PLANTAS TÓXICAS PARA LAS MASCOTAS
Por qué gatos y perros comen hierba… y después la vomitan
Tanto gatos como perros son carnívoros estrictos; sin embargo, muchos se vuelven locos por la hierba. Pero… ¿puede ser peligroso para ellos?
El 41% de los animales carnívoros comen hierba habitualmente. Forma parte de su instinto, ya que necesitaban purgar su sistema digestivo para librarse de parásitos. También era una forma de añadir fibra a su dieta. Sin embargo, por qué animales caseros como el perro y el gato lo continúan haciendo cuando la nutrición está adaptada a ellos. Los expertos aseguran que les ha quedado ese instinto ancestral. Además, a los felinos les ayuda a expulsar las bolas de pelo. En el caso de los perros, se suma su tendencia natural a llevarse todo lo que encuentran a la boca, como excrementos (sobre todo cuando son cachorros).
En la actualidad, la hierba les puede provocar más problemas que beneficios. En su dieta, ya hay la suficiente fibra para ayudarles en la digestión o para regular el colesterol y evitar el estreñimiento. Al igual que a los humanos, perros y gatos pueden comer hierba, pero en pequeñas cantidades. A diferencia de los herbívoros, carecemos de las enzimas necesarias para descomponer la celulosa: por eso, no es raro que después se vomite. Además, la hierba contiene mucha sílice, que es muy abrasivo para los dientes. Pero… ¿cómo luchar contra el instinto? Muchas tiendas de animales venden las denominadas 'hierbas para gatos'. Es el catnip, también conocido como hierba gatera. Les atrae especialmente, ya que tiene nepelactona, que activa su sistema nervioso central. Así, les puede ayudar a aliviar la ansiedad. En el caso de los perros, intenta sacarles a pasear después de comer.
La hierba es inofensiva, pero otras plantas pueden ser letales
Como hemos visto, han conservado un instinto de cuando eran salvajes a pesar de que se han convertido en domésticos. Y aquí encontramos otro problema: en los hogares encuentran plantas que pueden ser muy tóxicas para ellos. Destaca la flor de Pascua o poissentia, una planta típicamente navideña, que tiene látex, que puede ser muy tóxico. Los gatos también deberían evitar el aloe vera (si lo toman, su orina se volverá rojiza), los bulbos de tulipán, el eucalipto y la hiedra.
Para los perros, también son problemáticas plantas como los potos (muy habituales en la decoración), ciclamen, adelfa, crotón, espatifilo o la cica. En caso de intoxicación, deberemos localizar la planta tóxica y calcular la cantidad que ha podido ingerir el animal. Toma una muestra, para que la analice el veterinario.
Fuente: EL CONFIDENCIAL