Estudio: La violencia contra las mujeres afecta la productividad laboral en las empresas

Presentación del estudio. Foto: GIZ

El estudio señala además que el 47% de personas encuestadas indicó haber estado involucrada directamente en relaciones violentas con sus pareja o exparejas, ya sea como agredidas o como agresores, en algún momento de la relación.

En Bolivia, las mujeres trabajadoras que sufren violencia pierden 6 días de productividad laboral al año, el personal que es testigo pierde 5 días y los agresores 8. Estos son algunos de los datos que el estudio “Violencia contra las mujeres y productividad laboral en empresas de Bolivia: Prevalencia e impacto en el contexto post pandémico 2021” encontró tras realizar 5.213 encuestas en 13 empresas de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba en 2021. 

El tiempo perdido debido a la violencia contra las mujeres (VcM) y el hostigamiento sexual laboral (HSL) representa para las empresas del estudio aproximadamente 19 mil días, equivalente a la productividad de 68 trabajadoras full time durante todo el año. 

El estudio señala además que el 47% de personas encuestadas indicó haber estado involucrada directamente en relaciones violentas con sus pareja o exparejas, ya sea como agredidas o como agresores, en algún momento de la relación. 

La violencia contra las mujeres, refiere el estudio, tiene un preocupante impacto negativo en el desempeño de los trabajadores en las empresas: una pérdida de concentración y energía (41%), mayor ausentismo (52%), deficiencias en los resultados laborales (42%) y distrés emocional (25%).

El estudio es parte de las acciones que desarrolla el proyecto Prevención de la violencia contra las mujeres (PREVIO) para generar evidencia y herramientas para la prevención de la VcM en empresas públicas y privadas. 

PREVIO es una iniciativa de la Cooperación Alemana implementada por la GIZ, y el Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional, a través del Viceministerio de Igualdad de Oportunidades. 

La violencia hacia las mujeres “representa elevados costos sociales y económicos en todos los niveles (individual, familiar, social; gastos gubernamentales y costos para el sector privado), que impiden que las sociedades salgan de la pobreza”. Las empresas “pueden contribuir de manera importante en su prevención y al mismo tiempo reducir los impactos, que en tiempos post COVID es una acción fundamental para la recuperación económica”, se lee en el comunicado. 

ANF