87 años después del fin de la Guerra del Chaco, 2 héroes luchan por vivir
De los 200 mil soldados que Bolivia movilizó entre 1932 y 1935, solo quedan dos héroes de la patria. Este 14 se cumplirán 87 años del cese de hostilidades del conflicto, en el que murieron 85 mil soldados.
Por : Jorge Quispe
87 años después del fin de la Guerra del Chaco, 2 héroes luchan por vivir
Soldados bolivianos recrearon en 2019 un pasaje de la Guerra del Chaco en Villa Montes. Jorge Quispe / Página Siete
El mediodía del viernes 14 de junio de 1935, los cañones dejaron de tronar en las arenas del Chaco, donde 85 mil soldados bolivianos y paraguayos perdieron la vida desde 1932. Los combatientes salieron de sus trincheras y se fundieron en un abrazo. 87 años después, José Pradel Loayza y Samuel Chuquimia Murillo, dos centenarios beneméritos, pelean su última batalla en Bolivia. En Paraguay aún hay 29 supervivientes.
Pradel, que el 17 de julio cumplirá 108 años y Chuquimia, que el 8 de agosto tendrá 106 años, sobrevivieron a la Guerra del Chaco (1932-1935), pero además superaron a las cuatro olas del Covid-19. Pradel vive bajo los cuidados de su familia en Sucre y Chuquimia vive en la provincia Pacajes, en La Paz.
Ambos son los dos últimos beneméritos del Chaco en territorio nacional, según confirmaron desde el Servicio Nacional de Sistema de Reparto (Senasir). El 7 de febrero falleció en la zona de Achachicala en La Paz Emeterio Ernesto Talavera Choque, a sus 103 años.
Entre 1932 y 1935, Bolivia movilizó a 200 mil jóvenes para defender la patria, de ellos 50 mil perdieron la vida en el campo de batalla, el resto falleció posteriormente. En septiembre de 2017 estaban con vida 33 excombatientes. En los últimos cinco años murieron 31. En junio de 2018 el número se redujo a 23, el 7 de junio de 2019 quedaban 12 en todo el país.
A marzo de 2020, cuando la pandemia del coronavirus comenzó a expandirse en el país, 10 héroes de la patria se aprestaban a librar la nueva pelea contra el enemigo invisible. Al 17 de junio de 2020, en el peor momento del Covid-19 en Bolivia, siete quedaban con vida. Posteriormente a noviembre de 2020 sobrevivieron cuatro.
En febrero de este año murió Talavera, el antepenúltimo superviviente de la Guerra del Chaco, y a la fecha sobreviven Pradel y Chuquimia. Distinto el panorama en Paraguay, donde todavía quedan 27 excombatientes, según datos de la Dirección de Pensiones No Contributivas (DPNC), dependiente del Ministerio de Hacienda de Paraguay. Este año fallecieron cuatro héroes guaranís.
José toma sol en silla de ruedas
José Pradel Loyza (17/7/1914) tiene 107 años y es el único sobreviviente del Chaco en el departamento de Chuquisaca, aunque él nació en Betanzos, Potosí. El héroe de la patria vive al cuidado de dos enfermeras en la Capital, en su vivienda ubicada en la calle Calvo, a media cuadra de la plaza 25 de Mayo.
“Mi papá está estable y sigue al cuidado de las enfermeras”, relata Ramón Pradel, uno de sus tres hijos.
Hasta hace unos cinco años, Pradel mantenía su rutina, de joven hacía flexiones incluso con tres dedos, ahora “está muy cansadito y vive de recuerdos de la finca Río Chico (Betanzos, Potosí) y ya no reconoce a nadie”, agrega Ramón.
En la actualidad descansa en la Capital del país.
Pradel nació en Betanzos y después de la Guerra del Chaco se mudó a Sucre, donde abrió una farmacia y un gimnasio. Hace uno años recordaba cómo tuvo que partir a la guerra con un gran dolor en el corazón, luego de enterrar a su madre.
Samuel vive en Pacajes
El excombatiente Samuel Chuquimia Murillo (15/8/1916) nació en la provincia Pacajes de La Paz, la tierra de los “hombres-águila”, la traducción en español de la palabra Pakajakes en aymara, y será quizás por ese linaje de los primeros habitantes del altiplano paceño que Samuel posee, que aún sigue fuerte, aunque al igual que Pradel tampoco ya sale a la calle.
“Don Samuel sigue viviendo en el campo y está muy cansado, pero está bien”, cuenta a Página Siete Dayana Huanca, una de las nietas de Don Samuel.
Como un hombre que vivió la Guerra del Chaco, donde la sed, el hambre y una naturaleza hostil pusieron a prueba la fe de los miles de soldados, Chuquimia puso en duda la letalidad del coronavirus en 2020 cuando preguntó “¿por qué se ponen esas cosas (barbijos)? No me voy a enfermar yo de esas ‘sonseras’”, señaló el anciano guerrero que sobrevivió a la guerra.
“Mi papá José Pradel Loayza
sigue estable y está al cuidado de enfermeras en Sucre, por la edad ya no sale mucho a la calle”.
Ramón Pradel, hijo
150.000
SOLDADOS
bolivianos murieron después del final de la Guerra del Chaco en 1935.