Empresarios: Bolivia cierra con una reactivación insuficiente y espera un incierto 2022
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A pesar de los esfuerzos del Gobierno para impulsar las actividades económicas, la reactivación alcanzada a la fecha es insuficiente y por ello los empresarios plantean diálogo para mejorar las propuestas económicas, de lo contrario la incertidumbre será notoria el 2022, debido a la seguridad jurídica y la agenda política, según la visión el sector privado expresada a través de su presidente, Luis Barbery.
“La vacunación de casi la mitad de la población, la inyección de recursos a través de los bonos y la subida de precios de minerales, productos agropecuarios y otros, han dinamizado la economía y reactivaron sectores que empezaron a mostrar signos de mejoría. Son importantes los resultados de la balanza comercial, la estabilidad del sistema financiero y el mantenimiento del tipo de cambio”, asegura el titular de Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Luis Barbery.
Sin desconocer el aporte del gobierno central y valorando algunas medidas importantes para alcanzar estos resultados, la participación del sector privado fue importante, que en medio de la incertidumbre siguieron produciendo, invirtiendo y aportando, para que la oferta de bienes y servicios se sostuviera, y se recuperen muchas fuentes de trabajo y la propia demanda se reactive, agregó.
Sin embargo, la evaluación del sector señala que la economía muestra señales de una recuperación insuficiente y heterogénea; el desempleo se mantiene elevado y el subempleo ha aumentado; las Reservas Internacionales Netas (RIN) están cayendo de manera sostenida; la inversión se ha contraído y ha crecido la pobreza.
Pero eso no es todo, ya que la suma de problemas preexistentes, agravados en los últimos meses, como el aumento del contrabando, las barreras a las exportaciones y la informalidad que, junto al aumento de la conflictividad y un sistema de justicia cada vez más devaluado, configuran un escenario de mucha incertidumbre para el próximo año, que transmiten señales negativas a los inversionistas y afectan el clima de negocios, advierten.
Lamenta que los sectores políticos aún no comprendan la gravedad de la situación, y estén enfrascados en una confrontación sistemática, que aumenta las tensiones y la conflictividad y que es ajena, -en la mayoría de los casos-, a los verdaderos intereses, preocupaciones y demandas de la sociedad.
Exhortó al sector política, y en especial a las autoridades nacionales, a diseñar e implementar políticas y medidas para salir de la crisis.
Por ello piden que se priorice la agenda económica y productiva sobre la agenda política, ya que es importante la estabilidad y el bienestar de las familias bolivianas.
Asimismo, el diálogo y consenso no son opciones ni formalismos, son recursos necesarios para entendernos entre bolivianos y enfrentar una crisis multidimensional que nos afecta a todos.
Plantean que haya más confianza y menos división. “Si no hay confianza no hay inversión sostenida y sin inversión no hay crecimiento. Hoy más que nunca es preciso hacer un esfuerzo para restablecer la confianza de los ciudadanos en el Estado”.
Barbery en su propuesta sostiene que es hora de garantizar la seguridad jurídica, e iniciar una verdadera reforma del sistema judicial y, sobre todo, desterrar el discurso confrontacional.
También afirma que el sector privado y el sector público no son antagónicos sino complementarios. El empleo digno, la disminución de la pobreza, la igualdad y el desarrollo dependen de que ambos funcionen en coordinación y armonía y, en momentos de crisis, es imprescindible redoblar esfuerzos para alcanzar estas condiciones.
Fuente: El Diario