Esteroides, Synthol y 16.500 calorías: ¿Qué mató al fisicoculturista Illia Golem, 'The Mutant'?
El mundo del fisicoculturismo es estricto y en ocasiones puede llevar a los involucrados a tomar caminos que atenten contra su salud, con el objetivo de esculpir un cuerpo casi perfecto, voluminoso, marcado y simétrico.
El fisicoculturista checo Illia Golem, más conocido como ‘The Mutant’ , falleció inesperadamente a sus 36 años. Las razones de su deceso están siendo objeto de investigación, aunque tres hipótesis, relacionadas con los peligros propios de su estilo de vida, se desprenden del hecho entre los fanáticos y los expertos.
El mundo del fisicoculturismo es estricto y en ocasiones puede llevar a los involucrados a tomar caminos que atenten contra su salud, con el objetivo de esculpir un cuerpo casi perfecto, voluminoso, marcado y simétrico. Una de las hipótesis nace del posible uso que Golem tendría con una sustancia inyectable llamada Synthol, compuesta en su mayoría por aceite, lidocaína y alcohol bencílico. Según Medical Advocacy and Outreach, el uso de este químico que promueve rápidamente el aumento de masa muscular, podría causar desde quistes hasta nódulos en la zona de la inyección, fibrosis muscular, bloqueos en las arterias, embolias pulmonares, ataques cardíacos, derrames cerebrales, entre otras complicaciones, y como el aceite puede viajar a diversas zonas del cuerpo, es capaz de obstruir vasos sanguíneos en órganos vitales.
La FDA y otras instituciones médicas no recomiendan su uso debido a que no aporta beneficios en términos de fuerza y rendimiento, sólo un aumento antinatural del músculo.
Las agencias de salud y otros organismos reguladores indican que el uso de esteroides anabólicos dentro del fisicoculturismo es ilegal. Sin embargo, está permitido bajo receta médica y en casos de enfermedades severas u otras condiciones.
La dosis recomendada para su uso legal es de 10 a 50 mg, pero dentro del culturismo utilizarían entre 200 a 1000 mg por semana, siendo esta última una dosis alta. No obstante, Illia Golem admitió que se inyectaba testosterona en “cantidades extremas” que rondaban los 6 gramos por semana, esto acompañado del consumo de la hormona del crecimiento dio como resultado un físico extremadamente robusto.
La tercera y última hipótesis está adjudicada a la dieta extrema de 16.500 calorías por día que Golem seguía al pie de la letra. Su día comenzaba con 300 gramos de avena en copos, almorzaba 36 piezas de sushi, que sumaban un total de 108 piezas compuestas por 1.600 kilogramos de arroz y 800 gramos de salmón. La tercera ingesta contenía 1.300 kilogramos de carne de ternera acompañados de crepes con helado como postre.
Su cuarta comida incluía 500 gramos de arroz, omega 3, un tazón de pasta fresca y aceitunas. Continuaba su día con 2.500 kilogramos de bife de carne, una sexta ración con más sushi o alguna comida de alto volumen calórico y finalizaba su séptima ingesta con un batido de proteínas y carbohidratos.
Cabe aclarar que Golem debía realizar un entrenamiento extremo como su dieta, que requería el uso de insulina para metabolizar las enormes cantidades de comida que consumía a diario. Los expertos sugieren que su régimen alimenticio pudo haber contribuido en su muerte debido a que sometió su cuerpo a un estrés significativo.
¿Qué es el fisicoculturismo?
Es una subcultura del fitness que consiste en desarrollar los músculos del cuerpo al máximo mediante el entrenamiento con pesas, nutrición y, en algunos casos, el uso ilegal de esteroides anabólicos. El objetivo de los fisicoculturistas es aumentar su masa muscular y llevar su porcentaje de grasa a niveles extremadamente bajos, combinando tamaño, definición muscular y simetría, que se pone a prueba mediante torneos o concursos de gran reconocimiento en el mundo del culturismo como el Ms. Olympia para las mujeres y Mr. Olympia para los hombres, donde radican diversas categorías como el Bikini Olympia, Fitness Olympia, Men's Open Bodybuilding, 212 Olympia, entre otras.