Ley que regula etiquetado de alimentos procesados lleva siete años sin aplicación en Bolivia
El Artículo 6 de la Ley establece que el Ministerio de Salud, a través de la Dirección General de Promoción de Salud, “se constituye en la Autoridad Competente Nacional” para la implementación.
“Muy alto en (sodio-azúcar-grasas saturadas)”, “Medio en…”, “Bajo en…”, es la información que debía figurar hace al menos cinco años en el etiquetado de los envases de alimentos procesados, como parte del derecho a la información de los consumidores, para prevenir sobre ingesta de productos nocivos para la salud y por una alimentación sana.
Mientras tanto, el Colegio de Nutricionistas y Dietistas y el Ministerio de Salud, en 2020, alertaron sobre la “epidemia nacional de malnutrición por exceso, sobrepeso y obesidad” con el consecuente aumento de enfermedades crónicas como arteriosclerosis y enfermedad coronaria, hipertensión, ciertos tipos de cáncer, osteoporosis, enfermedades hepáticas y renales y diabetes.
“Yo lo que he visto es que no se aplica está la norma (Ley 775), falta que las instituciones que están encargadas de socializar y difundir no lo están haciendo, y si lo hacen es con muy bajo perfil, no hay una difusión masiva”, dijo a ANF el viceministro de Defensa de los derechos del usuario y consumidor, Jorge Silva.
Agregó que la Ley debería concientizar a la población para tener un consumo sano, pero “no se siente eso, posiblemente haya, pero no es con la intensidad que se requiere”.
La Ley 775 de Promoción y Alimentación Saludable promulgada el 8 de enero de 2016 tiene la finalidad de “contribuir al ejercicio del derecho humano a la salud y a la alimentación sana, adecuada y suficiente para Vivir Bien”, sin embargo, hasta la fecha no cuenta con un reglamento para que sea implementada por el gobierno central, las gobernaciones y los municipios, señaló la presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Bolivia, Miriam Lupaca.
“Dentro de norma está todo lo que es educación alimentaria nutricional, todo lo que es etiquetado nutricional, porque hoy en día una persona compra los alimentos, pero no se fija en la etiqueta nutricional, sobre qué estamos consumiendo”, enfatizó.
Señaló que hay alimentos ricos en azúcar, ricos en sodio como la sal, pero, al no haber la reglamentación de la Ley, “no alertamos a la población que eso les puede dañar, por tanto, no se pone en práctica el etiquetado nutricional y ese es un problema que tenemos actualmente”.
El Artículo 6 de la Ley establece que el Ministerio de Salud, a través de la Dirección General de Promoción de Salud, “se constituye en la Autoridad Competente Nacional” para la implementación.
El Artículo 1 de las Disposiciones Finales establece que el Ministerio de Salud queda encargado de revisar quinquenalmente los parámetros técnicos para la aplicación del sistema gráfico de etiquetado, según el nivel de concentración de grasas saturadas, azúcar añadida y sal (sodio), y de actualizar dichos parámetros cuando corresponda, mediante Decreto Supremo.
Artículo 1 de las Disposiciones Transitorias establece que los fabricantes, productores, distribuidores, importadores, proveedores, propietarios o administradores de kioscos y comedores, así como las empresas de alimentos, “se adecuarán a lo dispuesto en la presente Ley en un plazo máximo de un (1) año calendario, a partir de la publicación de la presente Ley”.
Además, en el caso del etiquetado de envases no retornables, “el plazo de adecuación es de un (1) año calendario, y de los envases retornables es de tres (3) años calendario, en ambos casos a partir de la publicación de la presente Ley”.
El viceministro Silva indicó que su cartera trabajará en campañas de educación con la población, para lo cual no solo considerará a las organizaciones sociales afines al Gobierno, sino también a instituciones especialmente educativas como colegios, universidades y otros establecimientos y espacios donde se pueda llegar a la población.
La autoridad advirtió que la población boliviana, en general, no le presta mucha atención a las normas, y “se deja llevar más por el tema de la cantidad que por la calidad, no le preocupa mucho la exigencia, especialmente en los estratos mayoritarios”.
“Hay estratos del colectivo social que son muy exigentes en la calidad y lógicamente pagan más, pero la gran mayoría de la población se va más al tema de la cantidad y el bajo precio, entonces no hay mucha exigencia en el tema de la calidad que es lo que deberíamos concientizar”, apuntó.
Por esta poca exigencia, dijo, Bolivia puede resultar “un mercado muy atractivo para los productos de contrabando que en una buena parte a veces son productos desechados en los países de origen, pero que llegan al país con un precio menor y con un peso mayor inclusive”.
Reiteró que la gente se deja llevar por el precio sin interesarle muchas veces si el producto tiene registro de Senasag (Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria) o si fue introducido legalmente al país.
“Por eso las ferias de contrabando que hay en Bolivia son muy exitosas en relación a las ferias de productos en el mercado formal, entonces, vamos a ver abarrotados los mercados informales frente a mercados formales que a veces están hasta desiertos, donde posiblemente el producto sea más caro, pero también sea de una mayor calidad”, apuntó.
Fuente: ANF