Standard & Poor’s reduce la calificación crediticia de Bolivia a “B”
El Gobierno indicó que “esta calificación se da en un entorno económico internacional complejo, debido a los impactos generados por la pandemia a nivel mundial y la guerra entre Rusia y Ucrania”
Standard & Poor’s (S&P) recortó la calificación crediticia de Bolivia de “B+” con perspectiva negativa a “B” con perspectiva estable, un ajuste que es precedido por la progresiva reducción de las reservas internacionales netas (RIN) y por los riesgos que produce la división política al interior del partido en función de gobierno. El Ministerio de Economía sostuvo que el informe de la calificadora internacional de riesgo destaca el manejo económico del país.
“Esta calificación se da en un entorno económico internacional complejo, debido a los impactos generados por la pandemia a nivel mundial y la guerra entre Rusia y Ucrania”, indicó en una nota de prensa el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
El informe sobre Bolivia de S&P indica que: “Las otroras grandes reservas fiscales y externas de Bolivia se han deteriorado constantemente (…). Además, los desafíos políticos han empeorado con el aumento de las tensiones regionales y las divisiones dentro de la coalición gobernante. El impasse político eleva el riesgo de una mayor erosión de la liquidez externa en un contexto de condiciones de mercado ajustadas”.
Los “persistentes y considerables” déficits fiscales han empujado la deuda pública por encima del 60% del PIB según la evaluación de los analistas de la calificadora internacional, recogida por la plataforma Bloomberg.
Una calificación crediticia es la opinión de Standard sobre la probabilidad de que un emisor cumpla con sus obligaciones financieras en tiempo y forma. Puede ayudar a obtener conocimientos de –y acceso a— nuevos mercados, reforzar la transparencia, servir como un parámetro universal, y evaluar y demostrar la calidad crediticia. "No constituye una garantía ni un indicador absoluto, pero es una herramienta crucial para los inversionistas en el proceso de toma de decisiones", explicó S&P.
La nota "B" es de grado especulativo y significa que el país es más vulnerable a condiciones económicas, financieras y del negocio adversas, aunque actualmente tiene capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras.
“La calificación ("B") indica la expectativa de S&P de que la recuperación económica continua y las medidas de contención del gasto reducirán gradualmente el déficit fiscal de Bolivia, con el fin de que la deuda del Estado se estabilice”, indicó el ministerio liderado por Marcelo Montenegro.
En su reporte, agrega Economía, Standard & Poor’s reconoce que la reciente operación de manejo de deuda redujo obligaciones de pago de deuda comercial para 2023. Esta operación de manejo de pasivos, junto con un acceso continuo a financiamiento oficial y comercial, ayudará a mantener la liquidez externa y gestionar el aumento, pero aun así moderado del déficit de cuenta corriente (CAD) en los próximos 12 meses.
“El documento destaca el historial de baja inflación del país, la reconoce como la más baja de la región, acentúa la baja dolarización en el sistema financiero y el servicio de la deuda manejable para los próximos dos años. Señala además que las políticas fiscales y monetarias implementadas después de la pandemia han ayudado a la recuperación económica y revirtieron gran parte de las consecuencias sociales de la recesión económica de 2020”, explica.
De igual manera, reconoce que los préstamos en mora representan alrededor del 2,2% de los préstamos totales y que están completamente cubiertos por políticas de previsiones conservadoras y la alta proporción de préstamos garantizados, finaliza el ministerio.