Compromiso mundial para restaurar tierras se adopta en Riad

Pastoreo en las áridas tierras del pueblo serer, en Senegal. / Imagen: Civitatis

La conferencia de 196 países y la Unión Europea para luchar contra la desertificación y la sequía asumió en esta capital saudí el compromiso de enfrentar la degradación de los suelos, aunque no alcanzó a concretar un acuerdo vinculante sobre el tema de las sequías, que avanzan a caballo del cambio climático.

Un avance, sin embargo, ha sido el reconocimiento de que priorizar la restauración de tierras y la resiliencia a la sequía en las políticas nacionales es indispensable para garantizar la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático.

La 16ª Conferencia de las Partes (COP16) de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación ha sido la mayor reunión hasta ahora sobre las tierras del planeta, y se aspira a que la COP 17 que le sucederá en el año 2026, en Mongolia, concrete un acuerdo vinculante para enfrentar las sequías.

Hasta 3000 millones de personas sufren las consecuencias de tierras pobres y degradadas, 40 % de los suelos disponibles en el mundo, como consecuencia de la crisis climática, de biodiversidad, de agua y de la sobreexplotación de recursos.

La conferencia decidió impulsar la Alianza Mundial de Riad para la Resiliencia ante la Sequía, que contempla el compromiso de movilizar al menos 12 150 millones de dólares para ayudar a 80 de los países más vulnerables a aumentar su resiliencia frente a la degradación de tierras y la sequía.

Varias iniciativas concentraron la atención de la cita, como la Gran Muralla Verde, con la que 22 naciones de África buscan restaurar 100 millones de hectáreas de tierras degradadas, principalmente en el Sahel, la zona semiárida que se interpone entre el desierto del Sahara y la zona de bosques en el centro del continente.

Italia y Austria comprometieron 15,3 millones de dólares para apoyar ese proyecto.

Estados Unidos y organizaciones aliadas anunciaron inversiones de 70 millones de dólares para impulsar la Visión de Cultivos y Suelos Adaptados, iniciativa que pretende crear sistemas alimentarios resilientes basados en cultivos diversos, nutritivos, adaptados al clima, y plantados en suelos sanos.

Otros acuerdos importantes fueron la creación de caucus (grupos específicos) para los pueblos indígenas y para las comunidades locales, con el fin de garantizar que sus perspectivas y retos específicos estén adecuadamente representados.

En total, la COP16 cerró con casi 40 decisiones adoptadas sobre temas como sinergias, migración, tenencia de la tierra, tormentas de arena y polvo, género y pastizales.

Al reconocer el papel de la ciencia como base de políticas sólidas, la conferencia acordó mantener su Interfaz Ciencia-Política (ISP en inglés), creada en la COP11 en 2013 para traducir los hallazgos científicos en recomendaciones para los responsables de la toma de decisiones.

La ISP presentó estudios en los que destaca que tres cuartas partes de la superficie terrestre libre de hielo se han vuelto permanentemente más secas en los últimos 30 años, con una previsión de que 5000 millones de personas vivan en zonas áridas para 2100, lo que demuestra la urgencia de tomar medidas.

Durante el mismo periodo, las tierras secas -zonas áridas con escasas precipitaciones- se expandieron en 4,3 millones de kilómetros cuadrados, una superficie casi un tercio mayor que la de la India, el séptimo país más grande del mundo. Las tierras secas cubren ahora 40,6 % de toda la tierra del planeta, excluida la Antártida.

Las sequías ya afectan a los medios de subsistencia de 1800 millones de personas en todo el mundo, poniendo al borde del abismo a comunidades vulnerables, y suponen un costo estimado de 300 000 millones de dólares al año, amenazando sectores económicos clave como la agricultura, la energía y el agua.

FUENTE: IPS NOTICIAS