¿Cuántos escaños están en juego? La Paz perdería el primer lugar en curules
Santa Cruz ganaría tres, La Paz perdería dos y Chuquisaca, uno. Debido al crecimiento y decrecimiento de la población, el número de escaños de esos tres departamentos podría modificarse con el censo.
Si el censo se realizaría hoy, al menos tres diputaciones podrían cambiar de región, modificando el número de escaños para tres departamentos: Santa Cruz, La Paz y Chuquisaca. Esto según una estimación con base en las proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística (INE) a 2022. El cálculo fue hecho de acuerdo con el método establecido en la Ley 026 de Régimen Electoral.
Según una proyección de la distribución de escaños, debido a la disminución de su población, La Paz podría perder dos diputados y Chuquisaca, uno. En contraparte, por el crecimiento de su población, Santa Cruz ganaría tres, pasando a ser -por primera vez- la brigada parlamentaria más numerosa, mientras que La Paz perdería el primer lugar y pasaría al segundo en cantidad de diputados.
“Los diputados son representantes poblacionales, es lógico que donde hay más habitantes haya más escaños. En cambio, los senadores son representantes territoriales, sin importar que sean departamentos chicos o grandes, cada uno tiene cuatro escaños”, sostuvo Gonzalo Lema, analista político y exvocal electoral.
La posible redistribución
Bolivia tiene un número fijo de escaños para senadores (36) y diputados (130). Aunque la población crezca o disminuya, la cantidad no cambia, pero se redistribuye. El Artículo 146 de la Constitución Política del Estado señala que esta labor es hecha por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), con base en los resultados del censo.
¿Pero cómo se llegó a la conclusión de que Santa Cruz ganaría tres escaños, La Paz perdería dos y Chuquisaca uno?
Si bien los 36 senadores se distribuyen de forma proporcional y a cada departamento le corresponde cuatro senadurías, para las diputaciones la figura es distinta. Si bien los datos poblacionales no modifican su número, sí afectan a su distribución entre departamentos.
Para estimar la nueva asignación se usaron las proyecciones poblacionales del INE hasta 2022.
Antes de distribuir las 130 diputaciones, la Ley 026 establece que se debe preservar una representación equitativa de las regiones menos pobladas, aplicando el principio de equidad. Para ello hay una asignación mínima de escaños para los departamentos que estén por debajo de la media poblacional, que para 2022 es de 1.334.003 habitantes.
En 2013, luego del censo de 2012, esa asignación mínima recayó en Chuquisaca, Oruro, Tarija, Beni, Pando y Potosí, igual que lo haría ahora, si el censo se realizaría hoy (ver tabla). A cada uno se le asignó cuatro escaños y, adicionalmente, Potosí recibió uno extra, por tener los índices de desarrollo más bajos. En total son 25 escaños de asignación mínima. Para la estimación que presentamos en esta nota mantendremos esta asignación.
De acuerdo con la norma, los restantes 105 escaños se deben distribuir bajo el principio de proporcionalidad. Para ello, “se divide la población de cada uno de los departamentos, sucesivamente entre los divisores compuestos por números naturales (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, etc.) en forma correlativa y continua”, según la Ley 026, Artículo 56.
Tras el ejercicio, se estimó la siguiente distribución de los 105 escaños: La Paz, 27; Santa Cruz, 31; Cochabamba, 19; Potosí, 8; Chuquisaca, 5; Oruro, 5; Tarija, 5; Beni, 4; y Pando, 1. A los cinco últimos se les debe sumar cuatro escaños de asignación mínima y a Potosí cinco (ver el total en la tabla).
Dos de las posibles modificaciones se encuentran en La Paz y Santa Cruz.
Hasta la distribución de 2013, La Paz era el departamento que mantenía la mayor cantidad de diputaciones: 29 con la Ley 026 de Régimen Electoral de 2010 y 29 en la distribución de 2013. Sin embargo, con las proyecciones poblacionales a 2022, lograría 27 escaños en Diputados. Es decir que perdería dos.
La baja se debe a que, pese a que su población creció de 2,3 millones de habitantes en 2010 a 3,05 millones en 2022, el incremento no fue tan grande como el de Santa Cruz. Este departamento pasó de 2,02 millones de habitantes en 2010 a 3,4 millones proyectados para 2022.
Con esta cifra Santa Cruz pasaría a tener 31 escaños, tres más que en 2013, cuando se le asignó 28. Ya entonces aumentó su representación, ya que en 2010 se le asignaron 25.
El otro departamento que vería modificado su número de escaños es Chuquisaca. Su asignación total (por población más la mínima) sería de nueve diputaciones, una menos que las asignadas en 2013. Aquel año también perdió uno de los 11 que le dió la Ley 026 en 2010. Dependiendo de los Índices de Desarrollo Humano podría o no recibir un escaño extra. Asimismo, aunque Tarija, por primera vez, logró superar en población a Oruro, el crecimiento no le alcanza para obtener un nuevo escaño.
Cabe resaltar que hasta 2024 los datos pueden variar. A ello se suma que dentro de los escaños de diputados también habrá una modificación de circunscripciones que afecta a uninominales.
“Pero hay algo cierto y contundente, no es la brigada parlamentaria más numerosa la que logra resultados para su región, sino la más eficiente. No es el número, es la calidad”, aclaró Lema, experto en el tema.
Copa: El Alto podría ganar un escaño
“El TSE es la entidad encargada de decidir si nos corresponde o no. Pero de acuerdo al crecimiento poblacional de ElAlto, podríamos ganar un escaño más”, señaló la alcaldesa de El Alto, Eva Copa.
Resaltó que si bien tienen datos estadísticos, para tener mayor precisión, se dejará este punto hasta contar con los datos del Censo de Población y Vivienda de 2024. Dijo que esperará hasta que éstos sean entregados al TSE.
COD Tarija: Otros vamos a perder
“El departamento de Tarija tiende a la pérdida de recursos y escaños. La gente migra a las capitales, no al campo. Cercado puede ganar por la migración a la ciudad, pero en la estructura departamental podríamos perder”, indicó Carlos León, ejecutivo de la Central Obrera Departamental de Tarija.
Dijo que la preocupación se repite en Chuquisaca, Pando y Beni, que son las que más población están perdiendo.
Dos regiones se paralizaron en 2013
En 2013, Potosí y Beni empezaron una serie de protestas y huelgas ciudadanas en rechazo a la distribución de escaños presentada por el TSE a la ALP, luego del censo 2012. La nueva conformación restaba a cada una de estas regiones un escaño.
La movilización obtuvo el apoyo de Chuquisaca, que también perdió una diputación, y de Tarija. Los resultados dejaron insatisfechos a varios departamentos.
¿Qué pasaría con el reparto de los recursos tributarios?
Del total de los principales impuestos nacionales del país, 75% se queda en el Gobierno Central, 20% se redistribuye como coparticipación a los municipios y Gobiernos Autónomos Indígena Originario Campesinos (Gaioc) y otro 5% se transfiere a las universidades.
De ese 20%, la distribución a los 339 municipios se realiza de acuerdo con el número de habitantes, dato que se obtiene del censo. Un análisis de la Fundación Jubileo señala que 284 municipios y Gaioc verán afectados sus ingresos de coparticipación tributaria.
El dato sale de un ejercicio de distribución de la coparticipación con datos del INE sobre el censo 2012 y las proyecciones de población para 2022, además del Presupuesto General del Estado de este año. El análisis no incluye el IDH ni otras fuentes de ingresos de los municipios.
De acuerdo con los datos, en 179 municipios y Gaioc, de 339, la población disminuyó, mientras que en otros 160, los habitantes aumentaron. Aunque, casi la mitad de municipios crecieron, tras la redistribución de recursos, sólo una sexta parte incrementarán sus ingresos.
Y es que, para la asignación de recursos, no sólo se toma en cuenta el aumento absoluto de la población, sino el incremento relativo.
De acuerdo al análisis, son 284 municipios los que reducirían sus recursos de coparticipación tributaria. Sólo 55 recibirán mayores ingresos.
“La migración hacia las principales ciudades del país modificará la actual distribución de los recursos que se reciben por coparticipación tributaria en los 339 municipios y Gaioc”, señala el documento publicado por Fundación Jubileo.
Para la fundación, antes de ingresar en confrontaciones por los recursos es necesario responder a ¿por qué las personas se van de sus regiones?, ¿qué motiva migrar a las metrópolis del país?, ¿el modelo de desarrollo no responde a las necesidades y realidad de la población?, ¿qué estrategias se proponen para que la población no abandone sus regiones?
Una nueva distribución también dependerá de los consensos
Tal como ocurrió en 2013, la redistribución de escaños podría ser rechazada en las regiones que se vieran afectadas en el número de diputaciones que ahora tienen.
El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, explicó que la primera fase de este proceso, en la que se realiza la redistribución de escaños entre los nueve departamentos, es una tarea técnica “relativamente fácil”.
“Lo que podría llevar más tiempo es que la ALP apruebe la ley de distribución. Puede ser que algún departamento que, en teoría, pierda un escaño, se vea afectado y reclame o rechace la asignación. Creo que ya hay sectores que piden que no se apliquen los resultados del censo para la próxima elección. Será un trabajo de consenso que deberá realizar la ALP. Es lo que puede demorar”, dijo Hassenteufel.
El 15 de noviembre, los legisladores del MAS de la brigada parlamentaria de Chuquisaca anunciaron un proyecto de ley interpretativa de la Constitución. La acción estaría dirigida a evitar que la redistribución de recursos y escaños con base en los resultados del censo afecte a éste y otros departamentos.
“Vamos a plantear que, por esta oportunidad, y por única vez, el resultado del censo no sea vinculante a la distribución de escaños. Necesitamos paz social, estabilidad política, desde la siguiente gestión hasta el 2025, porque Chuquisaca es la sede del Bicentenario”, dijo el presidente de la brigada, Yamil Flores.
La aprobación de la ley de redistribución es importante, porque de ella depende la segunda fase, la delimitación de las circunscripciones.
“Puede tardar unos cuatro meses, dependiendo de cómo realicemos el trabajo, la cantidad de personal, etc.”, dijo Hassenteufel.
Fuente: Página Siete