La historia de la avioneta siniestrada tiene héroes y son pescadores

Los héroes en su canoa, atrás el helicóptero que hizo la evacuación. Foto: Facebook Milan Mancilla.

Las horas pasaban lentas en el pantanal, cuando, en medio de las aguas y la vegetación, una pequeña canoa se abría paso y con ella llegaba la esperanza. Así es la historia del rescate de los cinco sobrevivientes de la avioneta desaparecida en Beni, quienes, tras más de 30 horas sumergidos, y sin escapatoria aparente, fueron rescatados por un grupo de pescadores.

Sin equipos sofisticados ni protección, los héroes decidieron emprender la tarea que movilizaba a equipos especializados con un solo objetivo: dar con la tripulación que iba en el helicóptero que había partido el 30 de abril de Baures con destino a Trinidad y del cual no se tenía ninguna señal desde el reporte de problemas técnicos.

Para los cuatro pasajeros, entre ellos un niño, y el piloto, la hazaña había pasado casi como una historia de película. Tras el reporte de los problemas, el piloto logró hacer un aterrizaje de emergencia de tal manera que nadie resultó herido. Pero, todos cayeron en medio de un pantanal, rodeados de lagartos, agua y densa vegetación subacuática.

PESCADORES

Mientras ellos empezaban una nueva lucha por sobrevivir, los operativos empezaban a organizarse y ejecutarse para dar con la avioneta. Equipos especializados del Ministerio de Defensa, el Comando Conjunto de Respuesta ante Eventos Adversos y el SAR de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) se movilizaron, según detalló luego el presidente Luis Arce.

Pero, los que llegaron hasta el pantanal que tenía atrapada a la tripulación fueron los pescadores que, en medio de su trabajo habitual, habrían oído a lo lejos gritos de ayuda. No lo dudaron ni los frenó el miedo. Luego de esta señal decidieron navegar por las complicadas aguas con nada más que una canoa, remos, unos machetes y su fuerza.

Pese a lo complicado de atravesar la densa vegetación en medio del agua. No hubo obstáculo suficiente para hacer desistir a estos héroes, hombres y mujeres. Hasta que, finalmente, llegó el anhelado momento. El machete había cortado tanto y el bote había navegado sigilosamente con ayuda de los remos que maniobraban los pescadores hasta llegar a los cinco sobrevivientes. Ellos se aferraban a los restos de la avioneta.

AVIONETA

“Muchas gracias”, se escucha decir a uno de los sobrevivientes, con una sonrisa, muestra de la esperanza que había vuelto tras más de 30 horas dentro del pantanal y rodeados de depredadores. El rescate sucedió el viernes 2 de mayo.

Al bote que había navegado por horas impulsado por sus pasajeros, subieron los cinco tripulantes, incluido el niño. Hubo una sonrisa de alivio colectiva, la misión que parecía imposible se había logrado.

“Gracias a Dios por darnos la oportunidad de encontrar y poder salvarle la vida a estas personas que tanto necesitaban ser rescatadas, después de una noche entera y casi un día de trabajo para poder llegar hacia donde se encontraban. Y que felicidad poder llegar donde ellos y que todos se encontrarán con vida”, escribió Milan Mancilla Gvardiol, uno de los rescatistas, en su cuenta de Facebook junto con las fotos y videos que quedan como testimonio de una lucha heroica.

Luego, se ve llegar a un helicóptero que terminó de evacuar a los sobrevivientes. Pero la historia está escrita, a ese pantanal de la comunidad Pedro Ignacio Muiba, donde las horas fueron eternas, llegaron primero hér

FUENTE: LA RAZON