Ola de calor extrema golpea a países del cono sur en el comienzo de la primavera
El intenso calor azota diversas regiones del país, principalmente en el oriente y el chaco, con temperaturas que superan los 40 grados celsius. Según accuweather, en septiembre, países como perú, bolivia, paraguay, argentina y brasil registraron temperaturas récord, a pesar de que la primavera está recién comenzando.
Esta situación plantea preocupaciones sobre la preparación de la población para enfrentar olas de calor y alta humedad. A menudo, se subestiman las posibles consecuencias en la salud, lo que puede resultar en problemas como la insolación o golpes de calor, que son condiciones diferentes.
Elda ferrufino, médica familiar, brinda orientación a buenvivir sobre los síntomas de insolación y golpe de calor, cómo proporcionar primeros auxilios y las posibles consecuencias si no se tratan a tiempo.
Ambos trastornos surgen debido a problemas en la regulación de la temperatura corporal, principalmente debido a la exposición prolongada al sol y la humedad. La insolación se considera menos grave, mientras que el golpe de calor es una condición seria que requiere atención médica inmediata, enfatiza la doctora.
Ferrufino destaca que el sol y el calor son buenos en moderación, pero las altas temperaturas pueden ser peligrosas para el organismo, incluso provocar quemaduras solares y enfermedades cutáneas.
Los síntomas más comunes de la insolación incluyen dolor de cabeza, alta temperatura corporal (39 grados celsius o más), confusión, irritabilidad, debilidad, deshidratación, náuseas y pulso acelerado. En casos graves, que pueden evolucionar a golpe de calor, los pacientes pueden perder el conocimiento, sufrir convulsiones e incluso padecer un derrame cerebral o un infarto.
Ferrufino explica que cuando el cuerpo se sobrecalienta, los vasos sanguíneos se ensanchan y el corazón late más rápido para tratar de enfriar el cuerpo. Esto lleva a la sudoración y la pérdida de agua y electrolitos. A medida que la deshidratación progresa, el cuerpo ya no puede regular la temperatura, lo que puede dañar órganos como los riñones, músculos, corazón y cerebro.
Los niños, adultos y personas con afecciones médicas como obesidad, diabetes e hipertensión tienen un mayor riesgo. En caso de insolación, es vital llevar a la persona a un lugar más fresco y refrescar su cuerpo con paños o compresas frías, hidratarla con agua a temperatura ambiente y asegurarse de que esté semisentada. Para los golpes de calor, especialmente si la persona está inconsciente o convulsiona, se debe buscar atención médica de inmediato.
La doctora enfatiza que no se deben administrar medicamentos ni aspirina, efervescentes ni alcohol en estos casos. Para prevenir estos episodios, aconseja protegerse del sol, usar protector solar y evitar la actividad física extenuante en climas calurosos. También sugiere descansar y rehidratarse regularmente, evitar el alcohol, café y tabaco, y tener precaución con el sobrecalentamiento en vehículos, especialmente con niños y animales en su interior.