Otro papelón de la Conmebol y la organización: la final de la Copa América estaba perdida antes de empezar

Niños de Argentina lloran al ingresar al estadio en medio de disturbios / MADDIE MEYER - GETTY IMAGES NORTH AMERICA

Faltaban veinte minutos para el comienzo de la gran final de la Copa América y había más gente afuera del estadio que sentada en las plateas del Hard Rock. En un partido que se preveía complejo desde el punto de vista de la seguridad, tanto la Conmebol como las autoridades estaban avisados. Pero todo salió mal, como gran parte de este torneo organizado por la Confederación Sudamericana y Estados Unidos, el país anfitrión que en dos años albergará a la Copa del Mundo.

Incidentes Copa America

Miles de colombianos inundaron desde temprano las adyacencias del estadio ubicado en la zona de Miami Gardens. Acá no existen los anillos de seguridad para llegar hasta la puerta misma del Hard Rock. Algo habitual en cualquier cancha del deteriorado fútbol argentino. Por eso miles de personas, que no tenían el código QR en su celular, se agolparon contra los molinetes. Bastó una estampida para que cientos de hinchas pudieran ingresar sin tickets. La decisión de las fuerzas de seguridad, que no responden a la Conmebol, fue tajante. Cerraron las puertas dos horas antes.

La organización volvió a fallar

La organización volvió a fallar

MADDIE MEYER - GETTY IMAGES NORTH AMERICA

Afuera había familias con niños llorando. Había hinchas con tickets que decidieron retirarse por la violenta situación que tuvieron que enfrentar. Otros que fueron empujados y golpeados: viajaron miles de kilómetros y pagaron entradas de 2.000 dólares o más. A nadie le importó. El espectáculo que será visto por millones de espectadores alrededor del mundo por televisión debió retrasar su comienzo.

Incidentes Copa America

Alejandro Domínguez es el presidente de la Conmebol. En la previa a la final realizó un show sobre el césped del estadio. Vestido de shorts y remera negra, medias tres cuartos y botines sin tapones, el paraguayo esperó que las cámaras de la transmisión oficial lo tomaran. Pateó una pelota, caminó hasta el círculo central y se agachó en un par de oportunidades para filmar y fotografiar el césped. Sonrió.

Después se fue a jugar un picado con las leyendas de la Conmebol. La organización se esmera en destacar cada acción de marketing del mandamás del fútbol sudamericano. El diá del encuentro hubo fotos con Sebastián Yatra y La Sole. También en el palco con Maluma y con la gran estrella invitada, Shakira. El DT de Colombia, Néstor Lorenzo, se quejó en la conferencia de prensa por el show del entretiempo de la colombiana. Según la organización, duraría cerca de veinte minutos.

Tensión en Miami: incidentes y corridas afuera del estadio por hinchas colombianos que quisieron colarse 5

La de Domínguez fue la forma, impune, de contestar a la furibunda conferencia de prensa de Marcelo Bielsa, el DT de Uruguay. “Esto es una plaga de mentirosos. Scaloni habló una vez y se atrevió a decir que las uniones [del césped natural que colocaron sobre el artificial] no cierran. Y que los campos de entrenamiento eran un desastre”, acusó el rosarino.

Lo del césped fue uno de los papelones más comentados. Por ejemplo, para el debut de Argentina en Atlanta lo habían colocado tres días antes sobre la carpeta sintética. El de la noche de la final, fue deplazado la semana pasada para un show de un reggaetonero. Para los Estados Unidos esto es un evento más. Y la Conmebol no puede ni quiere imponerse. La letra chica del acuerdo la conocen en Luque.

A las 8 de la noche (9 en la Argentina) debía comenzar la final de la Copa América. Había desazón adentro y bronca afuera. Por los altoparlantes del estadio sonaba Celia Cruz mientras un animador vestido con traje rojo floreado y moño negro le pedía al público: “Vamos, ¿dónde está la fiesta?”. Volvió a sonar Celia Cruz.

Domínguez deberá aparecer ante la multitud para entregarle a Messi o James Rodríguez la copa. Le espera la mayor silbatina en la historia de la Copa América. Por su lado, Estados Unidos, país organizador junto a Canadá y México de la próxima copa del mundo, tendrá que saldar muchas cuentas pendientes para que el papelón no sea mundial.

FUENTE: LA NACIÓN