Cae la exportación de quinua y una parte sale con sello peruano

Campos de quinua en el norte del departamento de Potosí. / Foto: Archivo / Página Siete

 Otros países comenzaron a producir con mejores rendimientos que Bolivia. El grano boliviano sale del país de contrabando y luego es exportado como peruano.

Las exportaciones de quinua disminuyeron desde hace años en valor y volumen debido al descenso de los precios y competencia de nuevos productores en el mundo, pero desde el sector también alertan que el producto sale a Perú de forma ilegal, por contrabando.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia en 2013 exportó quinua por 153,2 millones de dólares, y en 2014 por 196,6 millones de dólares, cifra récord.

Pero el año pasado las ventas bajaron a 61,7 millones de dólares, un 33,2% menos que en 2020. En contraste, Perú desplazó al país como el primer productor y exportador del grano.

La gerenta de Sindan Organic SRL, Thania Huayllani, explicó que Perú logra más ventas pese a que no produce la misma quinua real de Bolivia, porque tiene mejores rendimientos. Proyecta siete toneladas por hectárea, mientras que en el país apenas media tonelada por hectárea.

La producción nacional tiene certificación orgánica y certificado de precio justo en la Unión Europa, pero eso no hace más competitiva  a la quinua nacional en mercados como Estados Unidos o China, indicó.

Añadió que los precios también bajaron y eso influye en el valor exportado, pero otro problema es que la quinua boliviana sale de contrabando a Perú.

“La quinua boliviana sale de contrabando a Perú, incluso los peruanos entran a Bolivia y se llevan la quinua para exportarla como peruana”, aseguró.

Agregó que Perú cubre la demanda que tiene en los mercados con la quinua boliviana, ya que su producción no alcanza.

“No hay registros, pero no se puede exportar a ese país  materia prima; como no se puede, se va de contrabando. No hay control en las fronteras”, dijo.

Tampoco hay incentivos a la producción ni tecnología que ingrese al Altiplano Sur.

Huayllani indicó que los costos de producción de la quinua boliviana son más altos porque el trabajo es manual e intensivo, no hay maquinaria ni  tecnología, y se enfrentan sequías y heladas. En cambio, Perú cuenta con cultivos intensivos con riego, control de plagas y maquinaria.

Por otra parte, el país vecino tiene una fuerte promoción en varias ferias como Biofach de Alemania, donde el año pasado su stand fue galardonado como el mejor.  En cambio, en Bolivia los esfuerzos son privados y se hace lo posible por llegar a esos eventos con algunas empresas.

El gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín, informó  que las ventas cayeron un 24% en volumen y un 33% en valor y principalmente en Estados Unidos.

El mercado de la Unión Europea también está a la baja, pero es más estable porque se prefiere la quinua orgánica.

A China se vendió más, pero no fue suficiente para mantener estables las exportaciones.

También hay mayor oferta de quinua en el mundo y de países como España y Francia, y eso impacta en la demanda.

A esto se suma, según Olguín, que en Perú, pese a que la superficie de cultivo es de 67.000 hectáreas, su producción es de 100 mil toneladas año, mientras que en Bolivia los cultivos llegan a 115 mil hectáreas, pero la oferta es de 70.000 toneladas.

En respuesta a un cuestionario de Página Siete, el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, informó que un factor que impactó en las exportaciones fue  la caída del precio en un 19% registrado el año pasado.

Agregó que también comenzaron a proliferar nuevos  productores como  España, Países Bajos, China y eso resta  mercado a  países como  Bolivia y Perú, que son productores tradicionales.

Además, en el  caso de Perú, señaló que ese país desde 2013 inició una producción intensiva y tiene dos cosechas al año de producción de quinua convencional con cultivos en su altiplano, sierra y costa, a diferencia de la única cosecha de Bolivia.

“Es un tema de cantidad, pero no podemos comparar con la calidad de la quinua boliviana que tiene cualidades únicas porque se siembra en Oruro, Potosí y La Paz”, destacó.

Añadió que el país vecino desarrolló un sistema logístico y de distribución robusto, pero no gana nada al usar la quinua boliviana como si fuera peruana porque los importadores en el mundo no cobran aranceles.

“No es un producto con una protección arancelaria que no tenga Bolivia. Pero sí es posible que para completar los volúmenes de exportación contratados por Perú exista algún flujo que esté saliendo a ese mercado y que se exporta como peruano, pero no consideramos que sea algo de gran magnitud debido a que existe un arancel cero para la quinua de los dos países”, sostuvo.

Políticas

Blanco destacó que el Gobierno busca que el país vuelva a retomar el liderazgo en la producción de quinua y con ese objetivo se puso en marcha una planta industrializadora con una inversión de 60 millones de bolivianos y una capacidad de producción de 7.000 toneladas anuales. Además, la factoría procesará harina de quinua, insuflados y hojuelas para dar mayor valor agregado al grano.

“Esta planta  tiene programada la exportación de quinua beneficiada a mercados de China y Japón. Son 31 millones de bolivianos hacía  Alemania  con los que se arranca este año. La planta va a permitir industrializar  derivados de quinua, se podrá aprovechar la saponina, producir insumos para el sector agrícola”, explicó la autoridad.

Huayllani y Olguín coincidieron en la necesidad de consolidar la denominación de la quinua real y promocionar la produción orgánica que tiene nichos de mercado y mejor precio.

Blanco aseguró  que  se trabaja en ese sentido y en la promoción y participación en ferias como la Expo Dubái.

Está en marcha una planta industrializadora para dar mayor valor agregado a la quinua boliviana

Viceministro Benjamín Blanco

Fuente: Página 7