Así se lucha contra el desperdicio alimentario
Reducir los residuos es un imperativo económico para las empresas del sector alimentario ya que se traduce en un impacto positivo social y ambiental
Según datos ofrecidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Se abre en una nueva ventana)(FAO), un tercio de la producción alimentaria a nivel mundial se desecha. Con 3,3 gigatoneladas de CO2, el desperdicio alimentario es responsable del 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Phenix(Se abre en una nueva ventana) es una compañía que nació en 2014 en Francia con una misión muy clara: ayudar a mejorar el excedente alimentario de las empresas, valorizándolo y evitando su despilfarro. Especializada en soluciones integrales, funciona como una especie de asesoría que ofrece una serie de métodos y consejos para para profesionalizar y mejorar la gestión del sobrante y así reducir los efectos medioambientales del exceso de producción o de demanda.
"Hemos desarrollado una serie de soluciones a medida -donaciones de alimentos a asociaciones benéficas, control a tiempo real de los productos próximos a caducar, etiquetado con descuentos, venta del excedente diario a través de la 'app' antidesperdicio…- para acabar con el desperdicio de comida, apoyando a todos los agentes de la cadena alimentaria", aseguran.
En 2023, las acciones de Phenix han tenido un impacto positivo en la sociedad y en el medioambiente, redistribuyendo más de 300.000 comidas entre las 250 asociaciones colaboradoras y evitando la emisión de más de 306.704 kg de CO2 en España.
Con motivo del Día Mundial del Medioambiente(Se abre en una nueva ventana), la entidad ha recopilado una serie de desafíos a los que tenemos que hacer frente para vivir en un planeta más sostenible.
- Optimización de recursos: los desechos representan una utilización innecesaria de medios, en particular de tierras cultivables, pero también de agua, fertilizantes, energía, CO2 y todos los elementos que participan en alimentarnos, desde el campo hasta el plato.
- Desafíos sociales: redistribuir comidas en entidades sociales conectando a aquellos que tienen demasiado con aquellos que no tienen lo suficiente, dándole una segunda oportunidad a comida totalmente apta para el consumo humano, evitando que se malogre. Desde este punto de vista, la lucha contra el desperdicio podría ayudar también a acabar con el hambre y la pobreza, y contribuir con el medioambiente.
- Defensa de la biodiversidad: la agricultura intensiva y la expansión de terrenos para la producción de alimentos que no van a ser consumidos también tienen un impacto negativo en los ecosistemas, destruyendo hábitats naturales y amenazando la fauna y flora.
- Gestión eficiente de la cadena de suministro: es fundamental una organización entre los distintos eslabones de la cadena de entrega de alimentos. Una gestión eficaz entre distribuidores y fabricantes previene que se genere más residuos.
- Economía circular: el desperdicio alimentario es un obstáculo significativo para la economía circular, que busca mantener los recursos en uso durante el mayor tiempo posible. Esta economía permite reducir y valorar residuos, disminuyendo la cantidad destinada a vertederos.
FUENTE: COOKING