Argentina despliega un megaoperativo militar y policial en la frontera con Yacuiba

Este miércoles por la mañana, en el marco de la Operación Julio Argentino Roca, el Gobierno de Argentina realizó un masivo despliegue de fuerzas de seguridad en la localidad fronteriza de Salvador Mazza, limítrofe con la ciudad boliviana de Yacuiba, en el departamento de Tarija. El operativo forma parte de una estrategia integral para reforzar el control fronterizo en zonas sensibles al contrabando y al narcotráfico.

Los pasos irregulares que cruzan viviendas en ambos lados de la frontera han sido históricamente utilizados por ciudadanos para transitar sin controles migratorios ni aduaneros, lo que ha facilitado tanto el comercio informal como actividades ilícitas. Esta situación ha convertido la región en un punto crítico para el control fronterizo.

Según información oficial, esta intervención se desarrolla como continuación del Plan Güemes, y contempla el despliegue de hasta 10.000 efectivos de distintas fuerzas de seguridad argentinas, entre ellas Gendarmería Nacional, Ejército Argentino, Policía Federal y Policía Provincial, en toda la franja fronteriza que incluye las zonas aledañas a Yacuiba y Bermejo.

Tan solo este martes, 1.900 efectivos del Ejército Argentino arribaron a la ciudad de Tartagal, ubicada a 54 kilómetros de Salvador Mazza, como parte del fortalecimiento de la presencia militar en la región norte del país.

El despliegue tiene por objetivo ejercer un control más riguroso de los pasos fronterizos no habilitados y enfrentar de forma directa el contrabando de mercancías, el tráfico de drogas y otros delitos transfronterizos. En este marco, se estableció que las fuerzas militares podrán intervenir de manera directa en casos de delitos flagrantes.

El Ejército Argentino, aunque no posee funciones policiales permanentes, actuará como fuerza de apoyo estratégico y logístico, respaldando a Gendarmería y otras instituciones con capacidad operativa y tecnológica para la detección de actividades ilegales.

Autoridades del vecino país han enfatizado que la operación también busca “recuperar el control estatal de las fronteras” y garantizar la seguridad en una zona que ha sido catalogada como de alta vulnerabilidad.

Por el momento, no se ha reportado un pronunciamiento oficial por parte del Gobierno boliviano respecto a este masivo despliegue militar en la frontera compartida.