59.722 ha de cultivos agrícolas se perdieron debido a La Niña

Los ríos en Beni este año sufrieron desbordes y afectaron cultivos y comunidades. Foto: Archivo / Página Siete

Los sembradíos de la papa y la quinua fueron los más afectados, hecho que puede incidir en el abastecimiento y el comportamiento de los precios en el mercado.

El fenómeno La Niña provoca que Bolivia pierda 59.722 hectáreas en  cultivos agrícolas, de los cuales los más afectados son los sembradíos de quinua y papa, hecho que puede incidir en el abastecimiento y el comportamiento de los precios, informaron desde el Ministerio de Desarrollo Rural.

“En Bolivia, según OAP (Observatorio Agroambiental y Productivo), se cuenta con 3.883.190 hectáreas del sector agrícola, de las cuales 59.722 hectáreas fueron afectadas, que equivale a un 1,5% de afectación a nivel nacional”, señala el ministerio, con base en datos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), en respuesta a un cuestionario enviado por Página Siete.

Sin embargo, detalla que los cultivos como la papa y la quinua han sufrido una mayor afectación en la superficie cultivada: quinua 10,3% y la  papa 10%.

 “Esta situación podría incidir en el abastecimiento y comportamiento de los precios en el mercado interno. A esto se suman los cultivos como la cebada, 8;2%; alfalfa, 5%; arroz, 1,9%, y el  maíz 0,8%”, mencionaron.

Asimismo, anticipan que hasta  febrero y abril de este año se tiene una probabilidad cercana al 80% de que persistan las condiciones del fenómeno climatológico de La Niña, y a partir de mayo y junio se espera que baje el nivel del porcentaje.

En general, hasta la fecha La Niña dejó como resultado, aparte de las 59.722 hectáreas dañadas,   150.684 cabezas de ganado bovino afectado  y 5.057 cabezas de ganado muerto, que fueron resultado de diferentes eventos adversos, señala el ministerio.

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el fenómeno  La Niña  provoca el enfriamiento a gran escala de la temperatura de la superficie del océano Pacífico.

 A finales de 2020 se anticipó que su efecto será de moderado a intenso y     que durará hasta el primer trimestre de este año.  En general, los efectos de La Niña o El Niño se manifiestan  desde sequías a inundaciones, de lluvias intensas a huracanes. Dependiendo de la zona de la oscilación, puede producir indistintamente sequías en Latinoamérica, según la BBC News.

 El secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Santa Cruz, Luis Alberto Alpire, afirmó que las precipitaciones pluviales en la región tienen su lado bueno y malo, debido a que se registra un rendimiento adecuado de los cultivos en campaña de verano.

“Las lluvias sostenidas que se han tenido en estos tres primeros meses permiten avizorar que hemos tenido buenos rendimientos en la campaña de soya, maíz y sorgo, que alcanzan a 1,1 millón de hectáreas. Ya se tiene un avance del 10% en la cosecha”, indicó Alpire.

Pero por el otro lado, se ha registrado el rebalse de los ríos, debido a que en enero pasado fue un mes excepcional con las lluvias, sobre todo en la población de  Yapacaní y en San Pedro, por el río Ichilo, donde llovió bastante y  eso dañó a los cultivos.

Principalmente provocó la  pérdida de algunas plantaciones de soya, maíz, sorgo y arroz.

Desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) afirmaron que se continúa haciendo la evaluación de los daños ocasionados por La Niña.  Actualmente, mencionan que las  lluvias les impide en el avance de la cosecha de la soya de verano.

El Gobierno  recomienda   a los productores asumir medidas

Ante los efectos climatológicos ocasionados por el fenómeno  La Niña, el Ministerio de Desarrollo Rural recomienda a los productores implementar acciones preventivas.

Por ejemplo, si se  registran inundaciones, en función de las crecidas de los ríos, se aconseja evacuar el ganado a zonas altas,  priorizar   el traslado de ganado menor de dos años a zonas altas,  fortalecer la condición corporal del animal mediante una mejor alimentación,  y manejo sanitario precautorio y garantizar alimento seco.

En el caso de las plantaciones, realizar acciones de prevención contra plagas, enfermedades fúngicas o bacterianas en el sector agropecuario; drenar los suelos en terrenos donde suelen presentarse anegamientos.

Si hay  heladas, se debe  mantener con riego los cultivos que cuentan con este sistema; aplicar productos orgánicos que contienen macro y microelementos para contrarrestar las heladas; mantener el suelo húmedo y libre de malezas, suciedad y otros objetos. Para el granizo recomiendan colocar mallas antigranizo para evitar el impacto en el cultivo. Luego aplicar de inmediato fungicidas con  base en cobre (cicatrizantes), y  abonos foliares para fortificar la siembra.

En casos de sequía, aconsejan  producir cultivos de ciclo corto con raíces pivotantes; sembrar variedades tolerantes a la sequía; incorporación de materias orgánicas, para mantener la humedad y tecnificar sistemas de riego.

Fuente: Página 7