Alerta en Tarija por la posible contaminación debido a mineria ilegal en el río San Juan del Oro

La diputada por Comunidad Ciudadana (CC) y vicepresidenta de la Brigada Parlamentaria de Tarija, Esther Sánchez, informó a El Andaluz que comunarios de la zona alta de Tarija han expresado su preocupación por la turbidez de las aguas del río San Juan del Oro en los últimos días, a pesar de la ausencia de lluvias.

Desde el municipio de El Puente, dirigentes de subcentrales notificaron a la diputada sobre el estado turbio del río San Juan del Oro. Ante esta situación, Sánchez se comunicó con el Gobierno Autónomo Departamental de Tarija (GADT), que informó haber movilizado personal de las Subgobernaciones de Yunchará y El Puente para tomar muestras del agua y realizar los análisis pertinentes.

Para este viernes, se tiene prevista una visita a la zona alta de Tarija para investigar el origen de la turbidez y determinar la causa exacta. Aunque se teme un posible derrame de desechos mineros, esta información aún no ha sido confirmada.

La diputada subrayó que es temporada seca, lo que hace inusual la turbidez en el río. Autoridades del departamento han señalado en varias ocasiones a la minería ilegal como una posible causa de la contaminación en la cuenca.

En una entrevista anterior, Sánchez mencionó que un análisis de laboratorio del río San Juan del Oro reveló la presencia de metales pesados, algunos de los cuales son cancerígenos. La legisladora solicitó información al gobierno nacional y a la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) sobre la minería en Tarija, así como a la gobernación sobre la calidad del agua del río.

Se espera un informe final del gobierno para proceder con una denuncia formal ante el Ministerio Público. Sánchez enfatizó que la contaminación del río debería ser una preocupación para toda la población, debido a los riesgos de enfermedades.

En un estudio realizado en 2022 por la gobernación de Tarija, se clasificó la calidad del agua del río en algunos tramos como "D", indicando que no es apta para el consumo humano, animal ni para riego sin previo tratamiento. Las muestras tomadas en la comunidad de San Pedro revelaron la presencia de metales pesados como cromo hexavalente, antimonio, cobre, arsénico, estaño, cadmio, cianuro libre, mercurio y plomo, algunos de ellos cancerígenos.