La importancia de las nuevas habilidades y el desarrollo de la fuerza laboral en una época de rápida transformación en el mundo
Debido a la automatización, la acción climática, la digitalización y los cambios en los mercados laborales, será necesario la recapacitación de unos 1100 millones de trabajadores (i) en la próxima década. Numerosas personas deberán cambiar de ocupación con frecuencia (i), estar preparadas para ofrecer sus habilidades en el mercado laboral global y reinventar constantemente sus trayectorias profesionales.
Esta evolución de los mercados laborales requerirá que los sistemas de desarrollo de habilidades y de la fuerza laboral sean más personalizados, accesibles (permitiendo el aprendizaje a distancia e híbrido) y continuos a lo largo de toda la carrera profesional de los trabajadores, y hace que un enfoque “centrado en las competencias” sea un elemento central de estas transiciones mundiales
Los paradigmas del desarrollo de habilidades y de la fuerza laboral están cambiando
Las megatendencias mundiales cambiarán algunos paradigmas de los sistemas de desarrollo de habilidades y de la fuerza laboral existentes, en particular:
1. Las inversiones en los jóvenes generarán una mayor rentabilidad económica. Análisis empíricos recientes indican que las inversiones en capital humano (PDF, en inglés) tienen una alta rentabilidad económica a lo largo de la niñez y la primera etapa de la adultez. Dado que una proporción significativa de juventud no cualificada ya está fuera del sistema educativo formal y representará una gran parte de la fuerza laboral en las próximas décadas, las inversiones en el desarrollo de las habilidades y de la fuerza laboral de los jóvenes producirán alta rentabilidad económica.
2. Los años de escolaridad se convertirán en un indicador menos confiable del desarrollo de habilidades, ya que no representan la calidad y la relevancia (PDF, en inglés) de las competencias adquiridas.
3. Las habilidades (y las credenciales de las competencias) pueden adquirir más importancia que ciertos títulos profesionales. La educación terciaria sigue siendo muy importante, como lo indican los altos rendimientos, pero a nivel mundial algunas empresas, especialmente en el sector de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), están suprimiendo algunos requisitos de títulos profesionales para ampliar su reserva de talentos.
4. La educación no formal será fundamental para el desarrollo de la fuerza laboral. El desarrollo de habilidades se producirá con mayor frecuencia fuera de los sistemas de educación formal, principalmente en el lugar de trabajo y a través de programas cortos de desarrollo de la fuerza laboral.
5. Las empresas desempeñarán un papel más destacado en la formación y reconversión laboral. Los empleadores son los que demandan y utilizan las habilidades de la fuerza laboral, y son una fuente de adquisición de competencias. El sector empresarial deberá desempeñar un papel más importante a la hora de proporcionar oportunidades de desarrollo de habilidades a la población económicamente activa.
6. Las habilidades técnicas y especializadas se depreciarán más rápido. El ritmo acelerado de los avances tecnológicos y la evolución de los mercados laborales (PDF, en inglés) pueden hacer que las competencias técnicas y especializadas queden rápidamente obsoletas. Por el contrario, las habilidades transferibles, como el pensamiento crítico, la solución de problemas y la adaptabilidad, se podrán transferir más y serán más resilientes a los cambios en el mercado laboral.
7. Las transiciones laborales serán cada vez más frecuentes. En todo el mundo, las personas tendrán múltiples empleos a lo largo de su vida productiva. Según el Foro Económico Mundial (PDF, en inglés), los jóvenes que se incorporan hoy a la fuerza laboral pueden esperar tener un promedio de 12 a 15 trabajos en el transcurso de su vida laboral (por ej., un nuevo empleo cada tres o cuatro años).
8. Los trabajadores deberán aprender a desenvolverse en mercados laborales informales más complejos. En los países de ingreso bajo y mediano, una proporción significativa de la fuerza laboral trabaja en el sector informal, y es posible que muchos de estos trabajadores nunca tengan acceso a un empleo formal.
9. Las habilidades digitales aportarán un mayor valor. Las habilidades digitales se convertirán en piedras angulares de los sistemas educativos y de desarrollo de la fuerza laboral exitosos. Las tecnologías digitales pueden ofrecer oportunidades para acceder a capacitación, permitiendo que más personas aprendan, independientemente de su ubicación o entorno socioeconómico. Sin embargo, estas oportunidades no son accesibles para las personas, especialmente en los países en desarrollo, que carecen de conectividad, tienen acceso limitado a computadoras o teléfonos inteligentes y no poseen las habilidades digitales adecuadas.
Para avanzar en sus carreras, las personas deben cultivar un conjunto integral de competencias
Para tener éxito en este nuevo contexto mundial, las personas deberán desarrollar “paquetes de competencias” más sofisticados, compuestos por habilidades cognitivas y no cognitivas. Las competencias de aprendizaje autónomo —entre ellas, las habilidades básicas, digitales y socioemocionales necesarias para aprender en el trabajo y en la formación permanente— serán objetivos esenciales de los programas de educación formal.
En las últimas tres décadas, la demanda relativa de aptitudes no cognitivas por parte de los empleadores ha ido en aumento, en parte porque la tecnología ha hecho que muchas de las tareas para las que se emplea a los humanos dejen de ser rutinarias y pasen a ser funciones que requieren capacidad de solucionar problemas, creatividad y habilidades analíticas. Datos disponibles (i) indican que competencias como el pensamiento creativo, el pensamiento analítico, la empatía, la curiosidad y la resiliencia se encuentran entre las 15 habilidades que más demandan los empleadores en el mundo (gráfico 2).
Apoyar las transiciones profesionales eficaces
Por último, es fundamental que los sistemas modernos de desarrollo de habilidades y de la fuerza laboral proporcionen a las personas las habilidades que respondan a las demandas de los empleadores y las necesidades de los mercados de trabajo locales, garantizando que los estudiantes puedan conseguir un empleo. Además, la asistencia a las personas durante las transiciones de la escuela al mundo laboral y entre diferentes empleos se ha convertido en un componente clave de los sistemas de capacitación exitosos. Estas transiciones pueden ser abrumadoras, pero se pueden gestionar de manera más eficaz si se cuenta con la ayuda, la información (PDF, en inglés) y la orientación profesional (PDF, en inglés) apropiadas, y así conducir a una integración más rápida y mejor en el mercado de trabajo.
En resumen, los sistemas de educación y capacitación deberán garantizar la relevancia económica, fomentar las habilidades de manera integral, promover la participación económica y apoyar a los trabajadores durante las transiciones académicas y laborales. Estas funciones básicas serán cruciales para ayudar a las personas a adaptarse a nuevos entornos, adquirir nuevas habilidades y mantenerse competitivas en el mercado de trabajo. Es de suma importancia que los sistemas de capacitación impartan habilidades impulsadas por la demanda y pertinentes para los empleadores y los mercados laborales locales.
FUENTE: BANCO MUNDIAL