Venezuela expulsa a los observadores de la UE
El país no les renueva el visado para permanecer una semana más, como estaba previsto, y la misión tendrá que marcharse en los próximos días
Venezuela ha expulsado a los observadores electorales de la Unión Europea, que tendrán que abandonar el país este fin de semana, según ha contado a EL PAÍS una fuente oficial. La misión tenía previsto marcharse dentro de siete días, pero el Gobierno chavista no ha renovado la visa de sus integrantes. Los observadores emitieron un informe preliminar en el que aseguraban que las elecciones municipales y regionales venezolanas celebradas hace dos semanas presentaban mejorías respecto a procesos anteriores, pero que arrastraba todavía importantes deficiencias democráticas. La anulación de la victoria de un opositor en el estado de Barinas, feudo del chavismo y cuna de Hugo Chávez, ha tensado la situación. El presidente Nicolás Maduro ha llegado a tildar a los observadores de “espías”.
Los observadores no han emitido ningún comunicado al respecto y su idea es partir de Venezuela con un perfil bajo, sin hacer ruido. No quieren un enfrentamiento directo con el Gobierno de Maduro. Consideran que su trabajo está hecho, aunque no comparten la decisión de acortar la estancia una semana. El primer visado que se les concedió a los diplomáticos finalizaba el 30 de noviembre y se había acordado con las autoridades venezolanas extenderlo hasta el 10 de diciembre. Al final, esa prórroga no se ha ejecutado y el Gobierno les ha dado un máximo de cinco días para abandonar el país. Los jefes de la misión regresarán a finales de enero para entregar a Maduro el informe final de su observación.
La situación en Barinas parece haber sido el detonante de este final abrupto de la misión. En esa región se enfrentaron por la gobernación un hermano de Chávez, Argenis, y el opositor Freddy Superlano. La justicia venezolana anuló el escrutinio cuando faltaban pocas mesas por contar y Superlano iba en cabeza. Un alacrán, como se les conoce a los opositores controlados por el chavismo, había presentado un amparo constitucional. El Supremo ha mandado repetir las elecciones en enero, a las que ya no se presentará Argenis como candidato del chavismo. El informe de la UE ha criticado la independencia judicial, casi inexistente. Esa ha sido la vía que ha utilizado el régimen para suspender candidaturas de la oposición, pero aún más para intervenir partidos escindidos del chavismo que podían dividir su voto.
El opositor al que le han escamoteado la victoria, Freddy Superlano, dijo en una entrevista con este periódico que la UE iba a dedicar un apartado especial al caso de Barinas. Los representantes de la misión, sin embargo, no confirman este extremo. De hecho, no iban a emitir ninguna declaración más de la que hicieron dos días después de las elecciones. Ese equívoco puede haber llevado al chavismo a tomar la decisión de pedirles que abandonen Venezuela.
Estas han sido las primeras elecciones en cinco años en las que han participado los principales partidos de la oposición. Por primera vez en tres lustros hubo una observación internacional en un sistema viciado después de 22 años de revolución bolivariana. Los opositores se presentaron con reticencias y sabedores de que competían en condiciones de desigualdad, aunque convencidos de que la vía electoral es la forma de devolver al país a la senda de la democracia. Maduro se tambaleó en el poder en 2019, cuando se llegó a nombrar a Juan Guaidó como presidente interino con el respaldo de Estados Unidos y una buena parte de la comunidad internacional, pero logró salvar ese escollo y su salida no parece inminente. Los sectores más moderados de la oposición han confiado ahora en derrotar al chavismo en las urnas y para eso ha necesitado del apoyo de organismos como la UE para que sirva de garante en unas elecciones libres y justas.
Fuente: El País (España)