Banco Mundial sube al 3,1% el PIB de Bolivia para 2023; por debajo de la previsión del Gobierno
El crecimiento mundial se está desacelerando marcadamente debido a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania.
El Banco Mundial revisó la previsión de crecimiento económico para Bolivia, aumentando del 2,8% (octubre de 2022) al 3,1% el Producto Interno Bruto (PIB) para la presente gestión. El porcentaje es menos optimista que la proyección del Gobierno, con el 4,8% contemplado en el Presupuesto General del Estado 2023.
En su informe de Perspectivas Económicas divulgado hoy, el organismo mantiene en 2,7% el crecimiento boliviano para 2024. El documento explica que el crecimiento mundial se está desacelerando marcadamente debido a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania.
El domingo, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, dijo que el Banco Mundial (BM), la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) catalogan a Bolivia entre las tres o cuatro economías de mayor crecimiento el año 2023,
El Programa Fiscal Financiero 2023 establece una inversión pública de $us 4.006 millones y una variación de Reservas Internacionales Netas (RIN) positivas por al menos $us 550 millones, de acuerdo con los reportes oficiales.
Sin embargo, desde la pandemia, los economistas de todo el mundo toman con mayor cautela las previsiones. Dada la frágil situación económica, cualquier nuevo acontecimiento adverso —como una inflación más alta que la prevista, aumentos abruptos de las tasas de interés para contenerla, el resurgimiento de la pandemia de Covid 19 o la intensificación de las tensiones geopolíticas— podría empujar a la economía mundial a la recesión. «Sería la primera vez en más de 80 años que se producen dos recesiones mundiales en la misma década», señala el documento.
Así, se prevé que la economía mundial crecerá un 1,7 % en 2023 y un 2,7% en 2024. La fuerte desaceleración del crecimiento será generalizada: los pronósticos se corregirán a la baja para el 95% de las economías avanzadas y para casi el 70% de los mercados emergentes y las economías en desarrollo.
En este sentido, para los próximos dos años, el ingreso per cápita de los mercados emergentes y economías en desarrollo se ubicará, en promedio, en el 2,8%, un punto porcentual inferior al promedio registrado en el período 2010-19. En África subsahariana —que representa alrededor del 60% de las personas del mundo que se encuentran en la pobreza extrema—, se espera que el crecimiento del ingreso per cápita entre 2023 y 2024 sea, en promedio, de apenas el 1,2%, una tasa que podría hacer que los niveles de pobreza aumenten, en lugar de disminuir.
La pesada carga de la deuda y escasas inversiones
David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, dijo que la crisis que enfrenta el desarrollo se está intensificando a medida que las perspectivas de crecimiento mundial se deterioran.
“Los países emergentes y en desarrollo se enfrentan a un período de varios años de crecimiento lento, impulsado por una pesada carga de la deuda y escasas inversiones; al mismo tiempo, el capital mundial es absorbido por las economías avanzadas que enfrentan niveles de deuda pública extremadamente altos y tasas de interés crecientes. El bajo nivel de crecimiento y de inversión empresarial agravará los retrocesos en materia de educación, salud, pobreza e infraestructura, que ya son devastadores, así como las crecientes demandas derivadas del cambio climático”.
Se prevé que el crecimiento de las economías avanzadas se desacelerará del 2,5% en 2022 al 0,5% en 2023. En las últimas dos décadas, las desaceleraciones de esta magnitud han sido la antesala de una recesión mundial. En Estados Unidos, el crecimiento caerá al 0,5% en 2023, 1,9 puntos porcentuales por debajo de los pronósticos anteriores y el desempeño más deficiente fuera de las recesiones oficiales desde 1970.
En 2023, se espera la zona del euro no registre crecimiento, lo que representa una revisión a la baja de 1,9 puntos porcentuales. China crecerá un 4,3%, es decir, 0,9 puntos porcentuales por debajo de los pronósticos anteriores.
Excluyendo a China, se prevé que el crecimiento de los países emergentes se desacelerará del 3,8% en 2022 al 2,7% en 2023, lo que refleja una demanda externa considerablemente menor, agravada por la elevada inflación, la depreciación monetaria, condiciones de financiamiento más restrictivas y otros factores adversos internos.
Para fines de 2024, los niveles del producto interno bruto (PIB) en las economías emergentes y en desarrollo serán aproximadamente un 6% inferiores a los niveles previstos antes de la pandemia. Si bien se prevé que la inflación mundial se modere, se mantendrá por encima de los niveles prepandemia.