo Morales visitó la zona del Silala, en Potosí. Foto: Archivo / Página Siete

Alertan que reconocer que las aguas que provienen de Potosí son “ compartidas” puede sentar un precedente para disputar la propiedad de otros cursos hídricos.

“En los últimos años, dos de los temas más sensibles en la política exterior boliviana -el Silala y el tema marítimo- fueron usados para manipular al pueblo boliviano sin ningún reparo”, afirmó la canciller Karen Longaric  en una carta que envió a Página Siete. La misiva surge después de  la entrevista que realizó este medio a Eduardo Rodriguez Veltzé, el pasado domingo. 

El expresidente volvió a Bolivia  después de seis años y algunos meses de cumplir funciones como embajador ante Holanda y los Países Bajos, embajador concurrente ante Portugal y agente ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Fue  destituido del cargo a pocos días de la posesión de la presidenta Jeanine Añez, aunque la Cancillería afirma que éste renunció a su cargo.

Longaric señala que en los alegatos  durante la gestión del ex-Agente Rodríguez Bolivia afirmó que una parte de las aguas del Silala fluyen de manera natural hacia Chile. Por lo tanto, constituyen aguas compartidas. “El gobierno de Evo Morales y su ex-Agente no han tenido la honestidad suficiente de informarle al pueblo boliviano y  especialmente a Potosí sobre esto”, aseveró.  

 Por su parte, en la entrevista, Rodríguez Veltzé dijo que el proceso del Silala se encuentra prácticamente concluido. Señaló que se han agotado las rondas de alegatos escritos y queda pendiente una convocatoria de la Corte para definir una reunión con el presidente y los agentes de ambos países, Bolivia y Chile. 

“Mi impresión personal es que esa demanda resultaba innecesaria porque éste y otros temas que tienen relación con recursos hídricos compartidos no deberían litigarse, deberían cooperarse”, dijo el ex-Agente de Bolivia.

Para Longaric ese actuar fue deshonesto con el pueblo boliviano, ya que, desde el inicio del proceso en 2016, la posición de Bolivia se sustentaba en que el Silala es un manantial y no un curso internacional compartido.

El exprefecto de Potosí Sergio Medinacelli aseguró que está demostrado que las aguas del Silala pertenecen a un yacimiento acuífero entrampado hace millones de años (dato de Sergeotecmin).

“Los ingenieros chilenos del ferrocarril construyeron un sistema de canales tipo esqueleto de pez para recoger las aguas antes de que se vuelvan a penetrar llevándolas por los canales a un estanque en Chile”, dijo. 

Remarcó que no existen vestigios geológicos para demostrar que tales bofedales sean un río, pues, en el área no llueve. Tampoco existen aguas que discurran de los cerros aledaños. 

El expresidente Evo Morales también afirmó varias veces que esas aguas fluyen de manera artificial hacia el territorio chileno. Incluso aseguró que existen investigaciones que lo confirman.

“Nuestra contramemoria (presentada en agosto de 2018 ante la Corte Internacional de Justicia) se fundamenta en estudios e investigaciones geológicas, geofísicas, hidráulicas, hidrológicas, hidroquímicas y medioambientales que confirman que un caudal considerable de las aguas del Silala fluye artificialmente hacia el territorio chileno”, publicó Morales por Twitter en 2019.

Esa era la posición del equipo jurídico del  que también fue parte  Rodríguez Veltzé, que el Silala fluye artificialmente gracias a las obras de canalización. Por  otro lado,  Chile insistía que es un río internacional  natural.

Sin embargo, según la Cancillería, en la contramemoria presentada ante la Corte de La Haya, Bolivia admitió que parte de las aguas fluyen de manera natural hacia Chile.

Página Siete consultó al excanciller  Javier Murillo  sobre el tema, quien afirmó que desconoce los documentos presentados ante la Corte, pero ratificó su postura expresada hace un par de años. “Sostuve con insistencia en que, en vista de los antecedentes técnicos y jurídicos, debería insistirse ante la Corte  que se trata de un asunto de agua transportada”, explicó Murillo. 

Reiteró que no existía ningún flujo natural de las aguas del acuífero del Silala antes de 1908. Explicó que se tuvieron que reunir y canalizar alrededor de 90 ojos de agua, afloraciones subterráneas para conducirlas al territorio chileno a través de extensas tuberías y canales.

“Por lo tanto, habría sido un grave error aceptar el criterio de que se tratara de aguas compartidas o un río internacional”, sentenció Murillo.

En su criterio, tampoco es aceptable considerar las aguas del Silala como depósitos subterráneos transfronterizos, porque “si así fuera, Chile podría haber captado dichas aguas en su propio territorio, aguas abajo. No habría necesitado, solicitar una concesión al Estado boliviano representado por la Prefectura de Potosí”, afirmó.

¿Por qué Chile está interesado en el Silala?

El excanciller Javier Murillo advirtió que el motivo por el que Chile se empeñó  en que el  Silala sea reconocido como un río internacional no es necesariamente por los 145 o 170 litros de agua por segundo, sino para sentar un precedente.

“Es porque dentro de la lógica de su geopolítica, apunta a ser reconocido, automáticamente, como propietario también del 50% de todos los recursos, en territorio boliviano, que tengan las mismas características del Sistema del Silala”, alertó. 

Reconocer que las aguas del Silala son compartidas implicaría que todos los reservorios subterráneos -que Bolivia tiene derecho a utilizar en el futuro, en su exclusivo beneficio- también se disputen. 

Este podría ser el motivo por el que la Corte pone énfasis en las porciones subterráneas del sistema. “Bolivia debe dejar en claro que no aceptará que un fallo de esa naturaleza genere tal precedente”, alertó.

Para Sergio Medinaceli, exprefecto de Potosí, reconocer el Silala como compartido sería un fracaso diplomático. “Aunque no diga que es río -porque eso sería absurdo- posiblemente disponga el uso compartido, lo cual  perjudicaría notablemente a Potosí”, aseveró.

Canciller  Longaric  visita a la CIJ de La Haya.

Foto: Cancillería

“Se debe asumir la derrota en el tema marítimo con seriedad”

En la carta enviada a este medio, la canciller Karen Longaric también se refiere al tema marítimo y enfatiza que la demanda ante la CIJ no fue una decisión de Estado, sino “un cálculo político interno del gobierno de Evo Morales”.  Señaló que se debe asumir esa “derrota con la seriedad e importancia que amerita”.

El ex-Agente Eduardo Rodríguz Veltzé hizo  una autocrítica sobre una “impronta nacional al exigir acceso al mar con soberanía”. “Exigían que si no había soberanía en la solución no había nada, pues habrá que reflexionar sobre eso, no solamente una crítica hacia el anterior gobierno, sino a quienes impulsaron este concepto como determinante”, dijo.

Consultado sobre si cree que Chile tenga  la voluntad de retomar esta negociación, Rodríguez dijo que “no sería la primera vez que algunos presidentes de Chile dan por cerrada cualquier posibilidad de negociar o de retomar el tema marítimo”. 

Además señaló que hay testimonios de presidentes chilenos que reconocieron la existencia del problema y la necesidad de resolverlo. “Entonces, tenemos que asumir que éste es un desafío diplomático”, alentó. 

Longaric criticó que Rodríguez Veltzé  haya insinuado que el tema marítimo no se agotó ni terminó en la CIJ, sino que se abre una nueva proyección. “Le pido que explique al país: ¿cuál es esa nueva proyección supuestamente favorable?”, instó la Canciller.

En la entrevista Rodríguez Veltzé denunció que a tres meses de haber retornado a Bolivia  pidió  explícitamente  transferir información de ese proceso, además de gestiones diplomáticas confidenciales. “Esta reunión todavía no se ha producido. No entiendo las razones”, comentó.

Longaric recordó que  la renuncia de Rodríguez fue  voluntaria. “Los diplomáticos designados por Evo Morales, en su gran mayoría, fueron operadores políticos del régimen y no funcionarios profesionales de la carrera”, dijo.

El litigio en  La Haya

El 23 de marzo de 2016, Evo Morales anunció una demanda en contra de Chile por las aguas del Silala, calificando a ese país como “ladrón de aguas”. 

2016  El 6 de  junio, Chile se adelantó y demandó  ante la Corte Internacional de Justicia. Pidió que la CIJ establezca que el Silala es un río internacional, de un uso racional y equitativo.

2018 El 31 de agosto Morales presentó ante la CIJ la contrademanda para que  la Corte “declare que Bolivia tiene soberanía sobre los canales artificiales y los mecanismos de drenaje”.

2018 En octubre, el agente Eduardo Rodríguez Veltzé solicitó que se abra una fase de alegatos escritos y la petición fue escuchada, serían  referidas a la contrademanda  de Bolivia.

2019 El 15 de febrero, el Gobierno chileno presentó  su réplica. Se plantea a la Corte que el Silala es un río internacional que fluye naturalmente desde el territorio boliviano al chileno.

2020 El 12 de febrero, la canciller  Karen Longaric  visitó  la Corte Internacional de Justicia (CIJ). La acompañó  el embajador Jaime Aparicio, quien fue designado como nuevo agente del país.

CARTAS A LA DIRECTORA

Sobre la entrevista del ex-Agente ante La Haya, Eduardo Rodríguez. 

Durante el gobierno de Evo Morales, la política exterior boliviana estuvo caracterizada por una fuerte politización e ideologización, careció de una visión de Estado y estuvo sujeta al cálculo político interno. Es así que en los últimos años, dos de los temas más sensibles en la política exterior boliviana -el Silala y el tema marítimo- fueron usados para manipular al pueblo boliviano sin ningún reparo. Por eso me veo obligada a aclarar las afirmaciones del ex-Agente ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Eduardo Rodríguez. 

Desde que asumí la responsabilidad de llevar adelante la política exterior de Bolivia, el litigio del Silala ha sido una de mis prioridades. Dirigí todos mis esfuerzos y los del equipo de profesionales que me acompañan a revisar los expedientes del caso y a seleccionar un nuevo agente, sin consideraciones de orden político. Esta vez, el agente designado es un diplomático de carrera con amplia experiencia en Derecho Internacional. 

Eduardo Rodríguez afirmó que el proceso ante la CIJ se encuentra “prácticamente concluido“.  Debo aclarar que lo que ha concluido es el debate escrito sobre la naturaleza del Silala. Bolivia, en dichos alegatos,  durante la gestión del ex-Agente Rodríguez,  ha afirmado que una parte de las aguas del Silala fluyen de manera natural hacia Chile y por tanto constituyen aguas compartidas entre Bolivia y Chile. El gobierno de Evo Morales y su ex-Agente no han tenido la honestidad suficiente de informarle al pueblo boliviano y  especialmente a Potosí sobre esto. A diferencia de esta actitud, el gobierno de la Dra. Jeanine Añez se ha comprometido a actuar con total transparencia en la conducción de la fase final en que se encuentra esta controversia. 

Respecto a la renuncia de Eduardo Rodríguez,  de fecha 12 de noviembre de 2019,  ésta fue aceptada por la Cancillería el 15 de noviembre de 2019. El señor Rodríguez no fue destituido, sino que renunció voluntariamente a su cargo.  Lo único que hice fue aceptar, en el marco de la ley, su propia renuncia presentada en la fecha referida. Debo recordarle que la Convención de Viena regula las relaciones diplomáticas entre Estados y no los asuntos internos del manejo de personal  en una Cancillería. 

En relación al tema marítimo, en la entrevista con Página Siete, el ex-Agente Rodríguez desaprensivamente sostiene que el “tema marítimo no se agotó ni terminó en la CIJ, sino que se abre una nueva proyección“. Le pido que explique al país: ¿cuál es esa nueva proyección supuestamente favorable? 

La demanda ante la CIJ  sobre el tema más importante e histórico de la política exterior boliviana no fue, como pretende hacernos creer el ex-Agente, una decisión de Estado, sino un cálculo político interno del gobierno de Evo Morales, cuyas consecuencias no han sido favorables para el país. No sólo  hubo una sentencia contundente y adversa en el tema marítimo, sino que para  poder demandar a Chile, el gobierno de Morales tuvo que reconocer la plena validez del Tratado de 1904. Por eso esta derrota no puede ser minimizada, debe ser asumida con la seriedad e importancia que amerita.

También me veo en la obligación de  recordarle al ex-Agente que los diplomáticos designados por Evo Morales, en su gran mayoría, fueron operadores políticos del régimen y no funcionarios profesionales de la carrera diplomática. 

En mi condición de funcionaria de carrera, he asumido el compromiso de institucionalizar el servicio exterior, mediante la implementación del escalafón diplomático, incorporando a graduados de la Academia Diplomática y a jóvenes profesionales con maestrías y estudios superiores para contar con una planta profesional y eficiente en el Servicio Exterior boliviano.

Karen Longaric. Ministra de Relaciones Exteriores

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