Taylor Swift en la Argentina: siete razones para explicar un fenómeno sin precedentes

Taylor Swift, en su último show en River, este domingo 12 de noviembre. Foto: @irishsuarez

La Taylormanía sigue flotando en el aire. Por qué es un hecho cultural y socioeconómico, que trasciende lo artístico.

La de Taylor Swift fue, sin dudas, la visita más relevante del año en cuanto a la música popular. Si bien Coldplay llenó diez estadios de River contra tres de la cantante estadounidense, el nivel de euforia, fanatismo y repercusión logrado por la norteamericana no tuvo parangones. Y no hubo equivalencias con lo generado aquí por la banda que lidera Chris Martin.

Hay que buscar muy atrás para encontrar tal fenómeno de masas en artistas de pop o de rock. Lo de Taylor Swift no sucedió siquiera con las visitas de Madonna o de Michael Jackson.

Tal vez pueda compararse con la primera vez que los Rolling Stones vinieron a la Argentina (1995) o los escándalos desatados por los fans de Guns N' Roses (1992), pero no pasaban de ser fans en la puerta de un hotel o haciendo larguísimas colas en el estadio donde iba a suceder el show.

Eran otros tiempos, sin las redes sociales que amplificaron en forma exponencial el fenómeno.

La Taylormanía ya pasó, pero ninguno de los swifties olvidarán los tres conciertos en River, el 9, el 11 y el 12 de noviembre.

Cómo actuó ante la suspensión del show

Entre las muchas cosas que sucedieron con la visita de Taylor Swift a la Argentina, la que se vivió el viernes 10 fue una de las más emotivas y sorpresivas.

Ese día llovió desde muy temprano y muy fuerte en la Ciudad de Buenos Aires y sobrevolaba la posibilidad de que se suspendiera el show a causa de las tormentas eléctricas, lo que finalmente sucedió en horas de la tarde.

Muchos fans ya estaban en las adyacencias del estadio y algunos tuvieron que ser atendidos por hipotermias y crisis nerviosas, al punto que los encargados de las emergencias médicas -una organización privada- debió pedir refuerzos al SAME, que apareció con sus ambulancias en el lugar.

Taylor posteó en su Instagram sobre la suspensión: “Amo los shows bajo la lluvia pero nunca voy a poner en riesgo a mis fans, ni a mis compañeros artistas ni a mi equipo. Hemos reprogramado el show de esta noche en Buenos Aires debido a que el clima ha sido realmente caótico y sería inseguro intentar realizar el concierto”, informó la artista. Y cerró con un mensaje optimista, y un guiño para sus fans. “La buena noticia es que estaré más tiempo en Argentina”.

Lejos de preocuparse, Taylor tomó de buen grado quedarse en la Argentina. La estaba pasando bien, estaba encantada con lo que veía de sus fans y sus frases sobre el escenario sonaban sinceras: "Buenos Aires, me están haciendo sentir maravillosa" y "No puedo creer que haya tardado tanto en venir y no volveré a cometer ese error. Vendré muchas veces más", entre otras.

El novio, mezclado entre la gente

Taylor Swift y Travis Kelce fueron a comer al restaurante del Hotel Four Seasons. Foto: TwitterTaylor Swift y Travis Kelce fueron a comer al restaurante del Hotel Four Seasons. Foto: Twitter

En septiembre de este año, Taylor Swift blanqueó su relación con Travis Kelce, una estrella del fútbol americano que juega en el Kansas City Chief. Sucedió cuando la cantante fue a verlo a un partido, con la camiseta del equipo y en el palco familiar del jugador.

Pues bien, Kelce aprovechó que tenía fecha libre en la NFL (la liga en la que juega) para llegarse a la Argentina a ver a su novia.

Por supuesto, salieron a cenar como tortolitos y él se mostró junto al padre de Taylor en el césped de River, como se puede apreciar en el video.

El paraguas negro

Cuando Taylor Swift llegó a la Argentina, lo único que se vio de ella era un paraguas negro que la cubría.

Y se volvió a ir dentro de un paraguas, como cuando llegó.

Es su gran estrategia para que no le roben fotos. "A ver si logran vender esta foto", dice cuando baja de un avión en el documental de Netflix Miss Americana.

"Aprendí que no me hace bien ver fotos mías todos los días porque tengo tendencia a angustiarme", revela sobre su exigencia estética.

Las canciones sorpresa

Es sabido que a lo largo del show, Taylor Swift canta 45 temas. Si bien no lo hace en el orden cronológico en que fueron grabados, sí los agrupa por eras (de ahí el nombre de The Eras Tour).

Y los fans saben muy bien qué canción viene detrás de cuál y que era sucede a otra.

Claro que para contrarrestar esa "previsibilidad", Taylor agrega surprise songs (canciones sorpresa) en cada uno de los shows: el jueves fueron The Very First Night y Labyrint; el sábado, un mashup (una combinación) de Is It Over y Out of the Woods con End Game; y el domingo, Better Tan Revenge y Slut!

Por qué tres shows y no cuarenta

La euforia de los fans de Taylor Swift, en River. Foto: Martín Bonetto

Cuando Taylor Swift anunció que The Eras Tour tendría una sección latinoamericana comenzaron las especulaciones sobre a qué países iría.

Por la colosal estructura de su escenario, no cualquier estadio está preparado para recibirlo.

Así se supo que haría tres conciertos en el Foro Sol de México (que fueron en agosto), los tres de River y los tres de Brasil, uno en Río de Janeiro (el 18) y dos en San Pablo (25 y 26 de noviembre).

Afuera quedaron países que la esperaban, como Colombia, Perú y Chile, cuyo presidente Gabriel Boric se declaró un swiftie.

Cuando salieron a la venta las entradas para sus shows en la Argentina, los tickets se agotaron en la web cuestión de minutos.

Lo notable es que en la lista de espera virtual quedaron tres millones de personas. Si se toma en cuenta que en cada show de River hubo 75 mil personas, se llega a la conclusión que debido a la demanda, Taylor podría haber dado cuarenta (¡sí, 40!) conciertos más en ese estadio, informaron desde DF Entertainment, la productora a cargo de los conciertos.

Swifties, una clave única y política

El fandom (o club de fans) de Taylor Swift es enorme, global y -a esta altura todos los saben- se hacen llamar swifties.

Lejos de ser uniforme, lo conforman mujeres y hombres de edades y clases sociales bien diversas. Puede que predominen los adolescentes, pero en River se vio también gente de cuarenta o más años lookeados para la ocasión. Y muchas, muchísimas, niñitas levantando carteles como el clásico "We Will Stay" (Nosotras estaremos), que responde a una de las canciones de su ídola.

La actividad de las y los swifties no pasan solamente por el intercambio de las pulseras confeccionadas a mano con frases de sus canciones (los famosos friendship bracelets). En algunos casos, los fans también se expresan políticamente.

Aquí sucedió que siguiendo el enfrentamiento de Taylor contra el ex presidente Donald Trump -por la militancia anti armas y anti calentamiento global de la artista, entre otros-, algunos fans salieron a pronunciarse contra Javier Milei, ya que lo consideraban en la misma línea política que el norteamericano. Lo que motivó una nota en este mismo diario.

Cifras y más cifras

Como contamos, hubo 45 canciones por concierto, 75.000 personas por show.

Pero también hubo 18 cambios de ropa, recitales de más de tres horas cada uno...

 

Sin dudas, un fenómeno cultural y económico -no en vano en cada ciudad a la que llega la declaran "ciudadana ilustre y en algunos casos denominan "Día de Taylor Swift" al de su show, por la reactivación de la economía de cada lugar por el que pasa: hoteles llenos, restaurantes repletos y así- que está haciendo historia y que recorrerá 25 ciudades de Sudamérica, Asia, Australia y Europa en los próximos diez meses.

Fuente: Clarín