Histórica baja del caudal del río Pilcomayo en Tarija despierta preocupación
En Villa Montes, el nivel del río se ha reducido a tan solo 0,50 metros
El caudal del río Pilcomayo ha experimentado una drástica disminución en cifras históricas debido a la escasez de lluvias, según informó Efraín Rivera, secretario de Desarrollo Productivo, Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Gobernación de Tarija.
En Villa Montes, el nivel del río se ha reducido a tan solo 0,50 metros, lo que permite cruzarlo a pie, contrastando notablemente con niveles que solían superar los 1,50 metros en gestiones anteriores.
"Preocupa bastante porque medio metro es un extremo, nunca hemos tenido medio metro, siempre hemos tenido 1.89 en lo que es Villa Montes", expresó Rivera ante los medios locales.
La falta de lluvias ha generado una situación crítica que preocupa tanto a las autoridades como a las familias indígenas que habitan la zona. La preocupación se centra en las consecuencias ecológicas y en la vida acuática que depende del río Pilcomayo.
En semanas recientes, el Sistema de Alerta Temprana Pilcomayo informó una disminución de unos 15 centímetros en el nivel del río en comparación con el año 2022, marcando un nuevo mínimo histórico.
Luis María de la Cruz, responsable de esta institución, advirtió que, a menos que se produzcan lluvias anticipadas (lo cual es incierto debido a las condiciones del fenómeno de El Niño), este año la sequía podría ser aún más severa.
La población y las autoridades han denunciado en reiteradas ocasiones los factores que han contribuido a la situación crítica del río Pilcomayo, incluyendo la canalización de agua, sedimentación, explotación ictícola, la falta de políticas públicas adecuadas para la gestión del recurso hídrico y la contaminación con metales pesados y aguas residuales.
Existe temor de que la situación actual pueda repetir lo ocurrido en la gestión pasada, cuando entre octubre y noviembre, el flujo de agua del río Pilcomayo se cortó, afectando tanto a Argentina como a Paraguay a la altura de Santa Teresa, donde se encuentra el Proyecto Pantalón.
Fuente: El País