Las rutas de la droga en Argentina tienen origen en el Chaco boliviano
Por las rutas del norte argentino circula la droga boliviana y peruana en diferentes vehículos muy bien camuflada. Por los aires también vuela cocaína. El Chaco tarijeño se viste como el centro de operaciones de las mafias internacionales que transportan las sustancias controladas a Argentina. Un narco que fue vinculado a la campaña del Movimiento Al Socialismo (MAS) dominaba el negocio en esta zona.
El caso de Tarija es inédito. Ya se destruyó una narcopista. Se lo hizo en la región del Chaco tarijeño, cerca al municipio de Villa Montes. En el operativo, a mediados de la anterior gestión, también se destruyó un laboratorio de purificación de cocaína y al lado estaba la pista que servía para cargar la droga refinada y que las avionetas puedan abastecerse de combustible.
En la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) dicen que esta narcopista servía para llevar la droga boliviana hacia Paraguay, una ruta que está en proceso de consolidación. Pero esta senda y el propio laboratorio servía también para llevar -sobre todo- la sustancia controlada a Argentina. La vía con destino paraguayo es como una especie de estudio de mercado para ver si funciona. Al parecer, no es tan aplicada, ya que la droga sale más a otros continentes desde Argentina y Brasil.
La cocaína que es producida en Bolivia, incluida la del Chaco, va a Argentina por diversas rutas: por aire y tierra, aunque ahora también se la lleva por agua. La hidrovía Paraguay-Paraná se convirtió en un canal acuático de la droga.
Las mafias reclutan personas de escasos recursos para que viajen a territorio argentino llevando sustancias controladas en diferentes modalidades. La mayoría se hace pasar por comerciantes. Por la pandemia, las organizaciones se dieron diferentes modos para introducir la droga.
El narco vinculado
José Miguel Farfán cayó en 2019 por cuarta vez en 20 años. El hombre fue detenido en Santa Cruz de la Sierra cuando un equipo del Centro Regional de Inteligencia Antinarcóticos de la Policía Boliviana y un oficial de enlace de la Gendarmería de la Argentina lo frenaron en un control vehicular para que se identificara: decía llamarse Miguel Ángel Salazar Yavi. El narco era desde 2016 el más buscado de la frontera entre Bolivia y Argentina.
Farfán hizo noticia en 2019, pero hace poco volvió al campo público estando detenido en Argentina. El diputado Rolando Cuéllar, del MAS, lo vinculó con la campaña electoral de su propio partido en 2014. Cuéllar, expulsado del MAS por cuestionar a Evo Morales y pedir renovación, apuntó al vicepresidente del partido oficialista, Gerardo García. A él lo acusó de recibir financiamiento para realizar proselitismo.
En el acta del fallo contra Farfán, emitido por el Tribunal Oral Federal de Salta No. 2 y al que tuvo acceso EL DEBER, se muestra que el narco dominaba la zona norte de Argentina y que tenía a la ciudad de Apolinario Saravia como el centro de acopio que introducía desde Bolivia. En el documento, de 362 páginas, la parte demandante, que es la Fiscalía de Salta, demuestra que Farfán llevaba cocaína desde el departamento de Santa Cruz y del Chaco boliviano hasta la ciudad de Apolinario Saravia, una pequeña localidad que está entre Jujuy y y Aguas Blancas, el último poblado argentino antes de llegar a la frontera.
“Sabemos que en años anteriores la modalidad del tráfico de cocaína era de modo artesanal, por operaciones de cuentapropismo y por vía terrestre, usando la permeabilidad que tiene la frontera seca de Jujuy y Salta con el Estado Plurinacional de Bolivia. Hasta la década del 90 estas fueron las interdicciones de droga, en solitario, con ingreso de modo artesanal y con pequeños cargamentos”, explica parte del fallo contra Farfán.
Luego, se detalla que a partir de 2010 iniciaron los narcovuelos y el cambio de rutas vía terrestre. “Las históricas rutas No. 39 y 34 que unían Salta con las provincias y ciudades del sur se añade como alternativas la 34 hacia el litoral (Chaco, Santiago, Corrientes Misiones, Santa Fe y Buenos Aires), y también se añadió la ruta 40 como empalme con los valles Calchaquíes como alternativa”, dice otra parte del informe.
Luego, en el documento se establece que esas rutas eran “dominadas” por Farfán y que también utilizaba vuelos para dejar la droga en Apolinario Saravia y sus alrededores. El narco “bombardeaba” con cocaína esa zona. Las avionetas que partían desde Bolivia sobrevolaban el norte de Argentina y sin aterrizar dejaban su mercadería: lanzaban los bolsones con droga en las estancias que pertenecían a Farfán.
Luego, desde esos mismos campos la droga salía en “caravanas de seguridad” de entre dos y tres vehículos que recorrían las rutas hacia el sur y sureste argentino con suficiente distancia entre sí como para que quien encabezaba la fila pudiese advertir a los demás ante la eventualidad de un operativo de control carretero.
En el fallo, la Fiscalía de Salta dio por hecho que en la finca de Apolinario Saravia se habían realizado reuniones previas al contrabando de cocaína desde 2010. Farfán, en el juicio, insistió con que él no tenía nada que ver con esas reuniones; incluso presentó -a través de su abogado, Mariano Sitelli- una serie de documentos para probar que le había vendido una porción de la finca a Eliseo Mario Nieves, uno de los que fue condenado en el juicio de 2018 en el que Farfán fue el gran ausente.
“(Farfán) aportó los medios económicos y técnicos necesarios para la comisión del ilícito, siendo que, específicamente, aparecía como dueño de los vehículos utilizados por René Héctor Segundo para el transporte de la droga y por José Miguel Farfán para la acción de barrido de ruta, seguridad y protección del transporte que se realizaba”, dice un informe fiscal de Salta sobre este caso.
En Bolivia, Farfán está vinculado en la política por dar supuestos aportes al MAS. El diputado Cuéllar presentó una carta en la que Gerardo García presuntamente agradece el monto que brindó Farfán para la campaña.
García, el segundo del MAS luego de Evo Morales, negó ese hecho y dijo que la carta que presentó Cuéllar es falsa. El dirigente anunció un proceso contra el legislador, quien volvió a atacar y anunció una “segunda carta”. Ahora, el asambleísta está de vacaciones, según dijo a este medio.
Pedido de investigación
El presidente Luis Arce pidió una investigación sobre este supuesto financiamiento a la campaña. De inmediato el caso lo tomó el Ministerio de Justicia. El ministro Iván Lima afirmó que los actuados de este caso están en reserva y que todavía se avanza en la indagación de esta denuncia.
En el trópico de Cochabamba no están de acuerdo con la denuncia de Cuéllar. El senador Leonardo Loza, que también es dirigente cocalero, criticó al diputado cruceño -que apoya a la corriente de David Choquehuanca- y negó que en el MAS haya aportes de organizaciones criminales.
“Yo creo que es un cuento más preparado por el diputado, considero que ya ha sido aclarado por el vicepresidente nacional del MAS (Gerardo García), textualmente aclaró que esa nota que presentó es falsa (...) Es como autobalearse, supuestamente, es diputado del MAS, es militantes del MAS y denuncia al MAS; muy complicado el compañero, pero yo creo que ya está aclarado ese tema, no es membrete oficial, original de la dirección nacional del MAS, sino es otro invento más”, dijo Loza.
Por el momento, Bolivia se convirtió en país productor de cocaína y la salida de las drogas se las hace por casi todas las fronteras.