El misterio sobre la salud de Putin
En ese momento, algunos rumores hablan de baños de sangre extraída de la cornamenta de los ciervos siberianos, que supuestamente mejoran la esperanza de vida y el vigor sexual, un método recomendado por el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, originario de Siberia.
Según el semanario francés Paris Match, durante las visitas a Francia en 2017 y a Arabia Saudita en 2019, Putin era escoltado al baño por un equipo encargado de recoger sus heces para evitar cualquier muestra que pudiera dar información sobre su estado de salud.
Recientemente, el semanario Newsweek, citando fuentes de la inteligencia estadounidense, afirmó que Putin había sido tratado en abril de un cáncer avanzado. El Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos negó ser la fuente de la información. El jefe de la inteligencia ucraniana, el general Kyrylo Budanov, dijo por su parte a Sky News que Putin tenía cánce
Informaciones. La única vez que el Kremlin confirmó que Putin tenía un problema de salud fue en otoño de 2012, cuando desapareció de la escena pública y canceló reuniones. En ese momento, el Kremlin se refirió a una distensión muscular y un periódico ruso apuntó a problemas de espald
Según la página Proekt, fue durante este periodo cuando aparecieron importantes problemas de salud. La pandemia de covid-19 hizo que el presidente ruso se comportara de forma extraña, según los observadores, reflejando su paranoia.
Oficialmente, el jefe de Estado está vacunado pero, a diferencia de la mayoría de sus homólogos de todo el mundo, nunca se ha publicado ninguna imagen suya recibiendo su dosi
Sus visitantes están sujetos a drásticas medidas de precaución, que incluyen días de cuarentena o en el caso del presidente francés, Emmanuel Macron, una gigantesca mesa ovalada que lo mantuvo a distancia del líder ruso durante una tensa reunión en el Kremlin
Solo los visitantes que aceptan someterse a las pruebas –a las que Macron se negó– pueden acercarse a Putin y estrecharle la man
El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, siempre ha desmentido estas informaciones. “No creo que alguien que tenga toda su cabeza pueda ver en esta persona signos de una enfermedad o de cualquier afectación”, declaró a finales de mayo el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, a la cadena francesa TF1.
Por su parte, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, un aliado de Putin, dijo en una entrevista en marzo a la televisión japonesa: “Si piensas que algo no va bien con el presidente Putin, eres la persona más lamentable del mundo”.
En sus últimas apariciones, entre ellas un foro sobre Pedro el Grande y una reunión con el presidente de Turkmenistán, Serdar Berdimuhamedov, Putin no ha dado muestra de debilidad.
Sucesión. La mayoría de los observadores creen que Putin, sin un sucesor claro en el Kremlin, volverá a presentarse en 2024 después de que controvertidos cambios constitucionales le permitan aspirar a un tercer mandato.
“El país no tiene ni una pizca de verdad sobre el estado físico y emocional de su presidente”, lamenta el redactor jefe de Proekt, Roman Badanin. “El planeta entero no sabe si una persona que puede destruir la humanidad pulsando un botón rojo goza de buena salud”, señala.
Y esto podría ser un elemento clave en un momento en el que dirige una sangrienta guerra en Ucrania, cuyo resultado marcará el futuro de Europa.