Chile extiende militarización de frontera con Bolivia
Hace poco más de un año que la frontera, específicamente a la altura del poblado de Colchane, es escenario de un flujo migratorio sin precedentes para el país.
El Congreso chileno aprobó este miércoles una segunda prórroga del estado de excepción en la frontera norte del país, medida que busca contener la masiva llegada de inmigrantes irregulares desde Bolivia, en su mayoría venezolanos, que ha generado una crisis humanitaria sin precedentes en la región.
La iniciativa, impulsada originalmente por el Gobierno anterior, fue extendida con 142 votos a favor, tres en contra y una abstención en la Cámara Baja y con 39 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones en el Senado.
Con esta extensión, continuará rigiendo la medida en las zonas fronterizas de tres regiones del país: las provincias de Arica y Parinacota (región de Arica y Parinacota); la provincia de Tamarugal (región de Tarapacá), y la provincia de El Loa (Antofagasta).
“Como Gobierno estamos muy agradecidos de parlamentarios y parlamentarias que han aprobado esta extensión”, señaló la ministra del Interior y Seguridad Pública, Izkia Siches, que asistió al debate del oficio en el Congreso Nacional junto a otros ministros.
“Evidentemente requerimos junto a las policías y las Fuerzas Armadas, organizar un estado que supere lo excepcional, medidas que son complejas para enfrentar lo que ocurre”, agregó la secretaria de Estado, quien ya ha desplegado equipos en encuentros con autoridades locales para diseñar estrategias de largo plazo que afronten la crisis.
Hace poco más de un año que la frontera chileno-boliviana, específicamente a la altura del poblado de Colchane, ubicado a 3.700 metros sobre el nivel del mar, es escenario de un flujo migratorio sin precedentes para el país, detectándose durante la pandemia el ingreso irregular por pasos clandestinos de más de 50.000 personas según cifras de la policía.
La llegada de entre 200 y 400 inmigrantes diarios a Colchane ha puesto al borde del colapso la infraestructura del pueblo, que no cuenta con supermercados, ni bancos, ni alcantarillado, además de un limitado sistema de atención de salud primaria con límite de 10 casos por jornada.
El descontento local, acentuado en los últimos meses en la ciudad de Iquique en la costa del norte de Chile, ha tomado en algunos episodios la forma de ataques xenófobos contra población extranjera que pernocta en lugares públicos.
Pese a la pandemia y la crisis social de 2019, Chile sigue siendo uno de los países más atractivos para migrar dentro de América Latina por su estabilidad política y económica.
En total hay 1,4 millones de migrantes en el país latinoamericano, lo que equivale a más del 7% de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.
Fuente: ANF