Bolivia mantiene un crecimiento sostenido con baja inflación y redistribución de ingresos

Bolivia mantiene la senda del crecimiento económico con estabilidad de precios, baja inflación y redistribución de ingresos pese a un contexto internacional adverso con presiones inflacionarias y altas devaluaciones.
Según proyecciones del Ministerio de Economía, este año Bolivia se situará entre las primeras economías de la región, luego de un decrecimiento de -8,7% en 2020, la economía boliviana logró una recuperación paulatina, en 2021 alcanzó un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 6,1%, mientras que en 2022 se logró una expansión del 3,5% y al segundo trimestre de 2023 se tiene un crecimiento del 2,21%.
De acuerdo con declaraciones del ministro de Economía, Marcelo Montenegro, varios analistas señalaron que el crecimiento registrado en 2021 era un “efecto rebote”; sin embargo, en 2022 Bolivia mantuvo la senda del crecimiento con exportaciones e importaciones récord, con importantes indicadores favorables y, sobre esa vara, el país sigue creciendo en 2023.
A noviembre de 2023, la inflación acumulada alcanzó el 1,48%, uno de los indicadores más bajos de la región, gracias a las medidas implementadas por el Gobierno nacional para preservar la estabilidad de precios y cuidar la economía familiar.
En la región, luego de Ecuador que tiene una tasa del 1,4%, Bolivia ocupa el segundo lugar, respecto a otras economías que registran índices por encima del 5% y hasta de dos o tres dígitos.
Algunos analistas cuestionan la estabilidad económica del país y señalan que se estaría ingresando a un proceso de incertidumbre; sin embargo, Montenegro reiteró que la economía boliviana muestra indicadores que ya superaron el nivel de pre pandemia, la tasa de desocupación sigue bajando y la inflación está controlada.
En tanto, el analista económico Mike Gemio sostiene que la baja inflación en Bolivia es “bastante” beneficiosa para la clase media, que es a la que le interesa que no haya variaciones en los precios y se mantengan de manera “racional”.
El Gobierno boliviano “maneja con cautela muchas variables”, con decisiones de orden macroeconómico, en lo monetario y en lo fiscal, que terminan desembocando en una inflación controlada y “bastante estudiada a escala mundial”.
Según datos del Ministerio de Planificación, al mes de agosto de 2023, la tasa de desocupación en Bolivia se redujo al 3,76%, que refleja el arduo trabajo realizado por el Gobierno nacional en un contexto internacional desfavorable, marcado por compresiones inflacionarias y caídas en el crecimiento económico.
En octubre de 2019, la tasa de desempleo era del 4,26%, mientras que en julio de 2020 se alcanzó el nivel más alto con un 11,56%.
Sin embargo, gracias a las medidas implementadas como parte de la restauración del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, Bolivia ha logrado un retorno a la senda del crecimiento económico con estabilidad de precios.