Estos son los hábitos que haces a diario que están perjudicando tu cerebro, según expertos de Harvard

Una persona toma café junto a su perro. PEXELS

Las rutinas diarias tienen un gran peso en el bienestar emocional y mental sin que muchas personas sean realmente consciente de ello. Estas rutinas, además, forman parte de nuestra vida cotidiana y estamos tan acostumbradas a ellas que en muchas ocasiones las hacemos sin ser conscientes de ellas. 

Como advierten expertos de la Universidad de Harvard, su impacto en el cerebro puede ser muy significativo, por lo que detectar estos hábitos y tratar de modificarlos puede ser clave para mejorar el equilibrio emocional y evitar el agotamiento mental. 

Asimismo, expertos en neurociencia y psicología advierten que realizar pequeños ajusten en nuestras rutinas pueden marcar una gran diferencia, ayudando a mejorar la calidad de vida y la resiliencia emocional, así como fortalecer el equilibrio emocional. Estos son los hábitos negativos más comunes. 

Tomar demasiada cafeína

Aunque la cafeína pueda ser una opción que nos aporte beneficios en nuestro día a día, lo cierto es que su consumo en exceso puede generar insomnio, ansiedad y alteraciones en los niveles de colesterol. Así, ingerir más de 400 mg de cafeína al día puede ser perjudicial para el equilibrio emocional y la salud en general. 

Usar la tecnología nada más despertarse

Otra acción muy común es revisar el teléfono móvil nada más despertarse, lo que puede aumentar los niveles de ansiedad y afectar a la creatividad. Las investigaciones apuntan a que se debe evitar así la exposición temprana a las pantallas e intentar establecer una rutina matutina sin dispositivos. Ello contribuye a una mejor regulación emocional y un inicio del día más tranquilo. 

Escuchar música muy alto

Los estudios advierten también sobre la exposición prolongada a sonidos elevados, la cuál puede provocar daños auditivos irreversibles. El cerebro procesa información sensorial constantemente y la sobreestimulación puede afectar a nuestra concentración. Por ello, se recomienda utilizar auriculares con cancelación de ruido o hacer pausas frecuentes la hora de escuchar música para minimizar el riesgo. 

Pasar mucho tiempo a oscuras

Pasar tiempo a oscuras también puede llegar a ser muy perjudicial para nuestro estado de ánimo, ya que la exposición limitada a la luz solar disminuye la producción de serotonina, una sustancia clave en los procesos anímicos. Así, cabe destacar que salir al exterior no solo ayuda a combatir los problemas emocionales, sino que también reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. 

Pensamientos negativos

Otro aspecto muy importante es el diálogo interno y este, precisamente, puede ser muy dañino si constantemente se tienen pensamientos negativos. Así, los pensamientos autocríticos constantes generan un estrés innecesario y pueden elevar los niveles de depresión y de ansiedad. Se debe, por tanto, tratar de reducir estas ideas e intentar sustituirlas por pensamientos más positivos. Para ello, trabajar la autocompasión puede ser una gran aliada. 

Dormir mucho o muy poco

En el estado emocional la cantidad de horas que dormimos también puede resultar determinante, ya sea por las horas que se duermen en exceso o por las horas de menos que dormimos. La falta de sueño altera la memoria y el aprendizaje, mientras que por otro lado dormir más de nueve horas puede afectar también a la concentración y aumentar el riesgo de desarrollar ansiedad o depresión. 

Sobreexposición a contenido alarmante

Caer en el doomscrolling, es decir, revisar continuamente contenido alarmante puede generar un estado constante de alerta que puede asimismo desencadenar estrés y pensamientos catastrofistas. Ante ello, los expertos recomiendan establecer límites al consumo de información. 

Falta de interacción social

El aislamiento, por otro lado, puede acelerar el deterioro cognitivo y afectar también a la salud mental. Así, los estudios aseguran que el contacto social estimula las áreas del cerebro relacionadas con la comunicación y el aprendizaje y que incluso las interacciones más breves son capaces de mejorar el estado de ánimo. También es fundamental realizar ejercicio físico, ya que está demostrado que este mejora la memoria, la concentración y eleva el estado de ánimo. 

FUENTE: 20minutos