EE.UU. y Europa expulsan a los bancos rusos del sistema financiero mundial

Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido han acordado finalmente una expulsión de los principales bancos rusos del sistema bancario Swift, que permite la comunicación entre cuentas financieras de todo el mundo. Tras intensas negociaciones, la Casa Blanca anunció que los socios atlánticos han acordado esas y otras respuestas a la invasión de Ucrania, incluidas sanciones contra el Banco Central ruso para que no pueda emplear los 643.000 millones de dólares (570.000 millones de euros) que tiene en sus reservas.

Tras el anuncio, un funcionario de la Casa Blanca que habló con la prensa bajo condición de anonimato explicó que los socios todavía trabajan en la lista definitiva de bancos que se verán expulsados de Swift, y que esta todavía debe ser validada por la UE y por los gestores de ese sistema bancario en Bélgica.

«Los efectos de estas medidas tendrán un efecto inmediato y escalofriante sobre la economía rusa», dijo ese funcionario en una llamada telefónica. El modelo, añadió, es el aplicado para aislar a Irán de los mercados financieros internacionales.

Confía la Casa Blanca en que finalmente los bancos rusos expulsados de Swift sean aquellos a los que EE.UU. ya ha penalizado con la congelación de activos bajo su jurisdicción: VTB, Sovcombank, Novikombank, Promsvyazbank y Otkritie Bank.

Hubo resistencias dentro de la UE a esta medida, sobre todo por parte de Alemania, Hungría e Italia. Los socios de la OTAN ya se plantearon la medida en 2014, cuando Rusia invadió el este de Ucrania y se anexionó la península de Crimea. Por aquel entonces, el Kremlin dijo que semejante medida equivaldría a « una declaración de guerra». La guerra la ha iniciado hoy Rusia invadiendo Ucrania.

Lo cierto es que muchas empresas europeas siguen dependiendo de ese sistema para hacer negocios con sectores claves de Rusia, sobre todo el del petróleo y el del gas. El funcionario de EE.UU. antes mencionado dijo que esa es la razón por la que la expulsión es parcial, lo que además deja espacio a Europa y EE.UU. para intensificar las sanciones más adelante, si finalmente cae Kiev.

Además de las expulsiones del sistema bancario, las sanciones al Banco Central ruso le impedirán a este emplear las reservas en dólares que lleva amasando años para sortear las otras penalizaciones de Occidente.

Por último, los socios de la OTAN forman un equipo que se dedicará a buscar activos de jerarcas rusos sancionados para congelarlos, además de impedir a estos hacerse con permisos de residencia y pasaportes fuera de Rusia. «Esta coordinación para aplicar sanciones no tiene precedentes, y están diseñadas para que se derrumbe la fortaleza rusa», dijo el funcionario norteamericano.