España, en una encrucijada: agua o turismo
La industria vacacional recibe cada vez más críticas por su elevado consumo de agua, al tiempo que el nivel de alerta por sequía se mantiene en España.
Las alarmas han saltado en Cataluña. El mapa del servicio meteorológico español Aemet, que ilustra las precipitaciones de los últimos tres años, marca el color rojo para esta región, al noreste de España. Nunca antes, desde que se tienen datos meteorológicos, esta comunidad ha experimentado un periodo tan seco y las precipitaciones de los últimos días no han modificado esta situación.
Andalucía, en el sur del país, también se ve afectada por la sequía, mientras que las Islas Baleares y las Islas Canarias sufren también escasez de agua. Todas estas son, además, las regiones más turísticas del país.
En este sentido, no es de extrañar que precisamente el sector turístico sea objeto de críticas cada vez más frecuentes. Al fin y al cabo, los turistas consumen mucha agua.
Dante Maschio, portavoz de la asociación ciudadana catalana "Aigua és Vida", y con años a las espaldas luchando por una mejor gestión del agua en Cataluña, cree que el sector debería verse obligado a tomar medidas drásticas de ahorro. "Las medidas adoptadas hasta ahora para reducir el consumo en el turismo han sido muy cautelosas", afirma.
En caso de emergencia -y solo en tal caso-, las industrias especialmente intensivas en consumo de agua tendrían que verse obligadas a detener por completo sus actividades. "No tenemos sólo falta de precipitaciones", dice Maschio. "Tenemos un problema estructural", recalca. Los recursos hídricos se han explotado sin piedad durante muchos años.
Los turistas consumen mucha agua
Julio Barea, geólogo y experto en recursos hídricos de Greenpeace, tampoco ahorra en críticas: "Si hay restricciones en el consumo de agua para la población normal, más aún debería haberlas para los turistas", afirma.
La Junta de Andalucía, por su parte, ha eximido recientemente a los hoteles de la prohibición de llenar las piscinas. "Es un auténtico disparate", afirma Barea.
En Cataluña, por su lado, también existía prohibición llenar las piscinas en zonas especialmente afectadas por la sequía, como en Lloret de Mar, uno de los bastiones vacacionales de la Costa Brava, al noreste de Barcelona. Para los hoteleros, esto equivalía a un desastre, así que los empresarios de la zona decidieron comprar una desalinizadora por 1,5 millones de euros para evitar que los turistas se quedaran sin agua.
Así se encontraba el pantano de Sau, en Osona (Cataluña) en enero de este año, en apenas el 5 por ciento de su capacidad.
Imagen: Marc Asensio Clupes/Zumapress/picture alliance
Los hoteles sin bañeras
Enric Dotras, presidente de la asociación local de hoteleros, cree que las críticas al sector turístico son exageradas y señala los muchos esfuerzos que se han hecho para ahorrar agua. Muchos hoteles han suprimido las bañeras y en muchos casos, hay incentivos para que los veraneantes prescindan voluntariamente de toallas y ropa de cama nuevas cada día.
La gran importancia del turismo en España, que representa hasta el 12 por ciento del producto interior bruto del país, es probablemente la razón por lo que resulta espinoso para los políticos imponer medidas de austeridad.
En 2023 llegaron a España más de 85 millones de turistas extranjeros, más que nunca, lo que sitúa a España en segundo lugar, por detrás de Francia, entre los destinos vacacionales más populares del mundo.
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Uno de cada cuatro litros de agua potable se filtra
La principal razón de la miseria actual es el mal uso de los recursos, explica Cels García, catedrática de Geografía de la Universidad de la Islas Baleares, de Mallorca. "En la región mediterránea siempre se han alternado periodos secos y húmedos. Aquí las sequías son fenómenos completamente naturales", explica.
Todo ello implica que haya que planificar con antelación. Las desalinizadoras deben utilizarse también durante los periodos lluviosos, pero la realidad es bien distinta: en cuanto llueve más de la cuenta, se cierran las plantas, ya que el agua que se produce es mucho más cara que la subterránea.
Por otro lado, últimamente se ha invertido muy poco en infraestructuras, como en la renovación del alcantarillado. Así, uno de cada cuatro litros de agua potable se filtra al subsuelo sin utilizarse debido al mal estado de las tuberías. Este es el caso de Cataluña, pero también de Baleares y Andalucía.
El gobierno regional catalán proyecta ahora una nueva planta desalinizadora en el centro del puerto de Barcelona. "Esa es la solución sencilla", dice Cels García.
En los tres primeros meses del año llegaron a España más de 16 millones de turistas extranjeros, lo que supone un aumento de más del 17% respecto al año anterior.
FUENTE: DW