7 avances que hubo en 2024 en la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático

Es cierto que ha sido otro año difícil para el clima y la naturaleza.

Las temperaturas globales aumentaron y los fenómenos meteorológicos extremos se intensificaron.

Desde el umbral de 1,5 °C que se superó durante un año completo por primera vez desde que hay registros hasta la decepción que se llevaron las naciones vulnerables en la reciente cumbre climática de la ONU, puede parecer que el desafío es abrumador.

Pero este 2024 también hubo algunos avances extraordinarios en relación al medio ambiente.

Y quizás se informó menos de ellos que de los desastres naturales que afectaron a muchos lugares del planeta o de las políticas públicas fallidas.

Por eso en esta nota, semanas antes de que comience el 2025, te ofrecemos un resumen de los hitos positivos medioambientales más importantes que ocurrieron en los últimos 12 meses.

1. El fin del carbón en Reino Unido

Reino Unido cerró su última central eléctrica de carbón en 2024.

Fue un hecho simbólico, ya que este país fue el primero del mundo en utilizar carbón para la generación de energía y este combustible fósil fue el elemento vital de la revolución industrial que allí comenzó.

El 30 de septiembre, las turbinas de la central eléctrica de Ratcliffe-on-Soar, en Nottinghamshire, dejaron de funcionar y sus chimeneas dejaron de expulsar humo.

El sitio ahora se someterá a un proceso de desmantelamiento y demolición que durará dos años. No está claro en qué se convertirá este lugar, pero una propuesta es que sea un almacén para baterías.

Esto ya ocurrió en West Yorkshire, en la central eléctrica desmantelada de Ferrybridge C, que tiene una capacidad de almacenamiento de 150 MW, suficiente para abastecer a 250.000 hogares.

En un momento en el que los países buscan descarbonizar rápidamente sus economías, muchas antiguas centrales eléctricas de combustibles fósiles están demostrando ser lugares que se pueden utilizar para colocar baterías industriales.

Que Reino Unido haya cerrado su última planta de carbón fue un momento simbólico, pues fue el primer país en producir energía con este combustible.

2. Aumento global de la energía verde

Las fuentes de energía renovable están creciendo rápidamente en todo el mundo.

En Estados Unidos, la generación de energía eólica alcanzó un récord en abril, superando la generación a partir de carbón.

La Agencia Internacional de Energía (AIE) espera que el mundo añada 5.500 GW de capacidad de energía renovable entre 2024 y 2030, y que la capacidad renovable global crezca 2,7 veces en comparación con 2022.

Esta cantidad queda ligeramente por debajo del objetivo de la ONU de triplicar la capacidad para 2030.

Para fines de esta década, se prevé que las fuentes de energía renovables cubran casi la mitad de toda la electricidad.

La mayor parte de este crecimiento proviene de un solo país: China.

Según la AIE, se prevé que, para 2030, China represente al menos la mitad de la capacidad eléctrica renovable acumulada del mundo.

Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, señaló en una conferencia de prensa que el "crecimiento masivo de las energías renovables" en el mundo se debió principalmente a la economía, más que a las políticas gubernamentales, ya que son la opción más barata en muchos países.

Esta gran expansión fue una "hermosa historia", dijo, que podría resumirse en dos palabras: "China" y "solar".

3. Los ríos, las montañas, las olas y las ballenas con personalidad jurídica

En 2021, Ecuador emitió un fallo histórico que establecía que la minería en su bosque nuboso de Los Cedros violaba los derechos de la naturaleza.

Otro fallo en el mismo país declaró que la contaminación había violado los derechos del río Machángara que atraviesa la capital, Quito.

Este año, se publicó un informe que concluyó que estas decisiones legales pueden ayudar a proteger los ecosistemas en peligro.

Más allá de Ecuador, otros espacios naturales recibieron personalidad jurídica en 2024.

En Nueva Zelanda, los picos del Parque Nacional Egmont, rebautizados como Te Papakura o Taranaki, fueron reconocidos como montañas ancestrales y, en conjunto, se convirtieron en una persona jurídica, conocida como Te Kāhui Tupua.

En Brasil, una parte del océano recibió personalidad jurídica: la ciudad costera de Linhares reconoció sus olas como seres vivos, otorgándoles el derecho a la existencia, la regeneración y la restauración.