Gobierno anuncia la eliminación de cuatro impuestos para incentivar inversiones y simplificar el sistema tributario
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Gabriel Espinoza, informó este martes que el Gobierno abrogará cuatro impuestos que —según afirmó— representan trabas para la inversión y generan costos administrativos superiores a sus ingresos.
En una conferencia de prensa brindada junto al presidente Rodrigo Paz, Espinoza explicó que la decisión forma parte de una reforma tributaria orientada a dinamizar la economía nacional.
“Hemos decidido abrogar cuatro impuestos: el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), el Impuesto a las Grandes Fortunas, el Impuesto al Juego y el Impuesto a las Promociones Empresariales”, señaló.
“No superan el 1% de la recaudación y generan más problemas que beneficios”
Según el ministro, estos tributos representan menos del 1% de la recaudación fiscal, pero han provocado distorsiones en el clima de negocios y complicaciones operativas tanto para el sector privado como para el propio Estado.
En el caso del Impuesto a las Grandes Fortunas, Espinoza afirmó que su implementación derivó en la salida de capitales y en un desincentivo a la inversión extranjera, sin aportar cifras significativas al Tesoro.
“Lo único que ha hecho es generar más costos para el Estado. Ni siquiera alcanza a cubrir el costo administrativo de su recaudación”, agregó.
Asimismo, la eliminación del ITF, que actualmente grava con un 0,3% depósitos, transferencias y retiros bancarios, busca reducir la carga impositiva sobre las operaciones financieras y estimular el movimiento de capital.
Reforma estructural del sistema tributario y del sector del juego
Espinoza adelantó que el Gobierno enviará al Legislativo tres proyectos de ley para formalizar la abrogación de estos impuestos e iniciar una reforma estructural del sistema impositivo nacional.
La medida también contempla una reconfiguración de la Autoridad de Fiscalización del Juego (AJ), con el objetivo de modernizar su funcionamiento y adecuarla a un marco regulatorio más transparente.
Con estos cambios, el Gobierno pretende mejorar el clima de inversión, dinamizar el aparato productivo y avanzar hacia un sistema tributario más eficiente y menos burocrático.