Las empresas ignoran qué hacer con sus datos
Los analistas consideran que abundan las compañías que desperdician el potencial de la información que acumulan en su actividad regular
Los expertos sostienen que la mayoría de las empresas todavía no sabe qué hacer con sus datos. De hecho, muchas organizaciones ni siquiera son capaces de recopilarlos, ordenarlos y tratarlos como es debido, según señalan analistas tan relevantes en este campo como Thomas C. Redman, presidente de la consultora Data Quality Solutions, o Thomas H. Davenport, profesor del Babson College y colaborador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
A su entender, “con demasiada frecuencia, el progreso en este terreno depende de un solo líder, y se ralentiza drásticamente, o incluso retrocede, cuando este individuo deja la compañía”. Sea como fuere, el problema más acuciante ahora mismo es de carácter cuantitativo, puesto que, de acuerdo con sus cálculos, “menos del 5% de las empresas utilizan la ciencia de los datos, o data science, para obtener una ventaja competitiva eficaz”.
Las razones del desastre son “una inversión insuficiente” y la ineptitud al “abordar la calidad de los datos”, lo que desemboca en “desconfianza” entre los empleados, porque la información incorrecta genera dudas y hasta rechazo, agregan Redman, autor del libro The Real Work of Data Science: Turning Data Into Information, Better Decisions, and Stronger Organizations (Wiley, 2019), i Davenport, colaborador de la multinacional Deloitte especializado en inteligencia artificial
Sin embargo, sí hay ejemplos de compañías que están solventado adecuadamente este reto. Este ha sido el caso de Amazon y su asistente virtual, Echo Alexa, para cuyo proyecto trabajaron cientos de personas, sin reparar en gastos, comprando algunas firmas emergentes y con la intervención directa de su CEO. Otro paradigma es el de DBS Bank, declarado mejor banco digital del mundo por la revista de finanzas y negocios Euromoney. Al recibir este premio, su director ejecutivo, Piyush Gupta, declaró: “Este viaje lo abarca todo, de la infraestructura tecnológica a la biometría, del big data a la inteligencia artificial”.
De esta manera, en palabras de Gupta, se puede practicar “una banca más simple”, sin inconvenientes “para los clientes”. No obstante, el contraste con la media de los programas de datos de las corporaciones es marcado. Prolifera la información deficiente, un material que, para Davenport y Redman, acarrea un coste equiparable al 20% de los ingresos. Como contrapartida, recuerdan que el desarrollo de algoritmos es “cada vez más barato”.
En síntesis, para ganar más, las estrategias comerciales y de datos tendrían que estar bien acopladas. Así, con menos esfuerzo, se llegaría bastante más lejos. También se requiere que se involucre en este cambio a la plantilla entera. “En el espacio de los datos, el talento gana”, resumen los técnicos gráficamente. Pero hay que evitar las confusiones, porque la coordinación de los datos debe distinguirse de la gestión de la tecnología.
Fuente: LA VANGUARDIA