Un nuevo análisis de la Sábana Santa de Turín respalda la historia bíblica sobre la crucifixión de Jesús
Durante siglos, los orígenes y la autenticidad de la conocida como Sábana Santa o Santo Sudario de Turín han sido objeto de debate entre científicos, historiadores y teólogos. Un reciente análisis a la tela que, según la Biblia, habría envuelto el cuerpo de Jesús antes de resucitar, ha revelado nueva evidencia que respalda que la crucifixión allí relatada pudo ser históricamente exacta.
Según recoge el diario británico Daily Mail, un ingeniero de la Universidad de Padua (Italia), ha empleado tecnología moderna para volver a analizar muestras tomadas de dicho sudario en la década de 1970.
En aquel momento se utilizó una cinta adhesiva para levantar con cuidado las partículas de las fibras delanteras y una aspiradora para recoger el polvo de la parte posterior de la tela, que mide 436 cm × 113 cm. Sin embargo, los resultados de entonces no fueron concluyentes sobre si había sangre o no en las muestras.
Ahora, el profesor de la Universidad de Padua Giulio Fanti ha tomado esas muestras y las ha puesto bajo microscopios modernos capaces de resaltar detalles hasta el tamaño de las partículas individuales. En concreto, estas partículas muestran signos de insuficiencia orgánica, trauma, enfermedad y radiación.
El estudio de Fanti, publicado en Archives of Hematology Case Reports and Reviews, ha revelado en las partículas analizadas la presencia de hemoglobina, un componente clave de la sangre, así como dos tipos diferentes de sangre, que Fanti ha etiquetado como Tipo A y Tipo B. En palabras del investigador, esto sugiere que la tela se usó en alguien con heridas sangrientas.
Por otro lado, en la muestra del sudario también se han identificado rastros de creatina, una sustancia química que se libera en el torrente sanguíneo cuando una persona sufre una degradación muscular o algún tipo de trauma.
Este alto porcentaje de creatinina encontrado en las muestras tomadas de la Sábana Santa puede explicarse por un reducido flujo sanguíneo hacia los riñones, también causado por hipovolemia y por deshidratación severa, indica el estudio.
Según Fanti, los hallazgos coinciden con las palabras reproducidas en el evangelio de Juan 19:28 en las que Jesús dijo: "Tengo sed".
Por otra parte, las muestras analizadas también presentaban signos de que la persona cuya sangre supuestamente manchó el sudario había sufrido un síndrome urémico, que se produce cuando los riñones no pueden eliminar los desechos. Aunque por lo general esto suele ocurrir cuando existe una enfermedad renal, también puede deberse a un traumatismo contundente en el órgano, lo que coincidiría, apunta Fanti, a cuando Jesús fue azotado.
"El sudario está formado por microcitos que indican el sufrimiento respiratorio de Jesús en la cruz", ha indicado Fanti al Daily Mail.
Por otro lado, la sangre detectada por Fanti tabién tenía evidencia de una posible radiación. En concreto, la sangre clasificada como tipo A contenía partículas Beta, electrones de gran energía cinética emitidos por algunos núcleos radiactivos, como el potasio-40 utilizado en explosivos y fuegos artificiales. En la sangre de tipo B se identificaron partículas de radiación fotónica, también conocidas como rayos gamma, que normalmente se forman por una reacción nuclear.
Aunque las pruebas estudiadas no pueden demostrar de quién es la sangre de dicha tela, otra investigación reciente ha afirmado haber encontrado nuevas evidencias de que el sudario data de hace 2.000 años, lo que vendría a desmontar un estudio de 1988 que apuntaba que se trataba de una falsificación medieval producida entre 1260 y 1390 d.C.
Del mismo modo, otro estudio llevado a cabo en 2018 también determinó que el sudario era falso después de que una investigación forense mostrase que sus manchas de sangre fueron dejadas por alguien que había estado de pie, en lugar de crucificado.
FUENTE: 20minutos